Editorial. Las memorias y las narrativas en la investigación
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Información del autor: Argeli Arango Vásquez. Psicóloga de la Universidad del Valle, maestreando en Psicología Línea de profundización teórica en Psicología Social de la misma universidad. Miembro del Grupo Estudiantil y Profesional de Psicología Univalle – GEPU. Editora Revista de Psicología GEPU y Coordinadora de la Línea de Investigación Praxis y Transformación Psicosocial del Grupo de Investigación GEPU. Correo electrónico:
Correo electrónico: argeli.arango@correounivalle.edu.co
Referencia Recomendada: Arango, A. (2016). Editorial. La memoria y las narrativas en la investigación. Revista de Psicología GEPU, 7 (2), 5-6.
“Somos nuestra memoria, Somos ese quimérico museo de formas inconstantes,
Ese montón de espejos rotos” - Jorge Luis Borges
Es un honor para mí presentarles la nueva edición de la Revista de Psicología GEPU, Volumen 7 Número 2, la cual corresponde al último número que acompaño como Editora de este maravilloso proyecto que nació desde uno de los grupos estudiantiles de Psicologia en la Universidad del Valle, y que con orgullo hemos sostenido por más de 8 años, camino que nos ha dejado importantes aprendizajes y que nos ha permitido a muchos, ahora profesionales, formarnos como sujetos políticos a partir de las experiencias concretas que hemos vivido en los distintos procesos organizativos y escenarios académicos dentro y por fuera de la Universidad, elementos que hacen parte de nuestra memoria como Grupo Estudiantil y como Revista Académica.
Es precisamente sobre “La memoria” una de las cuestiones que quiero hacer mención en el presente artículo. Al respecto, algunos autores se han aproximado a una definición de Memoria que va más allá de la restitución anacrónica del pasado, como lo afirma Vázquez, F. (2001) la memoria se define como proceso y producto, construido a través de las relaciones y prácticas sociales, donde el lenguaje y la comunicación juegan un papel fundamental. De igual manera, el autor hace un llamado a abandonar la concepción tradicional de la memoria como una posesión individual, basada en la capacidad de conservar huellas más o menos exactas de cosas pasaron; por el contrario, nos invita a ver la memoria como una acción social encaminada a ayudarnos en la negociación de lo que nos está pasando.
La memoria como producto construido a partir del lenguaje, nos hace un llamado a destacar la importancia de las narrativas que se construyen alrededor de un fenómeno y que reflejan una interpretación de dicho fenómeno, pero no constituye “la verdad” sobre él, en este sentido, Ricoeur (1999) como recurso filosófico, le otorga importancia al uso de la hermenéutica, introduciendo a Gadamer con el tema del sentido y del significado, parte del supuesto ontológico que la verdad no existe, así como tampoco existe “el hecho”, de este modo lo que tenemos es un repertorio del pasado que nos permite explorar e indagar, puesto que en términos fenomenológicos, sin pasado no hay contenido, en este sentido la experiencia seria el pasado mismo. El pasado sería lo que conecta el presente y el futuro.
Este postulado está en consonancia con uno de los paradigmas de investigación en ciencias sociales, que es el socioconstruccionismo, el cual plantea que la realidad no existe sino que es producto de una construcción; así como tampoco existe el sujeto sino más bien unas subjetividades. Igualmente, a los comportamientos les corresponde una trama de significados que subyacen, en este sentido, la función del lenguaje es expresar la realidad subjetiva teniendo en cuenta que esta experiencia está enmarcada en un tiempo determinado.
El acontecimiento tendría una serie de tramas narrativas, las cuales, según Ricoeur (1999) serían susceptibles de ser interpretadas, dicha posibilidad de interpretación es un legado de las ciencias de la religión y que ahora es asumido por los teóricos sociales para explicar los fenómenos de orden social. En este sentido, la pregunta que me subyace es ¿Que implica interpretar? ¿Que implica dar sentido? Habría que considerar primero que todo, la comprensión de la función social del lenguaje y el carácter compartido del sentido que le otorgamos a las cosas.
En este sentido, la memoria, por su parte, aparece como lo menciona Vázquez, F. (2001) como el eje de construcción del pasado, pero también del futuro, en tanto que dota de continuidad a la realidad y da sentido al presente. El principal aporte de este autor frente a la investigación en memoria, es entender que esta no obedece a una serie de colección mental de recuerdos más o menos compartidos acerca de hechos ya sucedidos e inmodificables; sino que por el contrario, la memoria se convierte en un mecanismo de reconstrucción y resignificación de elementos vivos no inertes, que están presentes o requieren ser incorporados al imaginario social, bien sea de una comunidad o colectivo, como una necesidad socialmente compartida de reactivación de la realidad pasada y presente y, en esa medida, de la proyección del futuro.
De ahí la importancia de las narrativas en la investigación, así como de la interpretación de dichas narrativas; de interpretar los sentidos, partiendo del supuesto que la verdad es un sentido; la verdad como texto, no como un hecho tangible, y ésta es fruto de la interpretación. De manera que uno comprende el fenómeno con un efecto explicativo, en este sentido explicar más es narrar mejor, lo que hace la investigación es de alguna manera cualificar la narración.
De este modo, abrimos la presente edición de la Revista de Psicología GEPU, agradeciendo a todos los que me apoyaron en el trabajo Editorial de la Revista, quienes construyeron conmigo todo un repertorio de historias que fuimos presentando en cada una de las ediciones, a modo de investigaciones, que no son otra cosa que narrativas acerca de un fenómeno. Seguimos pues, extendiendo la invitación a todos y todas (estudiantes, profesionales, docentes, líderes de movimientos sociales y políticos) a participar de los próximos números de la revista, enviando sus artículos, estudios de caso y/o reseñas que nos permita seguir avanzando en la interpretación de diversos fenómenos en nuestros contextos.
Referencias
Ricoeur, P. (1998). Tiempo y narración: Vol. 1. México: Siglo veintiuno.
Ricoeur, P. (1998). Tiempo y narración: Vol. 2. México: Siglo veintiuno.
Ricoeur, P. (1999). Tiempo y narración: Vol. 3. México: Siglo veintiuno.
Vázquez, F. (2001). Memorias, desmemorias y olvido. En Vázquez, F., La memoria como acción social. Relaciones, significados e imaginario, (1 ed., pp. 13-60). Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, S.A.
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