REVISTA DE PSICOLOGIA -GEPU-
ISSN 2145-6569
IBSN 2145-6569-0-7

   
 
  Comparación en el consumo de alcohol y daños asociados en hombres y mujeres adolescentes
 
Comparación en el consumo de alcohol y daños asociados en hombres y mujeres adolescentes

 

 

Rosa María Cortés Ramírez * / Universidad Internacional – México

 

Gabriela Eugenia López Tolsa Gómez ** / Universidad Internacional – México 



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* Estudiante de la Licenciatura en Psicología de la Universidad Internacional. Correo electronico: asor_1993@hotmail.com


** Licenciada en Psicología, Maestra en Ciencias del Comportamiento. Profesora a nivel pregrado de la Universidad Internacional. Correo electronico: gabrielaeugenia.89@gmail.com

 


Recibido: 1 de Noviembre de 2014
Aprobado: 29 de Diciembre de 2014
 

Referencia Recomendada: Cortés-Ramírez, R. M., & López-Tolsa, G. E. (2014). Comparación en el consumo de alcohol y daños asociados en hombres y mujeres adolescentes. Revista de Psicología GEPU, 5 (2), 44-54. 
 

Resumen: El alcoholismo es una adicción, una enfermedad crónica y progresiva que afecta el entorno familiar, de pareja y social, así como la salud física y mental de quien la padece. El objetivo del presente fue comparar el consumo de alcohol y los daños asociados a éste en hombres y mujeres adolescentes. Participaron 30 adolescentes, 15 hombres y 15 mujeres con edades entre 17 y 20 años de la ciudad de Guadalajara, México. El instrumento aplicado fue una escala de elección binaria con 30 situaciones que evalúa tres áreas: consumo de alcohol, daños a sí mismo y daños a otras personas. Los resultados indicaron que hubo más mujeres que hombres en la categoría de consumo moderado, sin embargo no existen diferencias significativas en el consumo de alcohol entre hombres y mujeres; por último, se encontró que ambos sexos tiene mayor puntaje en el área de consumo de alcohol, pero las mujeres tuvieron puntajes más altos en daños a sí mismos y a otros que lo hombres. 


Palabras Clave: Consumo de alcohol, Adolescentes, Diferencias por sexo, Daños por consumo de alcohol.

 

 

En el presente trabajo se aborda el tema del consumo de alcohol en adolescentes, en primera instancia se describen algunos factores, patrones y riesgos de la ingesta de alcohol en adolescentes; luego se describen brevemente las diferencias asociadas al consumo de alcohol en hombres y mujeres; y por último se pretende comparar el consumo de esta sustancia y los daños asociados en hombres y mujeres adolescentes, mediante la aplicación de un instrumento.


González (2005) señala que el alcoholismo es la dependencia al alcohol, una enfermedad de largo plazo caracterizada por la tolerancia a un consumo continuo y que progresivamente va aumentando, añade que en los sujetos dependientes al alcohol predominan los problemas físicos, psiquiátricos, familiares y sociales. De la misma forma, Schaffer, Arizaga, Albarenque y Haseitel (2004) comentan que es una enfermedad compleja caracterizada por depender del alcohol tanto física como psicológicamente, y la incapacidad de detenerse o abstenerse. Por lo tanto, entenderemos que el alcoholismo es una adicción, una enfermedad crónica y progresiva que afecta el entorno familiar, de pareja y social, así como la salud física y mental de quien la padece.


El inicio temprano e incremento en el consumo de alcohol en adolescentes puede derivar en una mayor probabilidad de desarrollar alcoholismo en la vida adulta, por lo que es importante que se detecten patrones de riesgo desde edades tempranas para prevenir futuros problemas. Debido a lo anterior, se ha realizado una gran cantidad de investigaciones relacionadas con el tema del alcoholismo, sin embargo, por cuestiones de espacio a continuación se presenta sólo una breve revisión de algunos trabajos en los que se estudiaron los patrones y factores del consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes de 12 a 20 años de edad.


