REVISTA DE PSICOLOGIA -GEPU-
ISSN 2145-6569
IBSN 2145-6569-0-7

   
 
  Efectos de un programa de intervención para el manejo de conflictos socioambientales en familias
Efectos de un programa de intervención para el manejo de conflictos socioambientales en familias
      
          
 
 
 

Mónica Patricia Acuña & Ketty Milena Herrera

 

   

 

Universidad de la Costa - CUC - / Colombia

 


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Acuña-Rodríguez Mónica Patricia. Psicóloga, Magister en Educación y Docente tiempo completo del Departamento de Ciencias Sociales, Programa de Psicología de la Universidad de la Costa CUC, Barranquilla. Grupo Cultura, Educación y Sociedad, línea de investigación en Gestión Ambiental. Correo: macuna6@cuc.edu.co.
 
Herrera-Mendoza Ketty Milena. Psicóloga, Magister en Psicología, Candidata a Doctor en Ciencias Humanas y Docente tiempo completo del Departamento de Ciencias Sociales, Programa de Psicología de la Universidad de la Costa CUC, Barranquilla. Grupo Cultura, Educación y Sociedad, línea de investigación en Gestión Ambiental. Correo: kherrera10@cuc.edu.co.
 
 
Recibido: 08 de Julio de 2019
Aprobado: 30 de Diciembre de 2019 
 
Referencia Recomendada: Acuña, M., & Herrera, K. (2019). Efectos de un programa de intervención para el manejo de conflictos socioambientales en familias. Revista de Psicología GEPU, 10 (2), 122-145.
 
Resumen: Los conflictos Socioambientales son la respuesta a las interacciones colectivas bajo un interés particular, los recursos ecológicos, su aprovechamiento, uso y privación. Por lo tanto, la presente investigación tiene como objetivo central evaluar el efecto de un programa de intervención para el manejo de conflictos Socioambientales en familias.  La investigación es de tipo Cuantitativa, de diseño cuasi-experimental. La muestra estuvo conformada por 130 participantes (Adolescentes y adultos). Los instrumentos utilizados fueron la Escala de Identificación de conflictos Socioambientales (ICS-AMBIENTAL), y la Matriz de Vester para la identificación causas y consecuencias de un problema central.  Los resultados encontrados permitieron resaltar diferencias significativas en las dimensiones de conflicto social y ambiental, siendo la dimensión ambiental la que presentó un efecto mayor. Finalmente se denotan cambios significativos en la medición del grupo experimental, resaltando en su mayoría un nivel de significancia (p<0,05), lo que reduce en su totalidad el grado de error en comparación con el pretest, lo que indica que la aplicación del programa de intervención, si disminuyó los conflictos en las familias Sucreñas y aumentó la comunicación asertiva entre los miembros de las comunidades.

Palabras clave: Conflictos Socioambientales, programa de intervención, familias, recursos ecológicos.

Abstract: Socio-environmental conflicts are the response to collective interactions under a particular interest, ecological resources, their use, use and deprivation. Therefore, the main objective of this research is to evaluate the effect of an intervention program for the management of socio-environmental conflicts in families. The research is of Quantitative type, of quasi-experimental design. The sample consisted of 130 participants (adolescents and adults). The instruments used were the Scale ICS- environmental, for the identification of socio-environmental conflicts and the Vester matrix for the identification of causes and consequences of a central problem. The results found allowed to highlight significant differences in the dimensions of social and environmental conflict, with the environmental dimension having the greatest effect. Finally, significant changes are denoted in the measurement of the experimental group, highlighting mostly a level of significance which reduces in its entirety the degree of error compared to the pretest.

Keywords: Socio-environmental conflicts, intervention program, families, ecological resources, which indicates that the application of the intervention program, if it diminished the conflicts in the Sucreñas families and increased the assertive communication among the members of the communities.
 
Introducción
  
Actualmente, las sociedades han sido activamente partícipes de los diferentes cambios y transformaciones en las personas y sus acciones, y en los que adicionalmente participan factores culturales, económicos, políticos, sociales etc. Es así como, en el caso particular, el manejo de los recursos naturales existe una demanda significativa en estudiar la relación del hombre con la naturaleza, y cuales han sido a través de los últimos tiempos los resultados en términos de comportamientos y actitudes hacia el medio ambiente. Como respuesta a esa dualidad hombre-naturaleza, aparece la Psicología ambiental, para aunar esfuerzos en el análisis y explicación de toda conducta que tenga relación directa con el entorno centrado en explorar los comportamientos que ocasionan el deterioro ambiental, o contrario a ellos los que permiten la conservación del entorno (Puertas & Aguilar 2006, citando a Corraliza (1997). Por otro lado, la Psicología social, para entender y explicar el comportamiento de los individuos en contextos sociales, desde las interacciones y propendiendo la búsqueda de su bienestar.
 
Si bien es cierto que los avances en términos de relevancia ecológica han sido numerosos, así mismo es notable observar que las relaciones colectivas y de participación con respecto al uso de los recursos se han visto afectadas, sobre todo por el impacto que se ha ocasionado en el ambiente debido a las acciones deliberadas de los individuos. A nivel Mundial, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (2012) (UNEP por sus siglas en inglés) a pesar de los avances significativos en los últimos 20 años con relación a la divulgación y marcha de acciones que promuevan la sostenibilidad ambiental, la situación aún es alarmante. Un tercio y la mitad de la superficie terrestre del planeta ha sido objeto de transformación por las acciones humanas.
 
