REVISTA DE PSICOLOGIA -GEPU-
ISSN 2145-6569
IBSN 2145-6569-0-7

   
 
  LA PERCEPCIÓN DEL PAISAJE PSICO-SOCIO- AMBIENTAL COMO ASPECTO IMPORTANTE PARA EL DESARROLLO HUMANO Y LA CALIDAD DE VIDA. UNA EXPERIENCIA DE INVESTIGACIÓN EN EL ECO-PARQUE LAS GARZAS DE LA CIUDAD DE CALI

LA PERCEPCIÓN DEL PAISAJE PSICO-SOCIO- AMBIENTAL COMO ASPECTO IMPORTANTE PARA EL DESARROLLO HUMANO Y LA CALIDAD DE VIDA. UNA EXPERIENCIA DE INVESTIGACIÓN EN EL ECO-PARQUE LAS GARZAS DE LA CIUDAD DE CALI
 

Fernando Álvarez Cuellar 

 

 

 

 

Universidad del Valle / Colombia
 

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Fernando Álvarez CuellarMagister en Psicología de la Universidad Del Valle. Integrante del Grupo Estudiantil y Profesional de Psicología Univalle - GEPU -. Correo electrónico: defer42@yahoo.com.co

 

 
Recibido: 24 de Marzo de 2014
Aprobado: 22 de Junio de 2014
 
Referencia Recomendada: Álvarez-Cuellar, F. (2014). La percepción del paisaje psico-socio-ambiental como aspecto importante para el desarrollo humano y la calidad de vida. Una experiencia de investigación en el eco-parque Las Garzas de la ciudad de Cali. Revista de Psicología GEPU, 5 (1), 130-155.   

Resumen:
 El presente artículo hace referencia a la realización de una investigación en el eco-parque recreacional las Garzas, en el área rural de la ciudad de Cali a través del abordaje de la Psicología- Socio-Ambiental, donde se logró como principal objetivo a través de la aplicación de los instrumentos de investigación; como entrevistas, ejercicios de foto vos y cartografía social. Lograr establecer la importancia de la percepción y la relación que tiene sobre aspectos como; la cognición, afectos, valoraciones, atribuciones y diversos procesos organizacionales que están involucrados en los usuarios esporádicos como permanentes. Los cuales son determinantes para evaluar aspectos positivos o negativos, que influyen en la interacción social en tiempos de recreo humano al interior de esta reserva natural, e intervienen en ciertas conductas o actitudes determinantes; para limitar o permitir la obtención de un bienestar adecuado y una óptima calidad de vida. Como también un adecuado desarrollo humano frente a las necesidades y satisfactores, de quienes frecuentan o permanecen en esta reserva natural. Este articulo también   relata  la importancia que se pudo  establecer a través  de la investigación, en analogía a los  cambios del ambiente  y la conducta,  a través de la percepción y todos factores  vinculados en  los usuarios  al interior de este eco-parque; en relación  al diseño y el equipamiento en  su  uso  en tiempos de recreo humano.

Palabras Clave: Psicología-Socio-Ambiental, Percepción, Cognición, Afectos, Valoraciones, Organizaciones.

 

 


La Percepción Psico-Socio-Ambiental del Campo de Recreo y Juego


Vivimos en una sociedad que cada día crece urbanísticamente, las aglomeraciones urbanas son de unas dimensiones mucho más grandes cada día, el espacio de zonas verdes o sitios de esparcimiento se agotan cada día más, generando que los ciudadanos no tengan lugares donde recrearse en sus horas de tiempo libre y ocio; en terrenos abiertos limitando el desarrollo humano y la obtención de una adecuada calidad de vida. Por lo tanto:


La percepción ambiental incluye el conjunto de actitudes motivaciones y valores, que influyen en los distintos grupos sociales; a la hora de definir el medio ambiente percibido. Lo cual afecta no solo a su conocimiento del medio; si no a su comportamiento dentro de él (Rapoport, 1978, pág. 43).


Cómo respuesta a esta situación se construyeron centros recreacionales, para satisfacer a los ciudadanos en la ausencia o escases de zonas para el recreo humano, y proveer una mejor calidad de vida y desarrollo humano. 