Cicua, Méndez y Muñoz (2008) llevaron a cabo un estudio en el que participaron 406 adolescentes bogotanos de ambos sexos con edades entre 12 y 17 años. Para le estudio se utilizaron dos instrumentos: una ficha de datos y el Inventario Situacional de Consumo de Alcohol. Los resultados indicaron que el inicio de consumo de alcohol se da en promedio a los 6 o 7 años de edad, que el lugar en donde los adolescentes consumen con mayor frecuencia es en la casa de algún amigo y que la cerveza parece ser la bebida alcohólica más consumida por los participantes.


De forma similar, Salamó, Gras y Front-Mayolas (2010) llevaron a cabo una investigación para conocer el patrón y los factores asociados al consumo de alcohol. Ellos administraron un cuestionario que trataba de recoger información de variables como patrones de consumo de alcohol, influencia social y la percepción de la peligrosidad a 1624 estudiantes entre 12 y 18 años. En cuanto al patrón de consumo de alcohol se encontró que el 21.7% de hombres y 20% de mujeres son consumidores actuales de esta sustancia. Respecto a la influencia social, se encontró que los amigos y la familia juegan un papel importante en el consumo de alcohol. Además, se observó que los consumidores de alcohol lo perciben como menos peligroso que los no consumidores.


De forma similar al estudio anterior, Salcedo, Palacios y Fernanda (2011) realizaron una  investigación con el objetivo de conocer cuáles son los patrones de consumo de alcohol. Ellos aplicaron una encuesta a 787 estudiantes de Bogotá. De forma general, los resultados arrojaron que un 39% de los participantes consumen alcohol con el propósito de relajarse y que el principal motivo que los lleva a embriagarse suele ser de carácter emocional.


Por otro lado, Schaffer, Arizaga, Albarenque y Haseitel (2004) realizaron una investigación que tuvo por objetivo conocer cuál es la prevalencia de consumo de bebidas alcohólicas en un grupo de jóvenes estudiantes. Aplicaron una encuesta a 496 hombres y a 563 mujeres, de 14 a 20 años de edad. EL 69% de la muestra declaró consumir alcohol; el 62% dijo consumir alcohol en grupos y fiestas; y el 83% dice conocer los efectos nocivos de esa bebida para la salud.


De forma similar, Guzmán Facundo y Alonso Castillo (2005) encontraron que el 80% de los adolescentes participantes en su estudio había consumido alcohol por los menos alguna vez en su vida y el 62.2% en los últimos 30 días. Los adolescentes de 18 o más años muestran mayor consumo de alcohol que los adolescentes menores de 18 años de edad y los jóvenes y adolescentes que integran a grupos sociales tienen el hábito de consumir alcohol durante al menos seis meses antes del estudio.


Por otro lado, Juárez, Mora y Natera (2005) comentan que el consumo de alcohol puede deberse a la búsqueda de sensaciones placenteras y de bienestar, a facilitar la socialización y a disminuir el estrés. También señala que puede tener consecuencias tales como accidentes automovilísticos y propiciar las conductas agresivas.


Debido a que el objetivo del estudio es hacer una comparación entre hombres y mujeres adolescentes, se creyó conveniente revisar algunas investigaciones sobre las diferencias que se han reportado en el consumo de alcohol y factores asociados al mismo entre ambos sexos. Se presenta un breve resumen a continuación.


Natera, Borges, Medina-Mora, Solís y Tiburcio (2001) realizaron una investigación con el objetivo de evaluar el riesgo del uso excesivo de alcohol en hombres y mujeres con historia familiar de consumo de alcohol. Se aplicó la Encuesta Nacional sobre Adicciones a 12 581 individuos entre los 12 y 65 años de edad en una población urbana. Se encontró que los hombres tienen una prevalencia de consumo frecuente de alcohol de 12.7%; mientras que para las mujeres fue de 0.6%. Respecto a la historia familiar con ingesta de alcohol, el 7.9% de los hombres y el 0.4% de las mujeres tenían antecedentes familiares.


