Percepción de la responsabilidad social universitaria en estudiantes y docentes universitarios en paraguay: Un estudio piloto
Norma Coppari de Vera &Gerónimo Codas
Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” / Paraguay
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Norma Coppari de Vera (M.S., M.E.). Dra. en Psicología por UC; Master en Ciencia del Comportamiento por UNAM-IZTACALA, Master em Educación por UA, Docente e investigadora de UAA y UCA. Tutora del Postgrado de Psicologia UNAM, Categoría Investigador Nivel II, Sistema Nacional de Investigadores de Paraguay, Programa Nacional de Incentivo a Investigadores (Pronii) CONACYT. Directora de CDID y Editora de la Revista Científica de Psicología EUREKA-UCA. Past Representante Nacional SIP-Paraguay Científico Terapeuta del Comportamiento. Coordinadora del Comité Científico-Académico del III Congreso Regional de la SIP-Paraguay. Directora y Fundadora del CEFEC “Centro de Formación en el Enfoque Comportamental”. Correo electrónico: norma@tigo.com.py
Gerónimo Codas. Lic. En Psicología por UCA. Aux. de cátedra en UCA y UniNorte. Correo electrónico: gerocodas@gmail.com
Recibido: 18 de Julio de 2016
Aprobado: 27 de Noviembre de 2016.
Referencia recomendada: Coppari, N., & Codas, G., (2016). Percepción de la responsabilidad social universitaria en estudiantes y docentes universitarios en paraguay: un estudio piloto. Revista de Psicología GEPU, 8 (1), 61-79
Resumen: Se evalúa en un estudio piloto la percepción de estudiantes y docentes de una universidad privada de Asunción, Paraguay, sobre las prácticas de Responsabilidad Social Universitaria en su institución. Para tal efecto, se utilizan versiones adaptadas de un cuestionario desarrollado por Vallaeys, De la Cruz y Sasia (2009) mediante un muestreo tipo bola de nieve. El tamaño final de la muestra es de 83 participantes, distribuidos en 79 estudiantes de entre 18 y 27 años de edad (M=21,5; DS=1,8) y 4 docentes de entre 53 y 72 años de edad (M=61; DS=7,9). Los resultados indican que los componentes de “Prácticas ambientales” y “Transparencia y democracia” son los más seriamente comprometidos en esta institución; por otro lado, “Desarrollo personal y profesional”, “Derechos humanos, equidad de género y no discriminación”, y “Comunicación y marketing responsable” se encuentran ligeramente más desarrollados, aunque aún queda un gran número de ítems incumplidos en comparación con otras universidades de América Latina y España.
Palabras clave: Responsabilidad Social Universitaria, Docentes, Estudiantes
Abstract: The present pilot study focuses on the evaluation of University Social Responsibility as perceived by students and teachers from a private university in Asuncion, Paraguay. To measure this variable, two adapted versions of the Vallaeys, De la Cruz and Sasia questionnaire (2009) are used through a snowball sampling. The final sample size is constituted by 83 participants, distributed among 79 students aged between 18 and 27 years old (M=21,5; DS=1,8) and teachers between 53 and 72 years old (M=61; DS=7,9). The results indicate that “Environmental practices” and “Transparency and democracy” are the most seriously compromised components in this institution; besides, “Personal and professional development”, “Human rights, gender equality and nondiscrimination” and “Responsible communication and marketing” are slightly more developed, although there are still many unaccomplished items compared to other Latin-American and Spanish universities.
Keywords: University Social Responsibility, Teachers, Students.
Introducción
Resulta dificultoso definir el concepto de Responsabilidad Social debido a la multiplicidad de prácticas que se encuadran bajo el mismo. Sin embargo, como bien lo explican Vallaeys, de la Cruz y Sasia (2009), todas estas prácticas tienen como factor común el estar construidas sobre la búsqueda del desarrollo sostenible. Una vez orientadas hacia este último concepto, las distintas prácticas derivadas de la Responsabilidad Social se dirigen hacia la consecución de objetivos tan variados como “Buena gobernabilidad”, “Gestión de los impactos medioambientales y sociales”, “Diálogo y rendición de cuentas con las partes interesadas” y/o “Alianzas para participar en el desarrollo sostenible”. Más específicamente, la Responsabilidad Social Universitaria (de ahora en más, “RSU”) comprende el impacto de las instituciones de educación terciaria en cuatro ámbitos (Vallaeys et al., 2009):
• En primer lugar, el ámbito organizacional se refiere a la relación de la universidad tanto con su personal como con el medioambiente.
