Logros alcanzados en las tareas
En cuanto al desarrollo de cada una de las cuatro tareas, es importante mencionar que a nivel general se logró potenciar el desarrollo de la escritura narrativa, ya que los niños afianzaron constantemente sus conocimientos y habilidades sobre coherencia, cohesión, ortografía - puntuación, estilo narrativo y revisión, a partir del proceso de intervención.
En la tarea I, a nivel global los niños lograron escribir un cuento (o los cuentos según el número de aplicaciones para cada caso) de manera estructurada a partir de la lectura previa del mismo, siguiendo la lógica textual de inicio, nudo y desenlace.
En la tarea II, los niños lograron complementar el cuento (o los cuentos según el número de aplicaciones para cada caso) al tener como referencia la parte inicial del mismo. Como hecho destacable, ningún niño coincidió al presentar su versión del desenlace del cuento, con la versión original. Las versiones de cada niño a su vez, fueron diferentes entre sí, cada niño recreó el cuento de forma particular, de acuerdo a sus experiencias, conocimientos, intereses, entre otros aspectos.
Para la tarea III, los niños organizaron las láminas y les dieron una secuencia lógica a fin de construir una historia sobre ellas. De manera que los niños lograron el encadenamiento causal de los sucesos, cumpliendo con el objetivo de escribir un cuento estructurado. Característico de esta tarea, el énfasis en la enseñanza o moraleja de los cuentos que construyeron los niños.
En la tarea IV, los niños lograron escribir un cuento sin referente alguno (lectura de cuentos, láminas). Experiencias personales, familiares, escolares y de salud se vieron reflejadas en las narraciones. Los cuentos se caracterizaron por representar temas imaginarios, reales y en algunos casos la realidad se unió con la ficción. Al final de los textos narrativos, la consiga fue la misma a nivel general, los personajes vencían las dificultades, alcanzaban sus metas, cumplían sus sueños, eran felices por siempre.
Logros alcanzados por categorías
Coherencia
Las narraciones de los niños se distinguieron por presentar de manera progresiva, un esquema lógico basado en la selección y utilización de información relevante para la comprensión del cuento. La organización del texto narrativo gradualmente se estructuró en párrafos, los cuales presentaban ideas principales y complementarias que exponían una secuencia completa de las acciones que formaban la trama, siguiendo el número (singular/plural), el género (femenino/masculino) y los tiempos verbales correspondientes. De manera que en las narraciones se podía distinguir claramente las partes del texto (inicio, nudo, desenlace).
Cohesión
En los textos narrativos, a lo largo de las aplicaciones, los niños relacionaron unidades textuales como palabras, frases y párrafos utilizando mecanismos cohesitivos de referencia personal y demostrativa, de sustitución, de elipsis, y de repetición, así como con conectores.
Manejo ortográfico y de puntuación
Los niños lograron gradualmente en sus cuentos, escribir las palabras con la ortografía correcta, hacer uso adecuado de las mayúsculas y acentuar debidamente. También escribir sin omitir letras o palabras y utilizar normas como signos de puntuación: punto seguido, punto y aparte, dos puntos, coma, raya, signos de interrogación y signos de exclamación.
Estilo narrativo
En la escritura de los textos narrativos, los niños paulatinamente iniciaron y terminaron las acciones con frases introductorias y de finalización, incluyeron y caracterizaron a los personajes tanto primarios como secundarios al realizar descripciones sobre su aspecto físico, cualidades, personalidad o rol que cumplían en la trama. Así también progresivamente, las acciones y la interacción entre los personajes se enriquecieron con la utilización del diálogo como una herramienta narrativa y con la recreación de los ambientes o escenarios. Los textos narrativos de no más de dos páginas, contaban por medio del narrador historias reales o fantásticas.
Revisión
A través de las estrategias de intervención, los niños identificaron y corrigieron desajustes en sus narraciones, al leer sus textos narrativos después de escribirlos, y al reflexionar sobre sus errores y utilizar material de referencia (p.e. la cartilla para la escritura narrativa) así como de consulta (p.e. diccionario). Cabe destacar que manejar pautas de revisión, es de suma importancia para lograr un alto nivel de desempeño en las tareas, ya que como afirma Camps (1994), examinar el texto escrito permite realizar modificaciones y presentarlo de manera elaborada.
