(Ver figura 3 en pdf).
Se esperaba que las pruebas, al estar midiendo la misma habilidad, tuvieran una alta correlación entre sí. Esto fue confirmado mediante la prueba r de Spearman (r = .945, p < .001) considerando los puntajes de los dos grupos.
DISCUSIÓN
Los datos arrojados en el presente estudio indican que personas con virus de inmunodeficiencia humana mostraron un menor desempeño en los instrumentos de rotación mental de Vandenberg – Kuse y de Shepard – Metzler en comparación con las personas no portadoras del virus, lo que confirma la hipótesis de investigación. La confirmación de la hipótesis se da en la principal medida –aciertos- de los dos instrumentos. La ausencia de significancia estadística en el tiempo de ejecución de la prueba de Shepard – Metzler, puede deberse a la cantidad de reactivos. Los reportes verbales de los participantes indican que centraron más en la respuesta correcta (en donde sí hubo diferencias significativas) que en el tiempo de ejecución. La relación fuerte entre los dos instrumentos, señalada al final de nuestros resultados, indicaría que se está midiendo la misma variable. Sin embargo, el rendimiento resulta diferente entre los instrumentos.
La confirmación de la hipótesis concuerda con los resultados reportados por Olesen et al., (2007) y Sharma (2005), en donde se encontró una relación significativa entre el VIH y el bajo desempeño en pruebas de rotación mental. Así, el presente trabajo contribuye a dar mayor claridad a la relación de las variables estudiadas. En los estudios mencionados, características de la orientación sexual pudieron afectar los resultados. Al tener un grupo (VIH) mayor probabilidad de orientación homosexual, pudo haber sido esta variable la que produjera efectos sobre el desempeño en la rotación mental y no los efectos del VIH. En este sentido, nuestro trabajo al considerar la orientación sexual en la igualación de la muestra, contribuye a determinar el efecto del VIH en las capacidades de rotación. Esto es importante porque, como ya se señaló anteriormente, la orientación sexual tiene correlatos con el desempeño en la rotación mental, y hay una alta probabilidad de que estudios sobre VIH se hagan en muestras en donde algunos de los partipantes tengan tal orientación. Sin embargo, queda por explorar el papel de mediación de otras variables en tal relación. Por ejemplo, resulta de particular interés el efecto del posible deterioro de la memoria. En este sentido, se ha reportado que la memoria visual de corto término tiene un papel relevante en la rotación mental (Prime y Jolicouer, 2010); además, en el caso de la memoria de trabajo, ésta es un buen predictor de los malestares cognitivos reportados por personas con VIH (Bassel, Rourke, Halman y Smith, 2002).
A pesar de que la infección de VIH es la fase asintomática de lo que después será el SIDA, nuestros resultados señalan complicaciones neuropsicológicas. Es importante estudiar estas complicaciones ya que el VIH ataca tanto al sistema central como al periférico desde etapas muy tempranas de la enfermedad (De vita et al., 1986; George et al., 2009) y puede afectar actividades cotidianas del paciente. Por ejemplo, Marcotte et al. (2006), encontraron que los pacientes portadores de VIH tenían un deterioro en las habilidades viso - espaciales que los ponía en un riesgo mucho mayor a tener un accidente automovilístico que los sujetos no portadores del virus.
Por otro lado, un déficit en la habilidad de rotación mental, quizá no sólo queda circunscrita a esta habilidad viso – espacial, pues se ha señalado que las percepción visual comparte mecanismos con la memoria, el razonamiento, la comprensión del lenguaje y otros procesos cognitivos (Kosslyn y Koenig, 1995; Posner y Petersen, 1990). Esta relación entre los diferentes mecanismos cognitivos quizá ayude a entender un poco más las causas del deterioro cognoscitivo en personas portadoras de VIH, además de considerar el impacto que el virus tiene en la corteza frontal, parietal y estructuras subcorticales (González, 1997; Olesen et al., 2007).