• En segundo lugar, el eje educativo hace alusión a la formación académica de los estudiantes, no solo en cuanto a capacidades profesionales, sino también en cuanto a competencias morales y concepción del mundo.
• En tercer lugar, el aspecto cognitivo define la responsabilidad de las universidades como productoras de conocimiento y comunicadoras del mismo a los distintos sectores sociales.
• Por último, el ámbito social se refiere al involucramiento de estudiantes y docentes en la solución de problemáticas externas a la institución. Así, la universidad se constituye como agente impulsor del desarrollo y generador de capital social.
El concepto de RSU surge como consecuencia de la Iniciativa Interamericana de Capital Social, Ética y Desarrollo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en respuesta al conjunto de problemáticas sociales y ecológicas que atraviesa América Latina, ante las cuales se considera que las universidades juegan un papel excesivamente contemplativo (Ayala y Hernández, 2015).
A este respecto, Vallaeys (2006) plantea que la RSU se constituye en un cambio de paradigma pedagógico: la universidad deja de tener una orientación hacia la adaptación y el ajuste de estudiantes y docentes a la realidad laboral a través del aprendizaje de técnicas y conceptos rígidos, para enfocarse en la modificación de la realidad en conjunto con diferentes componentes sociales.
Como describe el trabajo de Ayala y Hernández (2016), las universidades se constituyen históricamente como instituciones al servicio de sectores sociales dominantes. Esta realidad tiene un viraje durante la segunda mitad del Siglo XX, cuando se plantea que el avance del conocimiento en aulas y laboratorios debe orientarse al servicio del desarrollo social. Sin embargo, el planteamiento anterior se ve apeligrado por la competitividad del mercado. Vallaeys (2003) describe cómo la enseñanza universitaria se ve cada vez más supeditada a maximizar las ganancias y minimizar los costos, teniendo en cuenta solo marginalmente la forma en que esta consigna puede mermar la perspectiva ética de las ciencias y la tecnología. Este trabajo en particular surge de una necesidad de autoevaluación de la Educación Superior en el Paraguay. El marco contextual se caracteriza por un gran número de instituciones educativas relativamente nuevas, ante las cuales se presenta la duda de si presentan una orientación real hacia el compromiso social, o de si surgen con el beneficio financiero como objetivo principal. En cuanto a las universidades más tradicionales del país, la situación se enmarca en una situación de crisis y la necesidad de un cambio. Teniendo en cuenta las situaciones mencionadas, la presente investigación cobra especial relevancia.
En esta misma línea, cabe mencionar el trabajo de Ayala y Hernández (2016), quienes evaluaron las creencias sobre RSU de 500 estudiantes universitarios en cuatro países de Latinoamérica. Dicho estudio exhibe como hallazgo principal que el 45,2% de la muestra está totalmente de acuerdo con que no se percibe discriminación por género, raza, nivel socioeconómico u orientación política o sexual en sus respectivas universidades. Por otra parte, los datos indican que el componente más relegado de la RSU es el referido al cuidado del medio ambiente, aun así, los puntajes medios obtenidos en esa escala no pueden ser considerados como negativos.
Rosales y Herrera (2016) se enfocaron en la percepción de los estudiantes de sexto semestre en adelante sobre la responsabilidad social universitaria en una universidad pública de Nayarit, México. Se utilizó un diseño mixto cualitativo-cuantitativo, se recogieron los datos a través de una encuesta distribuida de manera no probabilística. Los resultados arrojados indican que 39% de los estudiantes estaba totalmente en desacuerdo con el enunciado “La institución propicia participación social del estudiante con diversos sectores sociales”, 47% declaró estar parcialmente de acuerdo en percibir “Un campus responsable en cuanto a respeto, cordialidad, equidad”, 34% estuvo de acuerdo con que “La universidad le brinda formación ética y ciudadana que le ayude a ser una persona socialmente responsable”, y finalmente el 42% estuvo parcialmente de acuerdo con que “A través de las diversas materias su universidad permite relacionarse en proyectos de investigación que tengan pertinencia social”.