Por otro lado, Mariño, Berenzon y Medina Mora (2005) realizaron una investigación para conocer si se presenta el Síndrome de Dependencia al Alcohol en hombres y mujeres según los criterios del DSM-IV. Evaluaron a 211 hombres y 100 mujeres que acudieron a una clínica de atención para los problemas relacionados con el consumo de alcohol. Los resultados respecto la frecuencia de consumo fueron que el 60.7% de los hombres y el 52% de las mujeres bebían alcohol todos los días; mientras que el 21.3% de los primeros y el 19% de las segundas consumían alcohol 5 o 6 días a la semana. Los hombres reportaron consumir en promedio 11.7 copas por ocasión, mientras que las mujeres dijeron consumir 4.2 copas. Respecto al síndrome de dependencia al alcohol, se encontró que 50% de las participantes cumplieron con al menos 3 de los 7 criterios del DSM-IV, en comparación al 82% de los hombres evaluados.


De forma similar, Gómez-Maqueo, Gómez Hernández, Morales Rodríguez y Pérez Ramos (2009) evaluaron 915 alumnos de bachillerato de la Cuidad de México utilizando el test AUDIT y el DAT-10. Ellos encontraron que los hombres presentan mayores niveles de riesgo tanto en el consumo de alcohol como en el de drogas, en comparación con las mujeres.


Por otro lado, Montero Bancalero (2006) realizó una investigación con el objetivo de conocer los factores que influyen en que hombres y mujeres alcohólicos consuman alcohol. Los resultados indicaron que en las mujeres alcohólicas existe un mayor índice de dependencia de alcohol por acontecimientos vitales previos tales como depresión, padre o hermano alcohólico, maltrato físico, pareja alcohólica y abuso sexual en la infancia, en comparación a los hombres. Las consecuencias derivadas de la dependencia al alcohol en mujeres son la pérdida de dignidad y ser víctimas de agresión, así como la ruptura de la relación de pareja y rechazo de parte de los hijos. Por otro lado, las consecuencias para los hombres incluyeron ideación suicida y accidentes de tráfico, así como apoyo por parte de la pareja y problemas psicológicos en sus hijos.


 

Planteamiento del Problema


De acuerdo a lo mencionado anteriormente, las amistades, los familiares y otros grupos sociales con antecedentes de consumo de bebidas alcohólicas influyen en que los adolescentes consuman alcohol (Cicua, Méndez y Muñoz,2008; Guzmán Facundo y Alonso Castillo,2005; Montero Bancalero,2006; Natera et al, 2001 y Salamó, Gras & Front-Mayolas, 2010); también se ha reportado que  hay más adolescentes que sí consumen  alcohol que los que no consumen (Gómez-Maqueo et al ,2009; Salamó, Gras & Front-Mayolas,2010 y Salcedo, Palacios & Fernanda,2011); que la prevalencia de consumo de alcohol,  suele ser mayor en hombres que en mujeres (Mariño, Berenzon y Medina Mora,2005; Natera et al, 2001; Schaffer et al,2004 y Salcedo, Palacios & Fernanda,2011); y que el consumo de alcohol puede derivar en consecuencias negativas a nivel personal, familiar y social (Juárez, Mora & Natera, 2005; Montero Bancalero, 2006). Sin embargo, no se ha evaluado directamente si el consumo de alcohol y los daños ocasionados por el mismo son diferentes en hombres y mujeres adolescentes, por lo tanto, el objetivo del presente fue comparar el consumo de alcohol y los daños que éste provoca en hombres y mujeres adolescentes.


 

Método


 

Participantes


Se encuestaron 30 adolescentes, 15 hombres y 15 mujeres, con edades entre 17 y 20 años residentes en  la ciudad de Guadalajara, Jalisco. 