Colombia, se distingue por ser considerado un país rico en biodiversidad, contemplando amplitud en flora y fauna, específicamente en bosques, selvas, mares, ríos, especies entre otros. Ha logrado el crecimiento de las actividades en relación a la utilización y explotación de los recursos, sin embargo, esto ha generado impactos y conflictos ambientales que han hecho propicio estudiar las diversas formas que utiliza el individuo para relacionarse con la naturaleza. 
 
Los conflictos ambientales entonces, surgen como consecuencia o resultado de la contaminación causada por una o varias personas raíz de la extracción de los recursos naturales que conllevan a críticas, diferencias, rivalidades, enfrentamientos, enmarcados en los intereses particulares y en afectaciones mayormente colectivas (Pérez, 2014).
 
Dentro de los 72 conflictos socio-ambientales más destacados que se presenta en el país, según Pérez (2014) la mayor parte se presentan en la región Andina y en la Costa Caribe, pues es aquí donde se encuentra el 90% de los habitantes del país, siendo el conflicto el resultado manifiesto en donde la población se ve más afectada por el impacto ambiental o la pérdida de acceso al recurso natural considerándose entonces en un 85% y la  zona es la que  se encuentra mayormente impactada con un porcentaje de 95,4%. Seguido de la a infraestructura con un 14, 1% y la minería con un 3,9%. 
 
Los conflictos Socio-ambientales hacen parte de un grupo de iniciativas en respuestas al modelo extractivo, con el fin de determinar las consecuencias ecológicas que se generan (Maillet, & Albala, 2018). Existen múltiples formas de observar los impactos ambientales que se dan como consecuencia de las actividades generadas por los conflictos. 
 
En Colombia el principal recurso afectado es el agua con un 30% de los casos, seguido por el suelo con un 24%, el paisaje y la biodiversidad tienen igualmente una participación del 24 y 22% respectivamente. Estas cifras coinciden los ecosistemas principalmente afectados, es decir; los ríos con un 36%, seguido de los bosques con un 24% y los páramos y el mar con un 7% para ambos. Los ecosistemas más afectados están ubicados en su mayoría en las zonas rurales, pero con una conexión importante. Casi el 85% de los conflictos se originan en zona rural. La población impactada o potencialmente afectada en el sector rural se aproxima a 1,9 millones de habitantes. En algunos casos se presentan conflictos en el área urbana. (Pérez, 2014).
 
En el Municipio de Sucre, Departamento de Sucre, los conflictos Socio-ambientales, específicamente por el uso del recurso hídrico, (caño) están latentes, esto debido a su ubicación geográfica, considerado zona baja del territorio Nacional Colombiano, con participación de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge, y el caño Mojana Pancegüita con un área de 3.889 kilómetros, de los cuales el 72% aproximadamente son humedales, conformados por ciénagas, caños, y ríos. La última década ha sido objeto de especial alarma para las comunidades puesto al deterioro ambiental creciente, como resultado de la contaminación y que es consecuencia del inadecuado uso de los residuos sólidos y líquidos que son arrojados en cualquier lugar por   la ausencia de los sistemas de alcantarillado y de rellenos sanitarios debido a la deforestación existente en las cuencas altas y medias de los ríos usando la sedimentación de cauces de estos cuerpos de agua (CORPOMOJANA 2012). 
A nivel social, los conflictos tal como lo expresa la Corporación para el Desarrollo Sostenible de la Mojana y el San Jorge CORPOMOJANA (2012), radican fundamentalmente en los derechos de uso y control del territorio que poseen los campesinos y pescadores de la región, y los cuales compiten con los intereses de los grandes ganaderos y son epicentros de desencuentros que desembocan en una crítica situación social e institucional. “El conflicto sobre la ocupación de ciénagas y playones se erige como uno de los más relevantes en el contexto del territorio” (p. 29).
 
Son las familias, en especial los adolescentes y adultos, que frecuentan choques y pugnas por la disposición y acceso de “porciones” del caño Pancegüita, denominados ¨puertos¨, que son invadidos o utilizados de manera arbitraria (arrojando basuras, creando puentes para bañarse, medios de traslado de un lado del rio a otro, y demás.) sin tener derechos correspondientes en términos de espacios y posición geográfica. Las consecuencias de lo anterior priman desde el ámbito ambiental,  social  y cultural,  manifestado en violencia de tipo físico y verbal por parte de los miembros, aumento de los índices de contaminación del caño, uso inadecuado del agua, manejo indebido de las tierras de las riveras del caño, por ejemplo: cuando se realizan excavaciones para realizar rellenos dentro de las casas u otras partes de las propiedades, las cuales ocasionan erosión en el talud de las vía principal causando deslizamientos de tierra, debilitando la vía, haciéndola en algunos tramos riesgosas para el tránsito vehicular y peatonal, lo que imposibilita la plantación de árboles por el debilitamiento e insuficiencia del terreno. 
 