También son de interés los resultados encontrados por Fernández (2013), en su estudio de corte cuantitativo realizado en un grupo de universidades españolas. Se analizaron las acciones de responsabilidad social de estas instituciones. Se encontró que el 88,2% de las universidades estudiadas realizan acciones comprometidas con la mejora de la salud de sus trabajadores y acciones deportivas. Alrededor del 50% de las universidades estudiadas demostró acciones comprometidas con el medio ambiente. En cuanto a las acciones de compromiso con el desarrollo social, el 73% de las universidades analizadas mostró un resultado positivo.
Objetivo General: Determinar la percepción de cumplimiento de indicadores de Responsabilidad Social Universitaria (RSU), que tienen dos sectores académicos de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas, Facultad de Derecho y Facultad de Medicina de una Universidad Privada Confesional de Asunción Paraguay, a través del Cuestionario de Prácticas de Responsabilidad Social Universitaria (Vallaeys et al., 2009) adaptados a estudiantes y docentes.
Objetivos Específicos:
1. Describir la distribución de ambas muestras según las variables sociodemográficas, años de trayectoria en docencia universitaria (en el caso del grupo de docentes) y curso en el que los participantes se encuentran inscriptos (en el caso del grupo de estudiantes).
2. Describir la tendencia y distribución de las respuestas de los docentes en cuanto a percepción de las prácticas de responsabilidad social universitaria en su institución.
3. Describir la tendencia y distribución de las respuestas de los estudiantes en cuanto a percepción de las prácticas de responsabilidad social universitaria en su institución.
Método
Participantes: Se realizó un muestreo tipo bola de nieve, con una muestra final de 83 participantes, 79 de los cuales son estudiantes y los 4 restantes son docentes. Las edades comprendidas en el grupo de estudiantes están entre 18 y 27 años (M=21,51; D.E.=1,85); las del grupo de los docentes están entre 53 y 72 años (M=61; D.E.=7,96). Todos los participantes pertenecen a una Universidad Privada de la ciudad de Asunción.
Mediciones: Se aplicaron cuestionarios de identificación. El correspondiente a los docentes recolecta datos sociodemográficos e incluye ítems como “Carrera donde ejerce” y “Años de docencia”. El cuestionario de identificación elaborado para estudiantes incluye datos como “Edad”, “Carrera” y “Curso”. Además, se utilizaron dos adaptaciones del cuestionario de prácticas de Responsabilidad Social Universitaria (Vallaeys et al., 2009), una de ellas para el grupo de estudiantes y la otra para el grupo de docentes.
En líneas generales, el instrumento es una encuesta con formato tipo Likert con seis opciones de respuesta (1: totalmente en desacuerdo; 2: en desacuerdo; 3: parcialmente en desacuerdo; 4: parcialmente de acuerdo; 5: de acuerdo; y 6: totalmente de acuerdo).
La encuesta puede analizarse en cinco escalas (Ayala y Hernández, 2016):
Desarrollo personal y profesional: Se refiere a la calidad de las relaciones interpersonales, así como del clima laboral entre los trabajadores.
Derechos humanos, equidad de género y no discriminación: Indica la presencia o ausencia de cualquier tipo de discriminación, así como la percepción del grado de equidad de género existente en la institución.
Prácticas ambientales: Esta escala evalúa tanto la accesibilidad del campus para personas con necesidades especiales como las medidas tomadas por la institución en cuanto a la protección del medioambiente.
Transparencia y democracia: Se tiene en cuenta la percepción de los participantes en cuanto a la transparencia en la elección y la gestión de las autoridades universitarias, la coherencia entre los principios que declara la institución y sus prácticas, y el grado en que los funcionarios son informados sobre temas que les conciernen.