 


Instrumento


Se diseñó un instrumento ex profeso con el objetivo de conocer cuáles son los riesgos en adolescentes de 17 a 20 años de edad por el consumo de alcohol (Anexo 1). 


La prueba es una escala de elección binaria (Sí/No) con 30 situaciones (Ej. “Has manejado alcoholizado”.) que pretenden detectar qué áreas son las más afectadas a causa del consumo del alcohol.


Las áreas evaluadas son: “Daños a sí mismo” (DM), que consiste en saber los daños físicos, de salud, emocionales y  de conducta que ha tenido el participante por consumir bebidas alcohólicas; “Daños hacia terceras personas” (DD), que consiste en conocer si el adolescente ha ocasionado algún daño físico a familiares, amigos y a la sociedad en general por su patrón de ingesta de alcohol; y el “Consumo de alcohol” (CA) que consiste en conocer cuánto y cada cuando es su consumo y si el consumirlo lo hace abandonar sus actividades diarias. Se incluyeron 10 ítems por cada área.


Al evaluar esas áreas es posible estimar qué tanto el adolescente ha sido afectado por su consumo de alcohol. Para obtener los puntajes se calificó la prueba cuantificando el número de respuestas “Sí” y se asignó al evaluado en una de las siguientes categorías: alcohólico, consumidor moderado, consumidor sin repercusiones, consumidor esporádico y no consumidor. A mayor puntaje, mayor afectación. Los puntajes de asignación para cada clasificación se muestran en la Tabla 1.

Tabla 1. Se muestra la clasificación de afectaciones del consumo de alcohol. Los puntajes indican el número de reactivos en los que se haya contestado “Sí”.

 

Categoría

Puntajes

 

 

Alcohólico

20 a 30

Consumidor moderado

15 a 20

Si consumen alcohol pero no les trae repercusiones

10 a 14

Su consumo es muy esporádico

1 a 9

Probablemente no han probado el alcohol

0

 



Procedimiento


Para la aplicación de este instrumento se acudió a diferentes lugares que son puntos de reunión de los adolescentes. La participación fue anónima, voluntaria e individual, además a cada persona se le indicó cual era el objetivo de realizar esta prueba. Se les otorgó el protocolo y se les dieron las siguientes instrucciones: “En esta prueba se te muestran diferentes situaciones, hay que señalar con un ‘X’ la respuesta con la que te identifiques según la situación que se te presenta, contesta con la mayor sinceridad y seriedad posible”.


Resultados


De acuerdo al objetivo del presente, la escala aplicada se calificó de forma individual, contabilizando el número de respuestas afirmativas (“Sí”), de forma que a mayor puntaje, mayor riesgo representa el consumo de alcohol.


Figura 1 (Ver en PDF)


En cuanto a los puntajes individuales, el análisis de los datos indicó que de las 15 mujeres encuestadas, siete se asignaron a la categoría de consumo esporádico, cinco en la de consumo sin repercusiones aparentes y tres en la de consumo moderado, como se observa en la Figura 1. De la misma forma, en los hombres se observó que siete tienen consumo esporádico, seis de ellos consumen pero no les genera repercusiones aparentes y dos presentan un consumo moderado (Figura 2).


Figura 2 (Ver en PDF)


Por otro lado, se obtuvo el promedio de los puntajes de hombres y de mujeres para poder compararlos; se realizó una prueba T para muestras independientes, con un nivel de significancia de 0.05 y se encontró que no hubo diferencias significativas, como se puede observar en la Figura 3. Es importante destacar que aunque los datos se distribuyeron de forma normal,  hubo bastante variabilidad en los casos individuales.


Figura 3 (Ver en PDF)

Respecto a las áreas evaluadas, se encontró que los participantes de ambos sexos tienen mayor puntaje en el área de Consumo de alcohol (CA) que en las de Daños a sí mismo (DM) y Daños a los demás (DD). Las mujeres tienen mayor puntaje en las áreas DM y DD que los hombres, mientras que ellos obtuvieron mayores puntajes en el área de CA, en comparación con las mujeres, como se muestra en la Figura 4.