Por ejemplo (Moranta. 2005) propone que determinados vínculos que los recreandos establecen en las determinadas zonas, son referentes al apego al lugar, la identidad de este, o el espacio simbólico recreacional. Hacen parte  de los principales  conceptos  con que  se  emprenden y se abordan,  los procesos que dan cuenta  de la interacción de los  sujetos  con los entornos  y sus  principales  efectos. Y al mismo tiempo se puede afirmar que:


El espacio construido por el ser humano, con la ciudad como principal paradigma, es ante todo, un espacio para ser ocupado, para servir y ser usado; para llenar y vaciar con la presencia real o simbólica. Para interactuar con otras personas en un entorno, y para interactuar con el entorno en tanto que personas. Es éste, un espacio normalizado, definido a través de reglas y convenciones. Los menos aquellas legalmente estipuladas; las más aquellas construidas social o culturalmente. En él tanto las características físico-arquitectónicas, como las normas de uso posibilitan a la vez, que constriñen la actividad actuando como dos facetas que transaccional; se definen mutuamente sobre una misma (Valera, 1999, pag.2; citado en Corraliza-Rodríguez, 2009).


Por tal  motivo la construcción de estos lugares como el eco-parque  recreacional las Garzas ubicado  en el sector  de bajos  de Pance,  ha  permitido  que este  espacio recreativo tanto  para  la  comunidad y sociedad  en general sea de vital importancia, ya que estos espacios estimulan el progreso psico-socio-ambiental en los seres humanos de recrearse, culturizarse, participar, socializar y espiritualmente.

Además este tipo de espacios recreacionales de características ecológicas permiten a las personas vivir experiencias, tanto personales como sociales que son determinantes en la calidad de la experiencia social de ellas. Debido a que la “percepción es la definición de los principios de organización básicos, que permiten al individuo percibir en forma integral; un conjunto de estímulos aislados” (Holahan, 2010, pág. 56).


Las costumbres recreativas de los individuos involucran elementos transaccionales psicosociales tanto de percepción, recepción y organización de la información adquirida en tiempos de interacción social, a través de actividades de recreo humano; que permiten no solo percibir, valorar e involucrar aspectos cognitivos, evaluativos y afectivos. Que accederán a que los sujetos interactúen mejor no solo con el medio ambiente social; sino que mejoren y obtengan una mejor calidad de vida para emprender proyectos de desarrollo humano, no solo con alternativas recreativas; sino que permitan la búsqueda del sostenimiento de la calidad ambiental en el lugar. 


Por ejemplo el eco-parque recreacional las Garzas es un lugar recreacional, con características de humedal  que se encuentra ubicado  sobre  el área geográfica de la cordillera occidental, donde  la principal particularidad  son los bosques secos tropicales  o húmedos pre-montanos; los cuales influyen en la variedad de clima tanto en las mañas, tardes y noches.


Estos bosques cuentan con una gran variedad de flora y fauna que inundan de colorido, olores y sonidos, las diversas zonas del humedal. Las cuales son características muy comunes del ecosistema, que se encuentra a lo largo de los farallones de Cali, y como principal a fluente el rio Pance. El cual es uno de los principales alimentadores subterráneos, que fortalece los recursos hídricos de este humedal.


Por lo tanto cuando se  realiza  una intervención psico-socio-ambiental  en tiempos  de recreo humano  al interior de este  lugar, para entender  que aspectos tanto positivos como negativos, influyen en la percepción  de la calidad ambiental  en  las diversas interacciones  sociales que  puedan influir; tanto en la calidad  de vida como en el desarrollo  humano. Se logra establecer a través de la aplicación de instrumentos de investigación, tanto de foto vos como entrevistas no estructuradas o estructuradas, y ejercicios de cartografía social.


Que los usuarios tanto residentes como esporádicos, perciben pensar y valorar, todos los elementos del ecosistema tanto bióticos como abióticos, como elementos esenciales y atractivos para visitar o permanecer en el lugar, para ejecutar el desarrollando diversas actividades recreativas. Ya que la percepción del ambiente “es un proceso maravilloso y único. Por medio de la percepción, los diversos estímulos ambientales con que se encuentra el individuo por todas partes se organiza; para formar un cuadro coherente e integrado del mundo” (Holahan, 2002, pág. 44).