Comunicación y marketing responsable: Se refiere al criterio ético demostrado en los mensajes y campañas publicitarias impulsadas por la universidad, así como el grado en que se utiliza las mismas para promover la responsabilidad social y la calidad de las relaciones con otras instituciones. En ambas versiones del cuestionario, se consignaban dos últimos ítems a responder: El primero consignaba “Elija una de las siguientes definiciones de Responsabilidad Social Universitaria con la que se identifica”. Las opciones de respuesta se mencionan en los resultados. El segundo ítem consignaba “Percibe que en su Universidad se dan buenas prácticas-RSU en:”. Este ítem permitía elegir múltiples respuestas; las opciones se mencionan en los resultados.
Procedimiento: Se realizó la adaptación del instrumento para los participantes del estudio dada la extensión del mismo, se diferenciaron la versión orientada a los docentes de la orientada a los estudiantes. Luego, se procedió a contactar con las autoridades de la institución donde se llevaría a cabo el estudio, asegurando la autorización y cooperación de las mismas. Se realizó un Conversatorio de sensibilización con docentes y estudiantes de todas las carreras de Ciencias Humanas que se dictan en la Universidad, en el cual participaron integrantes de las carreras de Ciencias de la Comunicación, Ciencias de la Educación, Ciencias Políticas, Filosofía y Psicología.
A continuación, se realizó la recogida de datos a través de cuestionarios online, difundidos a través de correos electrónicos y redes sociales entre docentes y estudiantes de la institución mediante un muestreo tipo bola de nieve. La recogida de datos se realizó en un plazo de un mes. Finalmente, se procedió al análisis de los datos a través de una planilla en el programa informático Microsoft Excel (2013), donde se determinaron los estadísticos descriptivos de la muestra, las respuestas a cada ítem y el puntaje acumulado en cada escala.
Resultados
En cuanto a la distribución del grupo de docentes según variables sociodemográficas, carrera donde ejercen y años de ejercicio de la docencia, las edades de los 4 participantes de este grupo se encuentran entre los 53 y los 72 años, con una media de 61 años y un desvío estándar de 7,9 años. La totalidad de los docentes está casado y profesa la religión católica. La trayectoria como docente de cada uno de los participantes oscila entre los 9 y los 34 años, con un tiempo medio de 23,2 años y un desvío estándar de 10,9 años. Todos ellos enseñan en la carrera de psicología, y algunos lo hacen también en ciencias de la comunicación y lingüística.
En lo que concierne a la distribución del grupo de estudiantes según edad, los participantes tienen entre 18 y 27 años, con una media de 21,5 años y un desvío estándar de 1,8 años. Respecto al estado civil: 73 de los mismos se encuentran solteros, 5 indican estar en unión libre y 1 participante declara encontrarse casado. Con relación a las respuestas dadas en cuanto a creencias religiosas, 53 de los estudiantes se declaran católicos, 23 no profesan religión, 2 son evangélicos y 1 es judío. En lo que concierne a la situación laboral, 49 de los estudiantes se encuentran trabajando y 30 de ellos están desempleados.
En cuanto a la distribución de los estudiantes por carrera, 63 de ellos se encuentran cursando psicología, 6 estudian ciencias de la comunicación, 4 cursan derecho, la carrera de ciencias políticas cuenta con 3 participantes, mientras sociología cuenta con 2 y medicina con 1. En lo que respecta al año de la carrera en la que están inscriptos los participantes, 15 de ellos son del 2do año de la carrera, 14 del 3ero., 22 del 4to, 13 del 5to año y 8 participantes son estudiantes egresados en proceso de presentar sus trabajos de tesina. (Ver tabla 1 en PDF)
Se describen el promedio y la dispersión de las respuestas del grupo de docentes, los puntajes medios son un indicador de la valoración más bien baja con que califican los docentes, la ausencia de cumplimiento de estos indicadores en la institución. Sobrepasa la media del instrumento, los indicadores de “Derechos humanos, equidad de género y no discriminación” y el de “Comunicación y marketing responsable” ambos con un puntaje medio de 3,2 y (DS=1,3) y (DS=1,2) respectivamente, que aun requieren de mayores esfuerzos para su afianzamiento. La precariedad de políticas universitarias en “Prácticas ambientales” con una media de 2,1, (DS=1), y en “Transparencia y democracia” con 2,5 (DS=0,8) sobresalen y sorprenden ya que se trata de una institución confesional de valores cristianos que se espera tengan en su gestión de la RSU, desarrollos concretos y avanzados en dichos indicadores. (Ver tabla 2 en PDF)
En lo que refiere a la frecuencia de respuestas de los docentes por cada ítem, se observa que en la escala de “Desarrollo personal y profesional”, los docentes tienden a estar muy inconformes con el nivel de remuneración que reciben de la universidad, se encuentran satisfechos con los beneficios profesionales y sociales brindados por la misma, están parcialmente en desacuerdo con que la institución brinde oportunidades de desarrollo profesional y se declaran totalmente en desacuerdo con que la universidad les brinde facilidades para el desarrollo personal.