Sin embargo, no puede suponerse que el deterioro cognitivo observado en personas con VIH tiene como única explicación solamente la fisiología. Por ejemplo, Dore et al., (1998) han señalado que una menor reserva cognitiva contribuye al deterioro cognoscitivo. En este sentido, se ha encontrado evidencia que señala que las personas con menos de seis años de educación mostraron un deterioro cognitivo mayor que los que contaban con más años de educación; independientemente del género, la edad, la etapa en la que se encontraban de la enfermedad o si estaban en tratamiento antirretroviral (De Ronchi et al., 2002). Otros estudios también han vinculado variables sociales y educativas con el deterioro de funciones cognitivas en personas con VIH/SIDA (Fazeli, Marceaux, Vance, Slater y Long, 2011; Sainz, Almanza, Ramírez y García 2010). Por otro lado, para Custodio, Escobar y Altamirano (2006), factores como la edad, el género, la disminución de los niveles de hemoglobina, menor índice de masa corporal, deficiencia de vitamina B12 y síntomas depresivos concurrentes son factores que están asociados con la elevada probabilidad de ocurrencia de trastornos cognitivos asociados al VIH. En relación a los síntomas depresivos, Harker et al. (1995) encontraron una relación entre dichos síntomas y problemas de memoria, de concentración, así como con otros problemas cognitivos. Esto puede tener relevancia por lo que es posible sugerir que en próximos estudios se aborde la relación entre rotación mental y VIH en su interacción con alguna o algunas de las variables anteriormente mencionadas.
REFERENCIAS
Aksenov, M., Aksenova, M., Mactutus, C. y Booze, R. (2010). HIV-1 protein-mediated amyloidogenesis in rat hippocampal cell cultures. Neuroscience Letters, 475, 174-178.
Bassel, C., Rourke, S. B., Halman, M. H., & Smith, M. (2002). Working memory performance predicts subjective cognitive complaints in HIV infection. Neuropsychology, 16, 400-410. doi:10.1037/0894-4105.16.3.400
Berger, J. (2010). Pearls: neurologic complications of HIV/AIDS. Seminars In Neurology, 30, 66-70.
Cano, L. (2007). Orientación sexual, identidad de género e índice 2D:4D en el desempeño del test de rotación mental en mujeres. Tesis no publicada para obtener el grado de Psicólogo. Universidad de las Américas – Puebla, San Andrés Cholula, Puebla. México.
Carlson, N. R. (2010). Fundamentos de la fisiología de la conducta. (10ª ed.). Barcelona: Adison-Wesley.
Carter, S. L., Rourke, S. B., Murji, S., Douglas, S. y Rourke, B. P. (2003). Cognitive complaints, depression, medical symptoms, and their association with neuropsychological functioning in HIV infection: A structural equation mode analyisis. Neuropsychology, 17, 410-419. doi:10.1037/0894-4105.17.3.410
Ciria, A. (2007). Diferencias de género en la estimación subjetiva del tiempo al realizar tareas verbales y espaciales. Tesis no publicada para obtener el grado de Psicólogo. Universidad de las Américas – Puebla, San Andrés Cholula, Puebla. México.
Center for Disease Control and Prevention [CDC] (2012). El VIH y el SIDA en la población latina. Hoja Informativa del CDC. Disponible en: http://www.cdc.gov/nchhstp/newsroom/docs/2012/CDC-Latinos-Spanish-1012-508.pdf
Cohen, R., Harezlak, J., Gongvatana, A., Buchthal, S., Schifitto, G., Clark, U., Paul. R., Taylor, M., Thompson, P., Tate, D., Alger, J., Brown, M., Zhong, J., Campbell, T., Singer, E., Daar, E., McMahon, D., Tso, Y., Yiannoutsos, C. T. y Navia, B. (2010). Cerebral metabolite abnormalities in human immunodeficiency virus are associated with cortical and subcortical volumes. Journal Of Neurovirology, 16, 435-444.
Custodio, N., Escobar, J. y Altamirano, J. (2006). Demencia asociada a infección por virus de inmunodeficiencia humana tipo 1. Anales de la Facultad de Medicina, 67, 263-274.
d'Ettorre, G., Zaffiri, L., Ceccarelli, G., Mastroianni, C. y Vullo, V. (2010). The role of HIV-DNA testing in clinical practice. The New Microbiologica, 33, 1-11.
De Ronchi, D., Faranca, I., Berardi, D., Scudellari, P., Borderi, M., Manfredi, R. y Fratiglioni, L. (2002). Risk factors for cognitive impairment in HIV-1-infected persons with different risk behaviors. Archives of Neurology, 59, 812-818.
De Vita, V., Hellman, S. y Rosenberg, S. (1986). SIDA. Barcelona: Salvat Editores.
Dore, G., van der Bij, A., Kaldor, J. M. y Brew B. J. (1998). Characteristics and prognostic factors for AIDS dementia complex (ADC) [Resumen No. 32220]. International Conference on AIDS. 1998, 12, 564.