Por consiguiente, surge la presente pregunta de investigación: ¿Cuáles son los efectos de un programa de Intervención Psicosocial en las familias del Municipio de Sucre para el manejo de conflictos relacionados con el uso del caño Pancegüita?
 
Teniendo en cuenta que los conflictos a nivel general hacen parte de la vida humana, y que son el resultado de un conjunto de relaciones propias de la dinámica existente en las comunidades, existen diversas tipologías que articuladas entre si logran determinar desde que perspectivas u horizontes participan los individuos y determinan cuáles son sus causas y consecuencias concretas, por tal razón es de especial el interés de la investigación los conflictos socio-ambientales, principalmente porque desde la psicología ambiental y social, son pocos los temas de esta índole, en especial por el uso de caños, que se hayan trabajado, correspondiendo históricamente a la rama económica y política históricamente estos abordajes.
 
Tal como lo expone Quiñones (2012) se denota poca presencia de las autoridades ambientales que se interesen por el desarrollo económico, donde exista escaza gobernanza ambiental, por lo que se hace necesario que el Sistema Nacional Ambiental desde la ejecución de programas alineados a las políticas de protección ambiental logre la erradicación de conflictos socio ambientales desde propuestas en las poblaciones locales, regionales y sobre todo en los ecosistemas estratégicos.
 
La prioridad para los entes gubernamentales debe ser reconocer la afectación inmediata de los grupos en condiciones en vulnerabilidad, que no están respaldados ni protegidos, refugiados en la pobreza que viven los países. Se debe trascender del conflicto por las luchas de territorio, poder y bienes económicos, y sensibilizar a la población frente a su comportamiento con el entorno, desde las actitudes y comportamiento, desde el uso y aprovechamiento deliberado de los recursos, y, sobre todo, desde la dinámica de relación entre individuos (Sauer, 2018).
 
Estudiar los conflictos socio-ambientales contribuye al cumplimiento de los objetivos generales de la ONU desde la promoción del respeto por los derechos humanos, reducción de la pobreza, lucha contra las enfermedades y protección al medio ambiente, el goce de paz y prosperidad y desde sus diversos programas tales como el  de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), implementado desde el año 2016 con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) también conocido como Mundiales, específicamente en el cumplimiento del objetivo 16 “Paz, justicia e instituciones fuertes” (PNUD, 2015). A su vez al séptimo objetivo del Milenio para garantizar la sostenibilidad del medio ambiente (ONU, 2015). Y finalmente desde la instalación de redes en América latina y el caribe con el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), desde el desarrollo de comportamientos compatibles con un desarrollo sostenible y justo socialmente.
 
En temas ambientales y de intervención; la familia como base de la sociedad, es indispensable en la ejecución de programas de intervención para la resolución de conflictos de orden, pues, la intención es desarrollar capacidades en los ciudadanos a través de la organización de los grupos, promoviendo el valor de la cooperación, la igualdad, la justicia, el respeto y el trabajo en conjunto; a fin de alcanzar la participación de los grupos. Por tal motivo el objetivo del presente artículo es determinar los efectos de un programa de Intervención Psicosocial en las familias del Municipio de Sucre para el manejo de conflictos relacionados con el uso del caño Pancegüita.
 
El conflicto relacionado con la ecología tuvo inicialmente sus fortalezas desde el campo netamente ambiental, aparecieron investigaciones realizadas específicamente en poblaciones indígenas y en comunidades rurales, mostrando los causantes de impactos en la naturaleza y la proliferación en el uso de los recursos naturales y como la justicia ambiental toma fuerza como ente de empoderamiento para mitigarlos a través de las fuentes de derecho. (De Pourcq, Thomas, Arts, Vranckx, León & VanDamme 2017; Walker, 2010; Barrow 2000; Bayramov 2017; Lecuyer, Rehema, White, Schmook, Lemay & Calmé 2018; Ensary, Camden & Schlaerth, 2016; Loja, Hossu, Razvan, Onose, Badiu & Manolache 2016; Liu, 2018; Roa 2017 y Bolte, Pauli & Hornberg 2011). 
 
De igual manera se da conocer estudios sobre la situación actual de los recursos hídricos, y como a través de la participación colectiva se protegen los ríos, humedales, lagos entre otros. (Ricaurte, et al., 2017; Roa, 2017; Williams, Rangel, Pranzini & Anfuso, 2018; Villegas, Ramos, Gonzales, Gonzalez & De plaza. 2017; Arias, Rodriguez, Bardos & Naidu 2018; Almanzan, Sanchez, Sarasa 2018; y Wolsink 2010).
 
La participación de entes políticos al análisis de las disputas por el acceso y uso de los recursos, motivó a otras ramas como las ciencias sociales a que se incluyeran, teniendo en cuenta que no solo el entorno estaba soportando los daños por el uso deliberado e los mismos, sino que además los individuos estabas cada vez afectando su dinámica relacional, y por ende las comunidades cada vez lograban acrecentar los choques y pugnas por el beneficio y apropiación de los recursos naturales. Es así como autores como Paz en los años 2014 y 2017; López, López y Millán en el 2017, decidieron mostrar datos relevantes de los conflictos Socio-ambientales presentados en México, destacando que éstos son procesos sociales complejos, desde el individuo y su estructura local y global, la cultura la naturaleza, que originan espacios de confrontación y en el caso de los recursos hídricos, lograron determinar que han permitido nuevas alianzas y redes como estrategias de lucha que han debilitado la interacción.
 
