El gran sueño afro diaspórico
Quien no conoce su historia está condenado a repetirla
Este gran sueño afro diaspórico llegó como un rayo de luz y de esperanza para millones de negros chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio, pero 170 años después, el negro aun no es completamente libre, 170 años después, la vida del negro aun es tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación, 170 años después el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material, 170 años después el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad y se encuentra desterrado en su propia tierra (Luther, 1963).
Es necesario presentar esta condición cruel e inhumana que padecen las comunidades negras en Colombia y en todo el mundo, cuando los gobernantes de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la constitución y de la declaración de independencia firmaron un pagaré del que todo afrodescendiente habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad (Luther, 1963).
En la actualidad se puede observar que a los ciudadanos negros se les ha dado un cheque sin fondos, un cheque que ha sido devuelto con el sello de fondos insuficientes, pero nos rehusamos a creer que el banco de la justicia racial haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bodegas de la oportunidad de este país, por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia (Luther, 1963).
Se debe recordar la urgencia impetuosa del ahora. Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de tomar tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el momento de hacer realidad las promesas de democracia y equidad social. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación social hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para el pueblo negro (Luther, 1963). Es el momento de sacar de nuestros corazones las tempestades de odios, rencores, arrogancia y falta de fe, debemos unirnos todos como hermanos e hijos de Dios y dirigirnos hacia la roca sólida de la fraternidad, solidaridad, empatía social y amor social.
Porque sería fatal pasar por alto la urgencia del momento y no darle la importancia a este gran sueño de lograr un cambio significativo en la calidad de vida de las comunidades negras (Luther, 1963). Las problemáticas que pasan los afrodescendientes se pueden representar como un fuerte verano ardiente en el cual su inmenso calor los oprime constantemente. Es por eso que ojalá este gran sueño de cambio no pase hasta que no haya un otoño vigorizante de libertad y equidad social, en toda Colombia y el mundo entero (Luther, 1963).
Este gran sueño no es el fin sino un gran comienzo, un comienzo de cambio para el pueblo negro (Luther, 1963). Y es por eso que continuamente debemos pedirle a Dios fortaleza para cambiar lo que no podemos aceptar y resiliencia para aceptar lo que no podemos cambiar (Yvonne, 1944). Como pueblo negro no podemos permitir que la marginación social y racial nos lleve a caer en la desesperanza, debemos trabajar sin descanso hasta lograr un cambio social y la abolición total de la discriminación racial.
Es muy frustrante y cruel observar que los jóvenes negros siguen siendo segregados socialmente y excluidos para ocupar puestos laborales solamente por su color de piel. (Luther, 1963). Es precisamente por estos hechos que los remolinos del clamor social continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de justicia racial.
Como afrodescendientes siempre debemos llevar presente que cuando caminemos por el cálido umbral que conduce a la justicia no podemos cometer actos de injusticia social o racial, así como los que hemos padecido nosotros (Luther, 1963). Porqué acciones injustas solo generan más acciones injustas, acciones violentas sólo generan más acciones violentas y acciones racistas solo generan más acciones racistas (Mandela, 1918). Es por eso que en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde en la sociedad. Debemos guiarnos por el amor y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos y sobre todo amar a Dios sobre todas las cosas (Luther, 1963).
No busquemos satisfacer nuestra sed de justicia y libertad bebiendo de la copa de la amargura, el odio, el rencor y la arrogancia. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la fraternidad y la hermandad. Nunca podemos permitir que nuestra protesta ancestral degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentra la fuerza del amor con la fuerza de la colaboración (Luther, 1963).
El racismo, la marginación y la segregación racial no debe conducirnos a la desconfianza de las personas blancas, porque si no confiamos en nuestros hermanos no avanzaremos como sociedad, ya que blancos o negros, indígenas o judíos, protestantes o católicos, su destino esta unido al nuestro, y su libertad esta inextricablemente ligada a la nuestra (Luther, 1963). Todos hemos sido creados iguales por nuestro padre celestial. No podemos caminar solos, ya que solos puede ser que vayamos más rápido, pero unidos como hermanos llegaremos más lejos. Y al hablar debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. Nunca podemos volver atrás (Luther, 1963). Hasta que el amor se haga costumbre (Márquez, 2022).
Como afrodescendientes padecemos discriminaciones raciales y tribulaciones a lo largo de nuestras vidas, y estas tribulaciones y discriminaciones tienden a volverse más complejas cuando nos queremos superar y mejorar nuestra calidad de vida. A tal grado de discriminación racial y segregación social nos encontramos que ser negros es como estar en una cárcel de exclusión racial donde nuestro único y más grande delito es ser negros. Pero es más tormentoso ver que esta cárcel tiende a extender su ferocidad para sus prisioneros cuando además de ser afrodescendientes se nace en buenaventura y en la pobreza extrema.