Figura 4 (Ver en PDF)


Discusión

Una vez analizados los resultados, se hizo una comparación de los hallazgos con lo que se ha reportado en la literatura. 

A diferencia del estudio realizado por Salamó, Gras y Front-Mayolas (2010), en el que encontraron que menos de la mitad de los adolescentes del estudio no habían consumido alcohol,  en la presente investigación se encontró que todos los adolescentes evaluados han consumido alcohol, lo cual puede deberse a la diferencia de edad, pues los participantes de aquel estudio tenían entre 12 y 18 años y los de este estudio tenían entre 17 y 20 años. Por otro lado, Guzmán Facundo y Alonso Castillo (2005) encontraron, al igual que en el presente, que todos sus participantes habían consumido alcohol al menos una vez, observando mayores consumos en adolescentes de más de 18 años. 

El aparente incremento en el consumo de alcohol por adolescentes puede deberse a la influencia de amigos y familiares (Natera et al., 2001), ya que se ha reportado que una familia con historia de adicción al alcohol puede influir en que un adolescente empiece a consumir bebidas alcohólicas, pues lo consideran una conducta ‘normal’, debido al modelo que tienen en casa. 

El aumento en el consumo de alcohol en adolescentes también puede deberse a factores que son vinculados con el contexto escolar, como lo son el grado de satisfacción escolar, autoconcepto académico, repetición de curso, sensación de presión escolar, entre otros, ya que diversos estudios han demostrado que a los alumnos que les disgusta la escuela tienden a comenzar a fumar y beber antes que los que les gusta el estudio (Carrasco, Barriga & León, 2004). La mayoría de los participantes del estudio se encontraban en el periodo crítico de fin de la preparatoria e inicio de la universidad o vida laboral.

De forma general se ha reportado en otros estudios (Mariño, Berenzon & Medina Mora, 2005; Natera et al, 2001; Schaffer et al, 2004 y Salcedo, Palacios & Fernanda, 2011) que los hombres tienen mayores consumos de alcohol, sin embargo en el presente se encontraron más mujeres con consumo moderado (mayor puntaje en la prueba) que hombres. Estos resultados son semejantes a lo reportado en el estudio de Londoño, García, Valencia & Vinaccia, (2005)., aunque los resultados de ellos  fueron un poco más variables que los del presente, pues encontraron adolescentes dependientes al alcohol y no consumidores, mientras que en el presente ninguno de los participantes obtuvo un puntaje que lo colocara en alguna de las categorías extremas (Tabla 4).
 
Las diferencias entre hombres y mujeres, así como con otros estudios pueden deberse a influencias particulares de los amigos y la familia de los participantes (Salamó, Gras y Front-Mayolas, 2010). La diferencia entre sexos también puede deberse a que las mujeres suelen tener un mayor consumo debido a acontecimientos de afectación psicológica (Montero Bancalero, 2006), o tener causas de carácter emocional  (Salcedo, Palacios y Fernanda, 2011), como el paso de la adolescencia a la juventud que coincide con la edad de los participantes.

Tanto hombres como mujeres obtuvieron mayores puntajes en la categoría de consumo de alcohol (CA), en comparación con las categorías de daños a sí mismo (DM) y daños a los demás (DD), lo cual se puede deber a que el consumo sólo lo estén haciendo por influencia de la sociedad o por diversión y lo ven como algo normal, sin pensar en las repercusiones que esto les puede ocasionar. 

Por otro lado, las mujeres mostraron puntajes más altos en las áreas de DM y DD que los hombres, mientras que ellos obtuvieron puntajes mayores en CA. Lo anterior puede explicarse si se toma en cuenta que las mujeres necesitan consumir menos copas de alcohol para embriagarse en comparación con los hombres (Juárez, Mora & Natera, 2005), lo cual puede derivar en mayores daños, ante un menor consumo en las mujeres; y un mayor consumo en hombres, con menos daños. De la misma forma, las mujeres tienden a buscar ayuda referente al consumo excesivo de alcohol ante una menor presencia de daños que los hombres (Mariño, Berenzon & Medina Mora, 2005), por lo que es probable que perciban como dañinas acciones que los hombres no perciben como tales.