Características generales que subyacen al proceso para potenciar el desarrollo de la escritura narrativa
Dimensión motivacional, cognitivo – conductual
A nivel motivacional, se evidenció interés y dedicación en la realización de las tareas, al final del proceso los niños coincidieron en haber disfrutado hacer los cuentos. La motivación en el desarrollo de las tareas, también se vio reflejada en el deseo y aceptación de los niños de escribir los textos narrativos. Uno de los posibles factores que explican esta situación, es la oportunidad que los pacientes pediátricos tuvieron de realizar una actividad diferente a las que comúnmente hacían en el hospital, como ver televisión en el pasillo, permanecer recostados en la cama, entre otras. Igualmente, la interacción con el grupo investigador posiblemente significó una fuente importante de reforzadores positivos de socialización y formación. Unido a esto, la dinámica del proceso llevado a cabo, pudo permitir mantener la motivación de los niños, al enfrentarse a tareas que exigían demandas cada vez mayores y ponían a prueba sus capacidades de imaginación, creatividad y construcción.
A nivel cognitivo, el proceso para potenciar el desarrollo de la escritura narrativa involucró dos tipos de actividades cognitivas.
En primer lugar las tareas exigieron poner a prueba procesos cognitivos básicos y superiores. El proceso atencional por ejemplo, jugó un papel importante cuando los niños escucharon el cuento completo en la tarea I o la parte inicial de la narración en la tarea II, cuando debían observar cuidadosamente el juego de láminas en la tarea III, o al ejecutar indicaciones que se les daban según los procedimientos manifiestos en las tareas. Respecto a la memoria, se podría decir que ésta estuvo presente, cuando los niños recordaron, transcribieron y organizaron los cuentos de las tareas I y II, haciendo uso del conocimiento previo. La transcripción requiere identificar y reconocer grafemas, así como acceder al almacén léxico y de reglas gramaticales; la organización por su parte, implica el manejo previo de la estructura narrativa (inicio, nudo, desenlace). El lenguaje evidentemente hizo parte de las demandas cognitivas, para el desarrollo de las tareas se identificó elementos lingüísticos como: léxico, semántica y gramática. El pensamiento por otra parte, estuvo representado en la selección de temas, al encadenar los sucesos de la trama, al plantear conflictos y mediante la resolución de problemas darles un desenlace, al dotar de cualidades y funciones a los personajes, entre otros ejemplos.
En segundo lugar, la actividad cognitiva abarcó las creencias de los niños en relación a sus producciones y el proceso de intervención. En otras palabras, la actividad cognitiva involucró la autorregulación y el refuerzo de pensamientos positivos sobre la estancia en el hospital.
A nivel conductual, el proceso marcó dos tipos de actividades del comportamiento. Por una parte, las respuestas motrices estuvieron presentes en el uso de los materiales, también en la posición asumida para escribir y la organización de los implementos (cartilla, hojas en blanco, diccionario). Por otra parte, se identificaron conductas de participación activa para la mayoría de los casos, manifestadas en la realización de preguntas y la solicitud de explicaciones. Y conductas adaptativas, evidenciadas por la receptividad, productividad y comunicación por parte de los niños al realizar las tareas.
DISCUSIÓN
Potenciar el desarrollo de la escritura narrativa con niños hospitalizados fue el propósito general del estudio. La idea es promover o reforzar el desarrollo de la escritura narrativa, considerando que los niños que conforman la unidad de trabajo presentan edades entre los diez y trece años, de manera que según su estadio evolutivo, ya manejan la estructura básica del texto narrativo (Domínguez & Barrio, 1997). Respecto a la escritura, para Fons (1999), los niños de estas edades reconocen la correspondencia entre los fonemas y las grafías que los representan, de forma que han alcanzado un análisis alfabético sobre cómo escribir. En cuanto a la narrativa, los niños son capaces de escribir cuentos dotados de características esenciales, en éstos generalmente incluyen personajes, acciones y escenarios (Leal et al., 2005).
Los niños entonces, tienen la noción de cómo escribir una narración, pero de forma continua pueden afianzar conocimientos, habilidades y estrategias para lograr una producción bien elaborada del texto narrativo, si se les brinda herramientas o recursos que promuevan la construcción del aprendizaje.
Las producciones de los niños demuestran la situación previamente descrita. En la realización de las narraciones, para las primeras aplicaciones de la tarea I, los niños logran escribir el cuento a partir de la lectura previa del mismo – aunque la mayoría en forma de resumen – evidenciando desde el inicio del proceso que manejan el código escrito (es decir, pueden escribir), así como pautas esenciales del texto narrativo (ya que incluyen actores y acciones); pero que la escritura narrativa carece de aspectos fundamentales, que bien deben afianzarse.