Respecto a la escala “Derechos humanos, equidad de género y no discriminación”, los docentes dicen estar en desacuerdo con que su universidad se encuentre promoviendo relaciones de solidaridad y colaboración entre el personal, expresan estar en desacuerdo con que exista un buen clima laboral entre el personal, también están en desacuerdo con que haya igualdad de género en las instancias de gobierno de la institución.
No obstante, declaran no percibir discriminación en el acceso a la docencia por motivos religiosos, género, orientación política o raza, como también que la institución es responsable con el personal no docente o administrativo. (Ver tabla 3 en PDF)
Consultados por la escala de “Prácticas ambientales”, los docentes tienden a estar en desacuerdo con que la universidad sea ambientalmente responsable, declaran no percibir que exista una política de cuidado del medioambiente en el campus ni medidas que promuevan la protección del mismo por parte de su personal o los estudiantes. En cuanto a la escala de “Transparencia y Democracia”, los docentes expresan estar en desacuerdo con que las autoridades hayan sido elegidas de forma democrática y transparente, se les informe acerca de las decisiones institucionales que les conciernen o de cuestiones económico-financieras, ni que la universidad presente prácticas coherentes con los principios que declara. No obstante, expresan que se sienten escuchados y pueden participar activamente en la vida institucional.
Respecto a la escala “Comunicación y marketing responsable”, los docentes dicen estar en desacuerdo con que las campañas de marketing de la universidad se lleven a cabo de manera responsable. En cuanto a los ítems “La universidad promueve relaciones de cooperación con otras universidades del medio” y “La universidad busca utilizar sus campañas de marketing para promover valores y temas de responsabilidad social”, las opiniones se encuentran divididas. (Ver tabla 4 en PDF)
En lo que refiere a la frecuencia de las definiciones de RSU dadas por los docentes, se observa que la definición más popular es: “La Responsabilidad Social Universitaria es la participación democrática de los grupos de interés internos (estudiantes, docentes, administrativos) y externos de la universidad en las orientaciones y decisiones de la institución”, habiéndola elegido 2 participantes. Solo un docente eligió “La Responsabilidad Social Universitaria es la responsabilidad de la universidad por los impactos sociales y ambientales que genera, a través de una gestión ética eficiente”.
Si bien la muestra de docentes es muy poco representativa, la distribución de las respuestas dadas por los docentes en este punto de la encuesta, coincide con la percepción de bajo cumplimiento de los indicadores RSU por su institución, no esperan que la misma asuma el compromiso social que implica hacerse cargo de una gestión que administre lo que ella genera en el territorio de influencia que le corresponde de manera ética y eficiente. (Ver tabla 5 en PDF)
Respecto a la frecuencia de los indicadores de RSU percibidos por los docentes en la institución estudiada, se aprecia que la mayoría de los docentes perciben la existencia de recursos humanos y clima laboral, dos de ellos perciben la existencia de pastoral universitaria como educación responsable, al menos uno percibe equidad, género e integración; gestión social de conocimientos; doctrina social de la iglesia e integración curricular de la extensión. No se perciben buen gobierno y transparencia; medio ambiente y campus sostenible; trabajo en redes dentro de la academia; ni relaciones externas para el desarrollo. (Ver tabla 6 en PDF)
Puede observarse que el puntaje medio más favorable, sin ser lo óptimo, se registra en “Desarrollo personal y profesional”, de 4,1 (DS=0,85), seguido de “Derechos humanos, equidad de género y no discriminación” con 3,8 (DS=1), y el de “Comunicación y marketing responsable” con 3 puntos (DS=1). Los menos favorables se registran en “Prácticas ambientales” con 2,4 (DS=1), y “Transparencia y democracia” con 2,7 (DS=0,8). Comparativamente con la percepción de los docentes existe una apreciación más favorable por parte de los estudiantes en las mismas escalas.