Eggers, C. y Rosenkranz, T. (2007). HIV-1 associated encephalopathy and myelopathy. En C. Hoffmann, J. K. Rockstroh, y B. S. Kamps (Eds.), HIV Medicine (15ª Ed) (pp. 645-652). Hamburg: Flying Publisher. Recuperado el 8 de enero de 2010, de http://HIVMedicine.com/hivmedicine2007.pdf
Fazeli, P., Marceaux, J., Vance, D., Slater, L. y Long, C. (2011). Predictors of cognition in adults with HIV: implications for nursing practice and research. The Journal Of Neuroscience Nursing: Journal Of The American Association Of Neuroscience Nurses, 43, 36-50.
George, R., Andronikou, S., du Plessis, J., du Plessis, A., Van Toorn, R. y Maydell, A. (2009). Central nervous system manifestations of HIV infection in children. Pediatric Radiology, 39(6), 575-585. doi:10.1007/s00247-009-1170-4
Gladue, B. A., Beatty, W. W., Larson, J., & Staton, R. (1990). Sexual orientation and spatial ability in men and women. Psychobiology, 18, 101-108.
Gogos, A., Gavrilescu, M., Davison, S., Searle, K., Adams, J., Rossell, S. L., Bell, R., Davis, S. R. y Egan, G. F. (2010). Greater superior than inferior parietal lobule activation with increasing rotation angle during mental rotation: An fMRI study. Neuropsychologia, 48, 529-535. doi:10.1016/j.neuropsychologia.2009.10.013
González, D. (1997). Neuropsicología de la infección por VIH. Siso Saúde, 28. Recuperado el 12 de febrero de 2010, de http://www.chez.com/siso/siso28/origin03.htm
Halpern, D. (1992). Sex differences in cognitive abilities. New Jersey: Lawrence Erlbaum Associates, Publishers.
Harker, J., Satz, P., DeL.-Jones, F., Verma, R., Gan, M., Poer, H., Gould, B. y Chervinsky, A. (1995). Measurement of depression and neuropsychological impairment in HIV-1 infection. Neuropsychology, 9, 110-117. doi:10.1037/0894-4105.9.1.110
Harris, I. M. y Miniussi, C. (2003). Parietal lobe contribution to mental rotation demonstrated with rTMS. Journal of Cognitive Neuroscience, 15, 315-323. doi:10.1162/089892903321593054
Harris, I. M., Harris, J. A. y Caine, D. U (2002). Mental rotation deficits following damage to the right basal ganglia. Neuropsychology, 16, 524-537. doi:10.1037/0894-4105.16.4.524
Hinkin, C. H., Castellon, S. A., Hardy, D. J., Farinpour, R., Newton, T. y Singer, E. (2001). Methylphenidate improves HIV-1- associated cognitive slowing. The Journal of Neuropsychiatry and Clinical Neurosciences, 13, 248-254.
Hinkin, C. H., Hardy, D. J., Mason, K. I., Castellon, S. A., Durvasula, R. S., Lam, M. N. y Stefaniak, M. (2004). Medication adherence in HIV-infected adults: Efect of patient age, cognitive status, and substance abuse. Aids, 18, 19-25.
Koshino, H., Carpenter, P. A., Keller, T. A. y Just, M. A. (2005). Interactions between the dorsal and the ventral pathways in mental rotation: an fMRI study. Cognitive, Affective, & Behavioral Neuroscience, 5, 54-66.
Kosslyn, S. M. y Koenig, O. (1995). Wet mind: The new cognitive neuroscience. New York: Free Press.
Kumar, M., Kumar, A. M., Waldrop, D., Antoni, M. H. y Eisdorfer, C. (2003). HIV-1 infection and its impact on the HPA axis, cytokines, and cognition. Stress, 6, 167-172.
Luciw, P. y Steimer, K. (1989). HIV Detection by Genetic Engineering Methods. New York: Dekker.
Marcotte, T., Lazzaretto, D., Scott, J., Roberts, E., Woods, S. y Letendre, S. (2006). Visual Attention Deficits are Associated with Driving Accidents in Cognitively-Impaired HIV-Infected Individuals. Journal of Clinical & Experimental Neuropsychology, 28, 13-28.
McArthur, J., Brew, B. y Nath, A. (2005). Neurological complications of HIV infection. The Lancet Neurology, 4, 543-555.
Milivojevic, B., Hamm, J. P. y Corballis, M. C. (2009). Functional Neuroanatomy of Mental Rotation. Journal of Cognitive Neuroscience, 21, 945-959. doi:10.1162/jocn.2009.21085
Montero, I. y León, O. G. (2007). A guide for naming research studies in Psychology. International Journal of Clinical and Health Psychology, 7, 847-862.