Inicialmente los textos narrativos evidencian desajustes a nivel de coherencia, cohesión, ortografía - puntuación, y revisión. El estilo narrativo se caracteriza por una escasa inclusión, descripción y recreación de los personajes, espacios y elementos estéticos, como diálogos, palabras introductorias y de finalización, entre otros. Con la serie de aplicaciones de las tareas y por tanto con el uso de estrategias de intervención, se promueven estos aspectos (coherencia, cohesión, ortografía - puntuación, estilo narrativo, así como la revisión) durante la hospitalización de los niños, quienes en sus producciones finales alcanzan un desempeño superior en la escritura narrativa.
En cuanto a las tareas que se han creado y aplicado a nivel nacional, es importante mencionar que éstas son de carácter matemático y para ámbitos educativos. Siendo así, se puede decir, que las tareas diseñadas en la investigación constituyen un aporte a las disciplinas de la psicología y la pedagogía, en la medida que permiten considerar elementos del área del lenguaje, en este caso propios de la escritura narrativa e intervenir para el desarrollo o fomento de éstos. Asimismo, permiten generar conocimiento sobre los aspectos particulares que enmarca la construcción e implementación de las tareas sobre la escritura narrativa, con niños en situación de enfermedad y hospitalización.
Las tareas diseñadas para aplicarlas en el contexto hospitalario, donde la población se caracteriza por ser fluctuante, son de estructura concisa y de complejidad progresiva, que posibilitan lograr cambios a corto y largo plazo.
Al respecto cabe destacar que una sola aplicación puede generar cambios, relacionados con períodos de desequilibrio como diría Piaget (citado por Ellis, 2005) o más bien, con períodos de transición como diría Puche (2003) ya que independientemente de la edad, un solo desajuste gramatical en la escritura de un cuento, lleva al niño a reflexionar sobre cual pudo ser el error cometido, y a buscar, seleccionar y utilizar estrategias para corregirlo, si encuentra la manera correcta de modificarlo, ese aprendizaje se afianza en sus esquemas previos sobre la escritura, sino logra una corrección óptima, igual el niño reconoce que la estrategia utilizada no es la apropiada y por tanto debe seguir buscando, de manera que pone a prueba una variedad de estrategias.
Es importante resaltar que con los niños que conforman la unidad de trabajo se han implementado las cuatro tareas a través de una serie de aplicaciones en cada caso, y los resultados obtenidos a partir de la intervención evidencian satisfactoriamente cambios en orden ascendente, para las categorías de coherencia, cohesión, ortografía - puntuación, estilo narrativo y pautas de revisión.
Los cambios podrían estar orientados a consolidarse a largo plazo, ya que con la investigación se promueve el desarrollo de la escritura narrativa, un dominio específico, pudiendo extenderse los logros que alcanzan los niños en coherencia, cohesión, ortografía - puntuación y pautas de revisión, a diversos tipos de construcciones textuales, como los escritos descriptivos, explicativos o argumentativos, igualmente para continuar con el desarrollo gradual de la escritura narrativa y literaria. En concordancia con los planteamientos de Yan y Fisher (2002), las habilidades desarrollas en un dominio específico se pueden dar a conocer en habilidades de dominio general.
Por otra parte, considerando que las tareas son desarrolladas por niños en situación de enfermedad y hospitalización, no se puede desconocer los aspectos particulares y logros implícitos que caracterizan el proceso investigativo.
A nivel emocional y motivacional, Serrano (2000) menciona que las repercusiones se representan en experiencias de ansiedad, irritabilidad, disminución de la autoestima, sentimientos de soledad y tristeza. En contraste, durante el proceso que se lleva a cabo con los niños en situación de enfermedad y hospitalización, ellos demuestran interés y dedicación en la realización de las tareas, además su receptividad es una constante ante las indicaciones que se les suministran.