Por ejemplo los usuarios permanentes y residentes del humedal demarcan en el ejercicio de cartografía social, que perciben de gran importancia en el lugar, las cadenas boscosas las cuales trasmiten tranquilidad y quietud, y a las cuales atribuyen estados de relajación, paz y tranquilidad. Como  también una  fuerte conexión entre la naturaleza  y el hombre,  las cuales  son  vitales  para la obtención  de una calidad de vida  apropiada; que las zonas urbanas  no proporcionan. Por lo tanto “la percepción ambiente requiere, que el hombre interprete los estímulos físicos, y sociales de su alrededor” (Proshansky, Ittelson, y Rivlin, 1970 pág.27; citados por Gardner, 1978).


De igual forma los usuarios permanentes como esporádicos, valoran los recursos hídricos incluyendo el lago como esenciales para prácticas de contemplación y relajamiento, por el sonido que producen las diversas ondulaciones de sus aguas. Como también el brillo y coloraciones que despiden al tener contacto con los rayos solares naturales en la superficie; especialmente en las mañanas y atardeceres. 


Estos fenómenos físico naturales según perciben pensar los usuarios, también son vitales para satisfacer una calidad de vida apropiada frente a los propósitos de recreo humano, ya que como propone (Max-Neef, 1993) las diversas necesidades que tienen los seres humanos, también son carencias pero se convierten en potencialidades y soluciones o en recursos; que movilizan a las personas. Es decir “la percepción del ambiente proporciona las bases para conocer el mundo que habitamos, y este conocimiento es indispensable para adaptarnos a él” (Holahan, 2002, pág. 51).


Los usuarios también perciben conocer que la geografía y suelo del lugar, con sus diversos declives o llanuras también son fundamentales, no solo para satisfacer una calidad de vida óptima. Sino también las diversas necesidades de recreo en este humedal, o emprender el desarrollo humano frente a otras necesidades por satisfacer en horas de tiempo libre. Por ejemplo (Max-Neef. 1993) propone que frente a lo que existe en la colectividad, está determinado culturalmente no son solo las necesidades humanas esenciales, sino los diversos constituyentes que satisfacen esas necesidades.


Debido  a  que tanto  las horas  de recreo humano, como una adecuada calidad  de vida,  dependerá  tanto de las circunstancias  y las posibilidades que tengan las personas; para poder satisfacer sus diversas y variadas necesidades humanas  fundamentales.


Los usuarios en general describen que perciben conocer que las preferencias o tractivos para frecuentar el humedal, permanentemente o esporádicamente. Se lo atribuyen a que el humedal cuenta con zonas boscosas y poco alteradas, con una vegetación y fauna varia; y distinta a la que se encuentra en otros parques de la misma zona.


Por tal razón les permite calificar la calidad ambiental del lugar, como positiva para el bienestar humano durante la estancia en este lugar. Teniendo en cuenta que “la calidad de vida dependerá de las posibilidades que tengan las personas, y dependerá de satisfacer adecuadamente; sus necesidades humanas fundamentales” (Max-Neef, 1993, pág.56).


Los usuarios describen y valoran en las entrevistas que el eco-parque  cumple con sus expectativas  frente  a las actividades de recreación,  ya que estos perciben conocer y valorar que las características  de este humedal  precordillerano,  les permite identificar  patrones preferenciales  en el ecosistema  de acuerdo  a las características  y necesidades; en  la visita o permanencia en este humedal. 


De igual forma  los  usuarios  describen en el ejercicio de “foto vos” que perciben conocer que la estructura anatómica y morfológica de la naturaleza del lugar, les permite desarrollar actividades recreativas sobre todo de esparcimiento y contemplación, tanto de la fauna y la flora. 


Permitiéndoles calificar la calidad ambiental como aquella que permite la satisfacción paisajística en horas de tiempo libre, y además les permite suplir ciertas necesidades para mejorar la calidad de vida de los individuos en general. “Ya que la información recogida sistemáticamente sobre la preferencia residencial, también podrá servir como un valioso indicador social de la comunidad; de gran importancia para resolver una amplia variedad de problemas, de planificación física y social” (Hempel Tuker, 1979, pág.399; citado por Holahan, 2002).