Olesen, P. J., Shendan, H. E., Amick, M. M. y Cronin-Golomb, A. (2007). HIV infection affects parietal-dependent spatial cognition: Evidence from mental rotation and hierarchical pattern perception. Behavioral Neuroscience, 121, 1163-1173. doi:10.1037/0735-7044.121.6.1163
Peters, M., Laeng, B., Latham, K., Jackson, M., Zaiyouna, R., & Richardson, C. (1995). A redrawn Vandenberg and Kuse Mental Rotations Test: Different versions and factors that affect performance. Brain And Cognition, 28(1), 39-58. doi:10.1006/brcg.1995.1032
Peters, M., Manning, J. T. y Reimers, S. (2007). The effects of sex, sexual orientation, and digit ratio (2D:4D) on mental rotation performance. Archives of Sexual Behavior, 36, 251-260.
Posner, M. I. y Petersen, S. E. (1990). The attention system of the human brain. Annual Review of Neuroscience, 13, 25-42. doi:10.1146/annurev.ne.13.030190.000325
Prime, D. J., & Jolicoeur, P. (2010). Mental Rotation Requires Visual Short-term Memory: Evidence from Human Electric Cortical Activity. Journal Of Cognitive Neuroscience, 22, 2437-2446.
Puthanakit, T., Aurpibul, L., Louthrenoo, O., Tapanya, P., Nadsasarn, R., Insee-ard, S. y Sirisanthana, V. (2010). Poor cognitive functioning of school-aged children in thailand with perinatally acquired HIV infection taking antiretroviral therapy. AIDS Patient Care And STDs, 24, 141-146.
Rahman, Q., Newland, C. y Smyth, B. (2011). Sexual Orientation and Spatial Position Effects on Selective Forms of Object Location Memory. Brain and Cognition, 75, 217-224.
Sainz, J., Almanza, J., Ramírez, J. y García, R. (2010). Prevalencia de alteraciones cognitivas en paciente con VIH-SIDA en una cohorte mexicana. Medicina Interna de Mexico, 26, 116-122.
Schweinsburg, B. C., Scott, J., Schweinsburg, A., Jacobus, J., Theilmann, R. J., Frank, L. R., &... Woods, S. (2012). Altered prefronto-striato-parietal network response to mental rotation in HIV. Journal Of Neurovirology, 18(1), 74-79. doi:10.1007/s13365-011-0072-z
Sharma, S. G. (2005). Visuospatial functioning in adults with HIV. Dissertation Abstracts International, 66, 2316.
Sociedad Mexicana de Psicología (2011). Código Ético del Psicólogo. México, D. F.: Trillas.
Sorenson, D. J., Martin, E. M. y Robertson, L. C. (1994). Visual attention in HIV-1 infection. Neuropsychology, 8, 424-432. doi:10.1037/0894-4105.8.3.424
Ungvarski, P. J. y Trzcianowska, H. (2000). Neurocognitive disorders seen in HIV disease. Issues in Mental Health Nursing, 21, 51-70. doi:10.1080/016128400248266
Valcour, V., Yee, P., Williams, A., Shiramizu, B., Watters, M., Selnes, O., Paul, R., Shikuma, C. y Sacktor, N. (2006). Lowest ever CD4 lymphocyte count (CD4 nadir) as a predictor of current cognitive and neurological status in human immunodeficiency virus type 1 infection--The Hawaii Aging with HIV Cohort. Journal of Neurovirology, 12, 387-391.
Weber, E., Woods, S., Cameron, M., Gibson, S., & Grant, I. (2010). Mental rotation of hands in HIV infection: neuropsychological evidence of dysfunction in fronto-striato-parietal networks. The Journal Of Neuropsychiatry And Clinical Neurosciences, 22(1), 115-122.
Wojna, V., Skolasky, R. L., Hechavarria, R., Mayo, R., Selnes, O., McArthur, J. C., Meléndez, L. M., Maldonado, E., Zorrilla, C. D., García, H., Kraiselburd, E. y Nath, A. (2006). Prevalence of human immunodeficiency virus-associated cognitive impairment in a group of Hispanic women at risk for neurological impairment. Journal of Neurovirology, 12, 356-364.
Zacks, J. M. (2008). Neuroimaging studies of mental rotation: A meta-analysis and review. Journal of Cognitive Neuroscience, 20, 1-19.