Las estrategias psicológicas en el hospital, considerando los planteamientos de Guijarro y Torres (1990) posibilitan generar sensaciones de esperanza, identidad y utilidad. De esperanza porque los niños a pesar de la situación de enfermedad y hospitalización, continúan con su estilo de vida en lo que respecta a las actividades académicas, de forma que el desarrollo de las tareas posiblemente genera un ambiente de normalización (Mejía & Gonzáles, 2006). Una sensación de identidad, porque el proceso implica que el niño sustituyera su rol de paciente al de estudiante. Por otra parte, se presenta una sensación de utilidad, porque los niños al desarrollar las tareas, probablemente perciben que están siendo productivos en comparación con actividades que realizan comúnmente en el hospital, como ver televisión, permanecer recostados en la cama o pasear por los corredores.
Al respecto de los aspectos cognitivos, las consecuencias por la situación de enfermedad y hospitalización pueden verse reflejadas en pensamientos disfuncionales del niño, al percibir el hospital como un medio hostil y amenazante (Serrano, 2000). De forma contraria, en el proceso para potenciar el desarrollo de la escritura narrativa, los pensamientos de los niños se focalizan en la importancia de fortalecer pautas sobre la escritura narrativa, y una percepción agradable de escribir textos narrativos durante su hospitalización.
Los aspectos conductuales, según López y Álvarez (1995), las alteraciones del comportamiento por la situación de enfermedad y hospitalización pueden verse reflejadas en conductas de agresividad, oposicionamiento, dependencia afectiva, retraimiento, evitación, entre otras. Contrariamente, los niños que hacen parte del estudio, participan activamente formulando preguntas, solicitando explicaciones y desarrollando las tareas. Además los niños mantienen una comunicación e interacción constante con el grupo investigador, por lo que es probable que las pautas de enseñanza - aprendizaje y socialización con los niños, permitan a los pacientes pediátricos asumir conductas adaptativas. Así por ejemplo, durante el proceso no se evidencia llanto, inconformidad, aburrimiento, retraimiento o agresividad.
Finalmente es preciso mencionar que el desarrollo de la investigación permite alcanzar el objetivo general propuesto ya que por medio de la intervención que implica pautas de enseñanza - aprendizaje entre niños y el grupo investigador, se promueve el desarrollo de la escritura narrativa.
En concordancia con los postulados de Vigotsky, retomados por Ellis (2005), al iniciar el proceso los niños se encuentran en un nivel actual de desarrollo respecto a la escritura narrativa, luego alcanzan un nivel potencial de desarrollo, al realizar las tareas con el apoyo de una persona cognitivamente más competente. En este caso, el apoyo se consolida por parte del grupo investigador, con la creación y aplicación de las tareas, así como con las estrategias de intervención, que cabe resaltar incluyen la construcción e implementación de una cartilla para la escritura narrativa, a fin de facilitar el refuerzo de conocimientos y habilidades para el manejo gradual de pautas sobre coherencia, cohesión, ortografía - puntuación, estilo narrativo y revisión.
Para finalizar, se puede destacar que a partir de la aplicación de las tareas así como el método microgenético, se reconoce que los estudios interventivos se pueden realizar en el ámbito hospitalario, siendo de gran aporte a la misión de las instituciones de salud, en lo que refiere a garantizar el desarrollo integral del paciente. Es importante entonces, considerar problemáticas escasamente abordadas a nivel nacional y regional en el contexto hospitalario pediátrico, como lo es la desvinculación del niño del sistema educativo y sus repercusiones en el ritmo del aprendizaje.
Siendo igualmente importante que ante estas problemáticas que empiezan a generar reacciones de la sociedad, la academia y las instituciones hospitalarias, el profesional de la psicología sea parte de la solución, ya que su formación le permite considerar de manera integral las problemáticas que se generan por la situación de enfermedad y hospitalización en la infancia, y asimismo diseñar como desarrollar estrategias de intervención para atenuar e incluso prevenir los efectos negativos.
Respecto al ámbito hospitalario es importante señalar que las estrategias psicológicas implementadas pueden proporcionar al niño un ambiente de normalización, ya que posibilitan crear condiciones con las cuales el paciente pediátrico siente lo menos posible las repercusiones de la enfermedad, el ingreso al hospital y la separación del ambiente familiar como social (Mejía & Gonzáles, 2006). Para este caso, el promover el desarrollo de la narrativa a través de la escritura de cuentos por parte de los niños usuarios del HILA, podía implicar que ellos se mostraran más activos o motivados frente a la construcción de la escritura y específicamente potencializaran sus habilidades en la narrativa, incluso podían iniciar o dar continuidad al procesos o hábitos que favorecieran su reingreso al ámbito educativo; por otra parte lograr una adecuada adaptación a la situación de hospitalización.
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