En cuanto a los conflictos Socio-ambientales en zonas rurales, específicamente por los recursos hídricos ha dado gran paso al estudio de la participación comunitaria, desde los contextos socio-ecológicos, los territorios, la gobernanza y los servicios ecosistémicos. Se necesita entender las transformaciones geográficas, los mecanismos de adaptación frente al cambio ambiental y la provisión de los servicios ecosistémicos desde el accionar de cada uno de los actores, además de comunicar que  cada miembros de una comunidad en particular asume que es el agua un derecho de todos, y por ende le otorgan el  mismo sentido de libertad y aprovechamiento a su uso, logrando la prolongación de las problemáticas y desencadenando otras que subyacen de la dificultad inicial (Apipalakul, Wirojangud, & Keow 2015; Rincón, Lara, Castro & Rojas, 2016). 
 
Si bien todos los conflictos Socioambientales movilizan a los actores de acuerdo a su relación con el entorno, los programas de intervención psicosocial juegan un papel crucial para la promulgación de armonía y convivencia pacífica entre las comunidades, así como el uso responsable de los recursos, promoviendo la participación y la justica social entre todos sus involucrados, por tanto, se han originado diversas técnicas y estrategias partiendo del reconocimiento de las necesidades, de las habilidades y competencias de los participantes, y desde la sensibilización frente a temáticas ambientales el foco central debe propender de las familias, los líderes comunitarios y de los entes locales, desde la tipología de conflictos presentados, sus causas y efectos. 
 
Es la intervención psicosocial la que contribuye a la atención de las problemáticas contextuales desde la mirada interdisciplinar, desde los escenarios de relación, y desde la búsqueda de transformaciones y cambios sociales que partan de la experiencia positiva y negativa de los involucrados. (Moreno & Molina 2018; Daher, Jaramillo & Rosati, 2018; Díaz & Silva 2018; Rodríguez, 2016 y Bohórquez, Cárdenas & Vides, 2015).
 
Conflictos Social
 
Desde la Psicología, estudiar los conflictos es un proceso que permite primeramente la identificación de factores participantes, tomando el comportamiento, como aquello que indiscutiblemente aparece de manera física, registrable y verificable. Siendo la actividad por la cual los individuos conservan y desarrollan su vida en relación con el ambiente, y así mismo generando respuestas que pueden ser cambiantes de acuerdo al tiempo y a las situaciones. (Galarsi, Medina, Ledezma & Sanin 2012). 
 
Según Pérez (2014) el conflicto hace parte de un constructo social que necesita de la participación de colectivos con diferencias cognitivas, situaciones sociales, dejando ver más que un acto individual y especifico, una necesidad plural, de ahí la condición del conflicto de definirse desde la relación con el otro, cuyo quiebre parte de las afirmadas diferencias. Se entiende entonces el conflicto, como aquella acción colectiva, que involucra la contraposición de intereses, opiniones, conceptos, ideas en torno a la percepción y comprensión de la realidad para cada involucrado. En otras palabras, se puede decir que es resultado de lo que el individuo asume del mundo, de la naturaleza, de los sujetos entre tanto interactúan, se organizan y se contraponen. El conflicto parte de la percepción y el comportamiento de lo que es humanamente incompatible, y cómo dicha incompatibilidad es manifestada en termino de acciones. (Cárcamo & Mena, 2017; Pérez, Zárate & Turbay 2011).
 
El conflicto es una necesidad del entorno social, toma como base el dinamismo como forma de actualizarse e innovar. El avance del conflicto hasta la generación de violencia dependerá de la flexibilidad o templanza con la que los grupos sociales cuenten para tomar control o reducir el conflicto (Pérez 2014, citando a Coser 1967). Es necesario precisar que la aparición de los conflictos no necesariamente atañe obligatoriamente a algo negativo, puede dar cabida a significativos aportes para la evolución de una sociedad, logrando alcanzar puntos comunes y llegar a consensos a favor delos intereses y avances en el tema mismo del conflicto. (Londoño, Guiza & Muñoz, 2012, citando a Fernández, 2007).

Conflicto ambiental
 
Diversos autores al estudiar el conflicto en torno a temas ambientales no hacen distinción alguna sobre el componente ambiental propiamente dicho, socio ambiental y ecológico/distributivo, no obstante, concuerdan en que hay factores que han surgido a través del tiempo y que no solo atañen a las disputas generales por diferencia de opiniones y acciones. El conflicto ambiental derivado entonces del conflicto social, permite la comprensión del accionar de los individuos o grupos que ponen en manifiesto contraposiciones o luchas de intereses, para lograr un daño ambiental o su reparación. Incluyen de igual manera las diferencia por la distribución de las externalidades, que ocasionan la escases, deterioro, privación y explotación de los recursos naturales (Sabatini & Sepúlveda, 2002), y que esté dado por diferentes percepciones y perspectivas que los involucrados tienen sobre el ambiente, siendo manifestadas a través de la conducta.
 