En conclusión, parece ser que las mujeres adolescentes tienen un consumo ligeramente mayor al de los hombre, esto se puede deber a que la cultura de nuestro país ha cambiado y a que las mujeres se ven influenciadas por el sexo masculino; además de las afectaciones psicológicas, físicas y emocionales que se viven en nuestros tiempos. Sin embargo, es necesario ampliar el tamaño de la muestra para verificar la generalidad de estos resultados. 

De igual manera será importante realizar una investigación con el afán de conocer cuáles son los factores psicológicos y sociales que han alterado el patrón de consumo de alcohol en mujeres adolescentes. 

Referencias


Carrasco González, A. M., Barriga Jiménez, S. & León Rubio, J. M. (2004). Consumo de alcohol y factores relacionados con el contexto escolar en adolescentes. Enseñanza e Investigación e Psicología. 9 (002), 205-226.

 

Cicua, D., Méndez, M. & Muñoz, L. (2008). Factores en el consumo de alcohol en adolescentes. Pensamiento Psicológico, 4 (11), 115-134.

Gómez-Maqueo, E. L., Gómez Hernández, H. L., Morales Rodríguez, B. & Pérez Ramos, M. (2009). Uso del AUDIT y el DAST-10 para la identificación de abuso de sustancias psicoactivas y alcohol en adolescentes. Revista Colombiana de Psicología. 18 (1), 9-17.

 

González Cantú, H. (2005) Alcohol: cuanto es demasiado. Revista El Cotidiano, 20 (132), 78-33.

 

Guzmán Facundo, F. R. & Alonso Castillo, M. M. (2005). Adquisición del uso de alcohol en un grupo de adolescentes mexicanos: el efecto de la relación con amigos. SMAD, Revista Electrónica en Salud Mental, Alcohol y Drogas. 1 (2), 1-13.

 

Juárez, F., Mora Ríos, J. & Natera, G. (2005). Expectativas relacionadas con el alcohol en la predicción del abuso en el consumo en jóvenes. Salud Mental 2, 82-90.

 

Londoño, C., García, W., Valencia, S. C. & Vinaccia, S. (2005).   Expectativas frente al consumo de alcohol en jóvenes universitarios. Anales de Psicología, 21 (2), 259-267.

 

Mariño, M. del C., Berenzon, S. & Medina Mora, M. E. (2005). Síndrome de dependencia al alcohol: comparación entre hombres y mujeres. Salud Mental, 28 (4), 33-39.

 

Montero Bancalero, F. J. (2006). Aspectos psicosociales de la dependencia de alcohol en la mujer. Estudio comparativo entre hombres y mujeres. Salud y drogas. 6 (2), 197-214.

 

Natera, G., Borges, G., Medina-Mora, M. E., Solís, L. & Tiburcio, M. (2001). La influencia de la historia familiar de consumo de alcohol en hombres y mujeres. Salud Pública de México. 43 (1), 17-26.

 

Salamó Avellaneda, A., Gras Pérez, M. E. & Front-Mayolas, S. (2010). Patrones de consumo de alcohol en la adolescencia. Psicothema, 22 (2), 189-195.

 

Salcedo Monsalve, A., Palacios Espinosa, X. & Fernanda Espinosa, Á. (2011). Consumo de alcohol en jóvenes universitarios. Avances en  Psicología Latinoamericana, 29 (1), 77-97.

 

Schaffer, C., Arizaga, V., Albarenque, M. & Haseitel, B. (2004) Alcoholismo en la adolescencia. Revista de Posgrado de la VIa Cátedra de Medicina, (139). 


ANEXOS (Ver en PDF)


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