Todos los afrodescendientes han sido golpeados por las tormentas de la exclusión racial y derivados por los vientos de la segregación social (Parks, 1913). Pero siempre deben continuar adelante ya que son los veteranos del sufrimiento y la muestra viva de que la resiliencia lo puede todo, deben continuar trabajando con la convicción de que el sufrimiento que no es merecido es emancipador. Esta situación puede y será cambiada, no se sumerjan en el valle de la desesperanza (Luther, 1963).
A pesar de todas las dificultades que atraviesa la diáspora africana en Colombia y en todo el mundo yo aún tengo un sueño, es un sueño profundamente arraigado en la libertad que soñaron nuestros ancestros africanos esclavizados y martirizados (Little, 1954).
Poema
El gran sueño afro diaspórico
Tengo un sueño, que un día la diáspora africana se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo; afirmamos que estas verdades son evidentes y que todos los hombres son creados iguales (Luther, 1963).
Tengo un sueño, que un día en el Norte del Cauca y en el mundo entero los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad (Luther, 1963).
Tengo un sueño, que un día la injusticia y la opresión racial se transformaran en un oasis de libertad y justicia (Luther, 1963).
Sueño que un día los jóvenes de Buenaventura, del Norte del Cauca y del mundo entero, vivirán en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel sino por el carácter del contenido social de sus acciones (Luther, 1963).
Tengo un sueño, que un día el Norte del Cauca se convertirá en un sitio donde los niños y niñas negras puedan unir sus manos con la de las niñas y niños blancos y juntos puedan caminar unidos como hermanos y hermanas (Luther, 1963).
Hoy tengo un sueño, que un día los valles del Norte del Cauca serán cumbres y las colinas y montañas de Buenaventura serán llanos, y los sitios más escarpados de todo el mundo serán nivelados y los torcidos serán enderezados y la gloria de Dios será revelada y se unirá todo el género humano. Luther (1963).
Esta es nuestra esperanza, esta es la fe que debe ser predicada en todo el mundo, con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza, con esta fe podremos trasformar el sonido discordante del Chocó en una hermosa sinfonía de fraternidad, con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres (Luther, 1963).
Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar el himno con un nuevo significado, mi país es tuyo dulce tierra de libertad, a ti te canto tierra de libertad donde nuestros ancestros africanos murieron buscando la libertad de la cual hoy gozamos, tierra orgullo de los peregrinos africanos, de cada costado del Norte del Cauca que repique la libertad y si la diáspora africana ha de ser grande esto tendrá que hacerse realidad (Luther, 1963)
Por eso, ¡Que repique la libertad desde la cúspide de los montes prodigiosos del Chocó! ¡Que repique la libertad desde las poderosas montañas del Cauca! ¡Que repique la libertad desde las alturas del Huila! ¡Que repique la libertad desde las majestuosas pendientes del Valle del Cauca! ¡Que repique la libertad desde la Guajira! ¡Que repique la libertad desde Antioquia! Pero no solo eso: ¡Que repique la libertad desde la montaña de piedra de Cundinamarca! ¡Que repique la libertad desde las sublimes montañas del Atlántico! ¡Que repique la libertad desde cada pequeña colina y montaña del Amazonas! ¡De cada costado del mundo que repique la libertad! (Luther, 1963).
Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro, libres al fin, libres al fin, libres al fin, gracias a Dios omnipotente somos libres al fin (Luther, 1963).
Conclusión
Este gran sueño afro diaspórico llegó como un rayo de luz y de esperanza para millones de negros chamuscados en las llamas de una marchita injusticia, y es por eso que todos debemos luchar en nuestras cotidianidades hasta lograr poco a poco ese cambio social que anhelamos ver en el mundo, solamente unidos como hermanos podremos hacer realidad las promesas de democracia y equidad social. Este no es un fin sino un gran comienzo de cambio y transformación social para Colombia y el mundo entero (Luther, 1963). [como pueblo negro no podemos permitir que la marginación social y racial, nos lleve a caer en las profundas aguas del rencor y la ira, solo el amor hecho fuera el rencor (Obama, 2017). Las impetuosas tempestades de injusticia social no pueden nublar nuestras mentes debemos tener presente que todos hemos sido creados iguales por nuestro padre celestial y todos algún día seremos libres (Davis, 1944).
Referencias
Vicjai Carort. (2013, 31 de enero). Discurso para la Historia, completo, Martin Luther King, I have a Dream, Yo tengo un Sueño.mp4 [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=x7C9OympYtQ
Davis, A. Y. (1944, 26 de enero). Cita de Angela Davis: Cambiar - 8sorbosdeinspiración.com. 8sorbosdeinspiración.com. http://www.8sorbosdeinspiracion.
Gob.mx. (s.f.). 18 de Julio: Día Internacional de Nelson Mandela. Ayúdanos a conmemorarlo: DESCARGA y COMPARTE. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. https://www.conapred.
4 febrero, b. p. (2020, 4 de febrero). Cita de Rosa Parks: Los recuerdos - 8sorbosdeinspiración.com. 8sorbosdeinspiración.com. http://www.8sorbosdeinspiracion.c