Los conflictos ambientales desde la historia han tenido detonantes que corresponden a lo que se conoce por justicia ambiental, y que antecede igualmente por el tema de racismo ambiental, por casos específicos presentados en los Estados Unidos en la época de 1982 (Pérez, 2012).  Precisamente esos antecedentes históricos de una sociedad enmarcados en la cultura; al ser traicionados por las reacciones de la comunidad a su hábitat o por el contrario cuando se intentan cambiar ese vínculo con el ambiente permiten el surgimiento del conflicto o choque ecológico.
 
Pérez, (2014) citando a ELJOT, (2012); Agarwal, (1994); Robbins, (2004) y Kousis, (1998) definen el conflicto ambiental como   las luchas  ocasionadas por las consecuencias de la contaminación en diversos grupos, o por los esfuerzos generados por la extracción de los recursos naturales, de los cuales muchos se transforman  en incidentes colectivos, que motivan a personas de un lugar concreto a expresar críticas, protestar o ejercer resistencia, presentando reclamos visibles sobre el estado del ambiente físico y los probables impactos en su salud o en su situación económica, que afectarían sus intereses y también los de otras personas y grupos. En mucha de las ocasiones se presenta una distribución inequitativa de los recursos lo que conducen a otros conflictos más amplios, de tierras, de género, de clase social, o étnicos.
 
Conflicto socio-ambiental
 
Autores como Sabatini & Sepúlveda (2002) han sido uno de los máximos precursores en la evolución del concepto de una manera unificada, y responde a la definición de conflicto socio-ambiental, haciendo una relación conjunta y directa de la dimensión social y ambiental, como enfrentamientos generados por el acceso y control de los recursos del medio ambiente, tierra, pero también de las aguas, minerales u otros.
 
Dentro de las  causas que anteceden a lo que el autor menciona, específicamente frente el uso del agua es, la justicia hídrica, la que influyó en los primeros conflictos, y desde el uso del agua los autores  Sabatini & Sepúlveda (2002), citando a Pérez (2010), afirman que se da por una distribución inequitativa, así como también por la exclusión de los derechos a la autogestión y representación democrática donde se toman las decisiones y se establecen las reglas, con el fin de promover mecanismos de resolución de conflictos de agua más efectivos y una distribución más justa de los recursos hídricos. Por lo tanto, no se pueden estudiar los conflictos dese las variables (social y ambiental) independientes. Las respuestas a los conflictos son desde las relaciones y los recursos.
 
Son entonces, los conflictos socio-ambientales los que dejan ver; más que un desacuerdo por temas ecológicos, formas de actuar en sociedad, siendo el medio ambiente un recurso aprovechable, pero también, un medio de interacción en donde las definiciones y concepciones tienen un papel protagónico incluyendo aspectos económicos, políticos y de orden territorial (Sabatini & Sepúlveda, 2002, citando a Orellana,1995). 
 
Ciertamente la resolución de conflictos socio-ambientales debe responder a la amenaza a la sostenibilidad, y a la promoción de conductas responsables con el medio ambiente, permitiendo adquirir estrategias para reorientar las relaciones sociales y así mismo contribuir al manejo adecuado de los recursos naturales, especialmente los recursos hídricos.
 
No se puede hablar de solución de los conflictos, sin contemplar la necesidad de intervención, y la mirada psicosocial aparece como respuesta integral que pretende reducir o prevenir situaciones que inciden a riesgos de orden social y personal, trabajando en las necesidades sociales de los grupos, comunidades, familias etc. Para el logro del cambio social y la emancipación desde el reconocimiento de las capacidades de los individuos. (Rizzo, 2009; Cassas & Lopez 2010; y Pelaez, Cañon & Noreña, 2007). 
 
Mayo & La France (1980) citados por Blanco & Rodríguez, (2007), exponen que la intervención psicosocial tiene una cercanía directa a una psicología social aplicable, razón que sustenta la escogencia de esta línea para la elaboración del programa.
 
Método
 
La presente investigación es desarrollada mediante un diseño cuasi-experimental, donde se contemplaron mediciones pretest-postest en grupo control y grupo experimental con la finalidad de comprobar si el programa de intervención psicosocial en las familias de del Municipio de Sucre producía cambios significativos en los conflictos por el uso del caño.
 
Participantes.
 
La población participante del presente estudio fueron familias del Municipio de Sucre, Departamento de Sucre, Colombia, específicamente adolescentes y adultos que habitaban en los diferentes corregimientos y donde se extiende el caño Panceguita. La muestra fue probabilística conformada por 130 sujetos con edades que oscilan de los 13 -70 años de edad, 80 para el grupo experimental y 50 para el grupo control.
 
Instrumentos de recolección de información.
 