Puede observarse que el puntaje medio más favorable, sin ser lo óptimo, se registra en “Desarrollo personal y profesional”, de 4,1 (DS=0,85), seguido de “Derechos humanos, equidad de género y no discriminación” con 3,8 (DS=1), y el de “Comunicación y marketing responsable” con 3 puntos (DS=1). Los menos favorables se registran en “Prácticas ambientales” con 2,4 (DS=1), y “Transparencia y democracia” con 2,7 (DS=0,8). Comparativamente con la percepción de los docentes existe una apreciación más favorable por parte de los estudiantes en las mismas escalas. (Ver tabla 7 en PDF).
En cuanto a la escala de “Desarrollo personal y profesional”, los estudiantes están parcialmente de acuerdo con que se den relaciones interpersonales de respeto y cordialidad, que el clima laboral sea bueno y que existan buenas relaciones entre el personal de la institución. (Ver tabla 8 en PDF)
Para “Derechos humanos, equidad de género y no discriminación”, los estudiantes están parcialmente de acuerdo en la no percepción de ningún tipo de discriminación, se sienten escuchados como ciudadanos y pueden participar como tales. Contrariamente, en la escala de “Prácticas ambientales”, los estudiantes están en desacuerdo con que el campus de la institución esté preparado para recibir a personas con capacidades especiales, o tome medidas para proteger al medio ambiente o capacite a su personal o a los estudiantes para el cuidado del mismo. (Ver tabla 9 en PDF)
En cuanto a la escala de “Transparencia y Democracia”, los estudiantes dicen estar en desacuerdo con que las autoridades se elijan de forma transparente y democrática, que las decisiones que toman las mismas sean democráticas, que los estudiantes se involucren adecuadamente en asuntos de la vida universitaria o que tengan suficiente participación en instancias de gobierno.
Tampoco perciben que exista libertad de expresión y correcta participación entre personal no docente, docentes y estudiantes, o que se informe correctamente a los estudiantes de asuntos que les conciernen o que exista coherencia entre los principios que declara la universidad y lo que se practica en el campus. Estos resultados coinciden con los obtenidos para los docentes.
Respecto a la escala “Comunicación y marketing responsable”, los estudiantes tienden a estar en desacuerdo con que las campañas de marketing de la universidad sean elaboradas de forma coherente con los principios expresados por la misma, que estos promuevan temas de responsabilidad social o que se promuevan relaciones de cooperación con otras universidades. (Ver tabla 10 en PDF)
En cuanto a la frecuencia con que los estudiantes eligieron cada una de las definiciones de RSU consignadas en el cuestionario. La respuesta más popular, elegida por 31 estudiantes, fue “La Responsabilidad Social Universitaria es la participación democrática de los grupos de interés internos (estudiantes, docentes, administrativos) y externos de la universidad en las orientaciones y decisiones de la institución”, coincidiendo con la elección de la mayoría de los docentes. Importante que 30 estudiantes hayan optado por “La Responsabilidad Social Universitaria es la responsabilidad de la universidad por los impactos sociales y ambientales que genera, a través de una gestión ética eficiente”, que, si bien no se corresponde con la gestión de la institución participante, es un paso importante que crean que la universidad debe tener RST expresada en una RSU eficiente y ética. (Ver tabla 11 en PDF)
En cuanto a la frecuencia con que los estudiantes perciben indicadores de RSU en su institución. 30 de ellos perciben doctrina social de la iglesia, 29 perciben equidad, género e integración y 25 perciben recursos humanos y clima laboral. En menor medida, 16 estudiantes perciben pastoral universitaria como educación responsable, así como relaciones externas para el desarrollo y 10 perciben gestión social de conocimientos. Finalmente, en menor cuantía, 7 perciben trabajo en redes dentro de la academia, 6 perciben medio ambiente y campus sostenible y 3 perciben buen gobierno y transparencia.