Para la recolección de la información se utilizaron dos instrumentos: La Escala de Identificación de Conflictos de Conflictos Socioambientales, ICS-AMBIENTAL (Herrera y Acuña, 2018, en prensa) conformada por 24 ítems de acuerdo a dos dimensiones: Conflicto social y conflicto ambiental y que miden el uso del agua, uso de la tierra y le manejo de residuos. Es una escala tipo Likert con tres grados de medición (nunca, algunas veces, siempre). Se envió a jueces expertos, se realizaron los respectivos análisis psicométricos, obteniéndose una confiabilidad de 0,76 en la escala de alfa de Cronbach. La aplicación del instrumento permitió identificar los tipos de conflictos presentados en las familias por el uso del caño. Y un segundo instrumento para el diseño del programa denominado Matriz de Vester, que generó la causa de los problemas más recurrentes en las familias por el uso del caño.
 
Paz Socio-ambiental: Programa de Intervención Psicosocial diseñado
 
El programa de intervención psicosocial Paz Socio-ambiental ha sido diseñado para las familias, en especial la población adolecente y adulta, con la finalidad de buscar la solución efectiva de los conflictos de orden socio ambiental, especialmente por el uso del agua en las zonas rurales. Consta de un objetivo general, y cuatro objetivos específicos, cada objetivo tiene 3 actividades, para una totalidad de 13 actividades. (Ver tabla 1 en el PDF)
 
Tomando en consideración el diagnóstico inicial, apoyado en la escala aplicada y en el reconocimiento de las causas de las problemáticas en las familias, se decide colocar por cada objetivo del programa, actividades relacionadas con el uso del agua, siendo estos ítems los que se mostraron más débiles tanto en la dimensión social como la ambiental, fortaleciendo acciones que puedan llevar al ejercicio práctico,  para el manejo de los conflictos  consecuencia de los factores en mención,  sin embargo,  se articulan las tres situaciones (agua, residuos sólidos y uso de la tierra) en tal medida que las actividades contemplaran  y relacionaran en cada una de ellas la de mayor debilidad.
 
Resultados
 
Respondiendo a los objetivos planteados en el estudio se evidencian los resultados que se alcanzaron, en primer lugar, la identificación de los conflictos Socioambientales, y seguidamente la evaluación de los efectos obtenidos tras la aplicación del programa de intervención psicosocial en las familias del Municipio de Sucre por el uso el caño Panceguita. En cuanto a la dimensión de conflicto social, fue la que obtuvo los porcentajes menores en el pretest. Primeramente, en la situación relacionada con el uso del agua, seguida del manejo de los residuos y finalmente la situación del uso de la tierra. Y en la dimensión de conflicto ambiental, las situaciones ocuparon el mismo lugar. (Ver Tabla 2 en el PDF)
 
Desde la implementación de la matriz de Vester para la detención de problemáticas que facilitaran la elaboración del programa se encontró como tema central   los conflictos generados por el uso del caño, y con base a ellos se desencadenaron las identificando como problema crítico, la ausencia de programas sobre el uso adecuado del caño y el uso indebido del agua.
 
Efecto del programa Paz Socioambiental 
 
En primera medida se realiza una comparación de las puntuaciones en ambos grupos, encontrándose que a nivel general en el grupo control, no hubo cambios significativos en el pretest y en el postest, sin embargo, es preciso mostrar algunos ítems que requieren de especial observación de acuerdo dimensiones.
 
La dimensión de conflicto social resalta alguno de ellos: “por lo general arrojo las basuras al caño” paso de un 38,8% en el pretest a un 84,0% en el postest, así mismo en el ítem “arrojo botellas plásticas al caño y no pasa nada” de 36,7% a 80,0%, estos fueron los cambios mayormente notables. En cuanto a la dimensión de conflicto ambiental, tuvo menores cambios en el pretest en comparación con la dimensión Social. Los ítems a resaltar son los siguientes: “si corto un árbol tiro las ramas al caño pasó de estar en un 28,6% en el pretest a 76,0% en el postest, seguidamente “si el agua del caño alrededor de mi casa está más limpia, la utilizamos solo los que vivimos allí” de 38,8% a 64,0% y, “Solo un ítem mostró un cambio descendente, “corto un árbol en la rivera del caño, sin pedir permiso a nadie” de 46,9% en el pretest bajó a un 18,0% en el postest.
 
Con relación al grupo experimental, (grupo que recibió el programa) se pudo observar cambios significativos en ambas dimensiones. En cuanto a la dimensión social se observan diferencias que tienden hacia la favorabilidad en la mayoría de los ítems en especial en 4 de ellos: “me molesta que me critiquen cómo uso el agua del caño” de 45,7% en el pretest pasó a 100% en el postest; seguido de “no me interesa el uso que los vecinos le dan al agua del caño” de un 12,3% a un 92,5%. Solo dos de los ítems tuvieron una diferencia porcentual mínima hacia la desfavorabilidad,” para labores domésticas utilizo la tierra que esta alrededor del caño” de 35,8% en el pretest bajó 35,0% en el postest al igual que “me molesta si otras personas arrojan basura en mi parte del caño” con un 17,3% inicialmente y un 17,0% como porcentaje final.
 
Desde la dimensión de conflicto Ambiental, hubo mayores diferencias significativas que en la dimensión social, todos los ítems mostraron cambios favorables, sin embargo, se resaltan en los que más cambios se obtuvo, que fueron los siguientes: “si corto un árbol tiro las ramas al caño” pasó de un 39,5% en el pretest a un 100% en el postest, seguido de “todos los días tiro la basura al caño” de 38,3% a un 98,8%.
 
De acuerdo a los análisis desde la prueba estadística no paramétrica U de Mann Whitney, los resultados permitieron evidenciar que de los 24 ítems de la escala 17 marcaron una diferencia significativa, inclinándose hacia la hipótesis del investigador (H1) y 7 de ellos aceptaron la hipótesis nula (Hn).  
 
A continuación, se evidencian los Ítems por dimensión que mostraron significancia asintótica bilateral (= 0). En la dimensión de conflicto social 7 de los ítems se encuentran por debajo del nivel de significancia (p<0,05) “me molesta que me critiquen cómo uso el agua del caño”(p=0), “no utilizo agua del caño almacenada de días anteriores” (p=0),  “no me interesa el uso que los vecinos le dan al agua del caño”, “me molesta que mis vecinos utilicen la tierra de mis alrededores” (p=0),  “no acepto que mis vecinos critiquen la manera en la que hago uso de la tierra” (p=0),  “por lo general arrojo las basuras al caño” (p=0),  y “solo recojo la basura que hace parte de los alrededores de mi casa” (p=0). 
 
No obstante, de los 12 ítems totales de la dimensión en mención, 5 de ellos no obtuvieron el nivel de significancia esperado (p= >0,05). “arrojo botellas plásticas al caño y no pasa nada” (p=0,9), “utilizo el agua de cualquier parte del caño sin pedir permiso” (p=0,81), “La tierra que se encuentra alrededor de mi casa me pertenece” (p=0,2) y “para labores domésticas utilizo la tierra que esta alrededor del caño” (p=0,1) los cuales sobrepasaron el máximo nivel de error.
 
En cuanto a la dimensión de conflicto ambiental, 11 de los ítems tuvieron un nivel de significancia del 5%, “si el agua del caño alrededor de mi casa está más limpia, la utilizamos solo los que vivimos allí”, “en tiempos de sequía utilizo la cantidad de agua que considere necesaria”, “corto un árbol en la rivera del caño, sin pedir permiso a nadie”,” en épocas de invierno, tomo porciones de tierra de los alrededores del rio” “si corto un árbol tiro las ramas al caño”, “todos los días tiro la basura al caño”, “lo que boto al caño no contamina porque la corriente se lleva todo”,  el tapón que está en mi parte del caño lo boto en otros puertos”, el agua del caño que está al frente de mi casa me pertenece”,  “tomo la tierra de las riveras del caño porque no hará falta “todos con una valor (p=0). Sin embargo, solo un ítem no tuvo el nivel de significancia esperado, “utilizo gran cantidad de tierra para hacer puentes en mis alrededores” (p=0,2) que sobrepasó el máximo nivel de error. (Ver Tabla 3 en el PDF)
 
Posteriormente se realizó un análisis por dimensión en general del efecto que produjo el programa, de acuerdo a si nivel de significancia, encontrándose que para ambas dimensiones el grado de error =0%, lo que quiere decir que se contempla de lo expuesto por el valor de (p=<0,05) y respondiendo a la hipótesis del investigador. (Ver Taba 4 en el PDF) 
 
Conclusión
 
Los conflictos Socioambientales son el resultado de las divergencias, choques y pugnas que se presentan entre las personas, grupos, comunidades y que guardan relación con un recurso ecológico escaso, usado de manera indebida y o /deliberadamente, o que es cuestionable en términos de territorialidad. Por tanto, el desarrollo del presente estudio que tenía como propósito evaluar el efecto de un programa de intervención para el manejo de conflictos Socioambientales en familias, empleando instrumentos como la Escala de Identificación de Conflictos Socioambientales y la matriz de Vester, el  primero, utilizado para caracterización de los conflictos por cada dimensión y el segundo para elaboración del programa a partir del diagnóstico inicial, permitió mostrar cambios significativos en la investigación.
 
En cuanto a la caracterización de los conflictos Socioambientales,  en el pretest, indicó que la dimensión de conflicto social fue la que presentó los resultados más débiles, específicamente en la situación relacionada con el uso del agua, es decir que alguno de  los ítems como por ejemplo “utilizo el agua de cualquier parte del caño sin pedir permiso” mostraron  una mayor frecuencia   por parte de la población, en otras palabras, es una acción que realizan cotidianamente, que es autónoma y no depende de la aprobación de los demás habitantes. Continuamente se presenta el manejo de los residuos y el uso de la tierra en un nivel intermedio. 
 
En lo concerniente  a la dimensión de conflicto ambiental, aunque presentó menor debilidad,  tuvo algunas situaciones de igual ocurrencia en el uso del agua, específicamente en afirmaciones como “en tiempos de sequía utilizo la cantidad de agua que considere necesaria”, lo que indica que los individuos efectivamente utilizan el agua de acuerdo a las necesidades presentadas, demostrando menor  cuidado a temporadas de escasez de la misma y descartando la posibilidad de que el uso deliberado podría convertirla en  algo prontamente acabable. En un segundo momento se encontraba el manejo de los residuos, pero en este caso tuvo una cercanía de favorabilidad con el más alto porcentaje, y finalmente, el uso de la tierra.
 