Discusión y Conclusión
La comparación de los resultados muestra que, en todas las escalas, el puntaje medio asignado por los estudiantes es ligeramente superior que el asignado por los docentes, mostrando una visión más positiva de los primeros hacia su institución. Cabe resaltar que las respuestas de los estudiantes tienden a ser más homogéneas que las de los docentes (el DS de los puntajes de los estudiantes es menor al de los puntajes de los docentes en casi todas las escalas). Esto podría indicar un sesgo en las respuestas de los docentes, ante lo cual se sugiere abarcar una muestra mayor en investigaciones futuras (la muestra del grupo de docentes en este piloto se constituyó de solo 4 participantes).
Más específicamente, en cuanto a los ítems compartidos por ambos cuestionarios (el de estudiantes y el de docentes), los estudiantes tienden a estar parcialmente de acuerdo (M=4,13; DS=1,05) con la afirmación “Existe un buen clima laboral entre el personal”; la visión de los docentes es ligeramente más negativa (M=3,25; DS=1,5).
Con respecto a la equidad de género en el acceso a instancias de gobierno en la universidad la mayoría de los estudiantes está parcialmente de acuerdo (M=4,29; DS=1,35) con la existencia de la misma, mientras los docentes tienden a estar en desacuerdo (M=3,25;DS=2,06). Con respecto a las medidas de cuidado al medioambiente en el campus universitario, los estudiantes tienden a no percibir la existencia de las mismas (M=2,54; DS=1,19) al igual que los docentes (M=2; DS=1,41), y este último grupo tiende a estar en desacuerdo con la afirmación “La universidad es ambientalmente responsable” (M=2,5; DS=1,29). En cuanto a la afirmación de que “El personal universitario recibe capacitación para el cuidado del medioambiente”, los alumnos se muestran en desacuerdo (M=2,49; DS=1,22) y los docentes se declaran muy en desacuerdo (M=1,75; DS=0,96). En cuanto a la afirmación “La organización de la vida en el campus permite a las personas adquirir hábitos ecológicos”, los estudiantes están en desacuerdo (M=2,25; DS=1,19) al igual que los docentes (M=2,25; DS=0,96). Con respecto a la afirmación “El proceso para elegir a las autoridades en la universidad es democrático y eficiente”, los estudiantes se muestran en desacuerdo (M=2,48; DS=1,25) al igual que los docentes (M=2,25; DS=0,96). En lo que concierne a la afirmación “Me siento escuchado como ciudadano y puedo participar activamente de la vida institucional”, los estudiantes tienden a declararse parcialmente en desacuerdo (M=3,17; DS=1,34) al igual que los docentes (M=3,5; DS=1,91). En relación con la afirmación “Me informan adecuada y transparentemente de todos los asuntos que me conciernen”, la mayoría de los estudiantes se declara en desacuerdo (M=2,37; DS=1,27), así como los docentes (M=3; DS=0,82). En cuanto a la afirmación “Hay coherencia entre los principios que declara la universidad y lo que se practica en el campus”, tanto los estudiantes (M=2,52; DS=1,19) como los docentes (M=2,25; DS=0,96) tienden a estar en desacuerdo. Por último, tanto los estudiantes (M=3,25; DS=1,26) como los docentes (M=3,25; DS=1,5) se muestran en desacuerdo respecto al enunciado “Se busca utilizar las campañas de marketing para promover temas y valores de responsabilidad social territorial”.
En lo que concierne a las definiciones de RSU elegidas en ambos grupos, la definición más popular, elegida por el 39,75% del total de los participantes, fue “La Responsabilidad Social Universitaria es la participación democrática de los grupos de interés internos (estudiantes, docentes, administrativos) y externos de la universidad en las orientaciones y decisiones de la institución”, seguida por “La Responsabilidad Social Universitaria es la responsabilidad de la universidad por los impactos sociales y ambientales que genera, a través de una gestión ética eficiente”, elegida por el 37,34% de los participantes. Esta última, conlleva la verdadera RST de la universidad manifiesta en su gestión de RSU, que para el caso requiere aun, de compromiso y permanente crecimiento en el cumplimiento de los indicadores evaluados.