Desde las observaciones derivada de los análisis se infiere que la dimensión de conflicto social, fue la que requirió de mayor atención al momento de diseñar el programa de intervención, y fue corroborado con del diagnóstico a través de la matriz de Vester destacándose en la ausencia de programas y el uso indebido del agua como problema igualmente crítico.
 
Con base a los resultados generados en el grupo experimental, fueron notorios los cambios significativos en ambas dimensiones, recordando que, aunque la dimensión de conflicto social, tuvo mayor debilidad en el pretest, su tendencia hacia la favorabilidad incrementó significativamente, no obstante, en solo dos de las situaciones, específicamente las que guardan relación con el manejo de los residuos y el uso de la tierra lograron unos valores mínimos hacia la desfavorabilidad. Lo anterior indica que la debilidad presentada en el Pretest, (uso del agua), fue transformada hacia lo positivo, tras la implementación en el programa que enmarcó las actividades con un fuerte componente en este aspecto.
 
Por su lado, la dimensión de conflictos ambientales desde el postest, enmarcó diferencias hacia la favorabilidad aún mayores, pues en todos los ítems los valores porcentuales aumentaron lo que indica que si hubo en su totalidad un efecto del programa.
 
Así mismo, en las dos mediciones (pretest y postest) mediante los análisis desde la prueba no paramétrica U de Mann Whitney evidencian que, si hubo diferencias significativas en ambas dimensiones, apoyando entonces la hipótesis que indica que el programa de intervención genera cambios favorables en los participantes con relación a los conflictos Socioambientales. En la dimensión de conflicto social, más de la mitad de los ítems tuvieron un porcentaje de error en cero, (0) especialmente en el uso del agua y en la dimensión de conflicto ambiental casi todos los ítems marcaron un nivel alto de significancia también en el uso del agua, y en las otras dos situaciones planteadas.
 
Discusión
 
En este apartado se resaltan varios aspectos. El primero de ellos; es que los conflictos Socioambientales presentados en las familias se originaban fundamentalmente por el uso de los recursos, en especial el agua, no desconociendo que las acciones generadas eran las causantes de dichos conflictos. En otras palabras, la población reconoce que, desaprovechar  el agua, usarla indebidamente, tirar basura, desaprovechar la tierra, perjudicaban al medio ambiente, sin embargo, el problema trasciende más allá, y enfatiza en cómo esta relación entre las personas, eran cotidianamente  aceptadas, y cuáles en general causaban molestias,  traduciéndose entonces en fuertes peleas, discusiones, agresiones físicas y verbales etc. y, considerando el factor  cultural como aspecto  que prima sobre las conductas que han sido reconocidas desde la historia, y reforzada  a través de los comportamientos  observados en el diario vivir (Ortiz, 1999).
 
Por tanto, contribuye a lo que autores como Sabatini & Sepúlveda. (2002), afirman cuando definen el conflicto socioambiental como la disputa por el acceso y el control de los recursos, en este caso el agua, pero aún más cuando hace la delimitación desde el conflicto social y el conflicto ambiental, confirmando que no se pueden estudiar los conflictos bajo las variables individuales, pues, las respuestas a los conflictos son desde las relaciones y los recursos. Razón por la cual la población Sucreña identifica los comportamientos favorables y no, hacia el ambiente, pero esto no se desvincula de los temas de poder, autonomía y disputa, es decir, lo social.
 
Aunque el programa mostró resultados favorables se debe seguir trabajando en esta línea, reconociendo la importancia que los conflictos Socioambientales han tenido en la última década, aumentando la necesidad de intervención por los cambios que han sopesado las sociedades tras   las fuertes necesidades ambientales.  Primeramente, desde la dimensión social de los conflictos, pues en la mayoría de la población se deben propiciar espacios de convivencia, adaptación y aceptación de las diferencias, respeto a los espacios y la territorialidad, en concordancia, con lo que expone Apipalakul, Wirojangud, y Keow, (2015), cuando afirma que la solución a los conflictos Socioambientales, especialmente por el uso de los recursos hídricos se logra si hay participación activa de las partes interviniente, como también el aumento  del trabajo en torno a las actitudes hacia el medio ambiente desde los grupos. Y, en la dimensión ambiental, lograr que el comportamiento responsable hacia los recursos sea sostenible en el tiempo, y sobre todo que se articulen de la misma manera a los espacios de fortalecimiento social.
 
En cuanto al programa, es necesario potenciar actividades de acuerdo a las situaciones que más débiles se presenten, al igual que el tiempo de intervención. Metodológicamente, es posible apoyarse de otros instrumentos validados, que no solo midan los conflictos Socioambientales, sino también las actitudes hacia el ambiente, y más cuando las poblaciones intervenidas tienen características particulares, especialmente si son de zonas rurales. Así mismo, los programas deben contemplar todo tipo de población, por ejemplo, la infantil, integrando actividades de conocimiento, entrenamiento, promoción y prevención en los temas Socioambientales de acorde a sus necesidades y alcance. 
 
Por último; articular permanentemente a los entes territoriales, líderes comunales, y demás miembros de las comunidades que logren movilizar a los grupos, desde la continuidad, auto sostenibilidad, y el ejercicio cotidiano enmarcado en la responsabilidad social- ambiental.

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