En cuanto a los indicadores de RSU percibidos por los participantes, el más frecuentemente elegido fue “Doctrina social de la iglesia” (37,34% del total de los participantes), seguido de “Equidad, género e integración” (36,14%) y “Recursos humanos y clima laboral (34,93%). En menor medida, los participantes del estudio perciben “Pastoral universitaria como educación responsable” (21,68%), “Relaciones externas para el desarrollo” (19,27%), “Gestión social de conocimientos” e “Integración curricular de la extensión” (ambos con 13,25%).
Los indicadores menos frecuentemente percibidos son “Trabajo en redes dentro de la academia” (8,43%), “Medioambiente y campus sostenible” (7,22%) y “Buen gobierno y transparencia” (3,61%). Respecto de los antecedentes citados, puede decirse que la institución seleccionada para este estudio se encuentra rezagada en el desarrollo de la RSU en todos los aspectos. Por ejemplo, se toma en cuenta que tanto Ayala (2016) como Rosales (2016) encontraron índices más altos del cumplimiento de criterios de respeto y no discriminación en otras instituciones. Al mismo tiempo, tanto Ayala como Fernández (2013) describen un mayor compromiso institucional para con el cuidado del medio ambiente. Así también, tanto Rosales como Fernández encontraron índices más altos de proyectos de extensión universitaria. Estos datos revelan un atraso de la universidad estudiada con respecto a los estándares manejados en la región. Queda pendiente la incógnita de si estos datos son generalizables a otras universidades públicas y privadas de la ciudad de Asunción.
Analizando los datos citados anteriormente, se evidencia la necesidad de fortalecimiento que precisa la institución estudiada en todas las áreas de la RSU, especialmente, en cuanto al compromiso de la misma con el medioambiente, la gestión transparente y la participación democrática.
De igual manera, se hace patente continuar evaluando a las prácticas de RSU en otras instituciones de educación superior del Paraguay, de manera a tener una visión más amplia del estado de las mismas en el medio, teniendo en cuenta el carácter piloto exploratorio del presente estudio.
Referencias
Ayala, N. y Hernández, B. (2015) ¿Por qué hablar de Responsabilidad Social Universitaria- RSU?. Lo que piensan los docentes de Latinoamérica sobre el ámbito organizacional de la RSU”. Eureka, 12 (M), 196-213.
Ayala, N., y Hernández, B. (2016). La responsabilidad social universitaria en estudiantes de América Latina. Eureka 13 (1), 7-23.
Fernández, G. (2013) Responsabilidad Social Universitaria (Tesis de maestría). Universidad de Oviedo, Oviedo, España.
Martí, V. M., Almerich, G., Cifuentes, J. D., Grimaldo, M., Martí, J., Merino, C., & Pueta, I. C. (2011). Responsabilidad Social Universitaria: Estudio iberoamericano sobre influencia de la educación en la formación de profesionales responsables con la sociedad.
Rosales, M. S., Herrera, H. Y. C., & Escamilla, B. H. (2016) Responsabilidad social universitaria. Chihuahua: Universidad Autónoma de Chihuahua.
Salcedo, M.; Castañeda, H.; y Herrera, B. (2015). Responsabilidad social universitaria. Una reflexión de los estudiantes. Facultad de Contaduría y Administación: Universidad Autónoma de Chihuahua.
Vallaeys F. (2003). El Desafío de Enseñar Ética en la Universidad. Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, Perú.
Vallaeys, F. (2006). El aprendizaje basado en proyectos sociales. CD Multimedia Programa de Apoyo a Iniciativas de Responsabilidad Social, Ética y Desarrollo. Lima-Perú.
Vallaeys, F.; De la Cruz, C.; y Sasia, P. (2009) Responsabilidad social universitaria. Manual de primeros pasos, México D.F., México: McGraw-Hill Interamericana.
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