Los usuarios describen en todos los instrumentos de investigación aplicados, que perciben conocer como factor positivo en la calidad ambiental, la excelente disposición visual intrínseca del paisaje en todas las zonas del humedal, como también el aire limpio que se respira en los diversos espacios tanto naturales como construidos; el cual contribuyen al buen desarrollo humano y al adecuado sostenimiento de la calidad de vida, de todos los seres vivos que habitan o frecuentan el humedal.


Por ejemplo (Zimmermann, 2010) propone que el mapa mental presente en los usuarios, ha demostrado ser un excelente forma  para indagar  sobre las diversas formas y tipos de representaciones básicas del espacio, como también para buscar categorías taxonómicas que aportan una variedad especifica de conocimientos sobre el desarrollo cognoscitivo de las preferencias o elecciones espaciales; o estructuras de los individuos  en las elecciones de las actividades o lugares recreativos al interior del humedal. 


Por lo tanto las diversas zonas del humedal son valoradas por los  recreandos como espacios  que brindan y permiten  beneficios  de carácter medio ambiental, social y emocional, que accederán emprender proyectos  que beneficien al desarrollo humano a través de programas de educación  ambiental; que promuevan  actitudes y conductas pro-ambientales para que  los recreandos no solo protejan el  ecosistema en general. Sino que además conozcan los elementos que habitan o permanecen en él.


Por ejemplo (Max-Neef, 1993) refuerza la idea de que la obtención de una calidad de vida adecuada, también dependerá de ciertas posibilidades que tengan las personas de lograr satisfacer sus necesidades humanas fundamentales, a través del desarrollo  de ciertos proyectos que generen el constante cambio; donde acojan múltiples criterios. Frente a las categorías existenciales de ser, tener, hacer y estar; o las de subsistencia, protección y afecto. Que permitan fortalecer la calidad de vida en horas de recreo humano en el humedal, brindado mejores herramientas de entendimiento frente a la participación en los distintos escenarios socio- naturales, al interior del humedal.

 

De igual forma esta reserva natural genera o promueve psico-socialmente en los individuos, el desarrollo del ocio y la creatividad, la identidad tanto social como individual, y la libertad de elección frente a los escenarios recreativos; tanto naturales como construidos que ayudaran a fortalecer los diversos procesos y proyectos psicosociales. Involucrados en desarrollo humano en las diversas zonas del humedal. Además se puede señalar que “el hombre escoge una selección de ambientes, y este es un proceso de selección de habita observado, en todos los seres vivimos constituye un aspecto más importante, del efecto producido en las personas con su entorno” (Amos Rapoport, 1978, pág. 43).


Por ejemplo los usuarios reconocen además bajo su ejercicio de percepción, que el humedal es un lugar que fomenta y estructura la educación ambiental, aprendizaje y sostenimiento de la naturaleza; ya que los usuarios suelen nombrar y reconocer elementos de la flora como el árbol de la Cruz, Gualanday, la Hojarasca, o animales de la fauna como el Papayo, el colibrí Colirrojo, el Martín Pescador Mayor, y el Águila Tijereta. 


Todos estos aprendidos en tiempos de recreo humano, los cuales son vitales para entender por qué hay que emprender proyectos sobre actitudes pro-ambientales, que promuevan un mejor desarrollo humano y sostenimiento en general del ecosistema. En la búsqueda de objetivos que permitan una mejor calidad de vida, no solo de la fauna y la flora; sino de los seres vivíos que aprovechan el humedal. Ahora bien “delimitar la responsabilidad ecológica en términos conductuales, se hace referencia a un conjunto de acciones que intencionalmente buscan contribuir a la protección de los recursos naturales, o al menos, a la minimización del deterioro ambiental” (Grob, 1990, pág. 309; citado por Aragonés, 2010).


Además respecto a lo anterior se puede señalar que todos los usuarios perciben conocer y valorar en los diversos instrumentos de investigación aplicados, que observan en el lugar que en algunas zonas recreacionales están poco conservadas por la presencia de fuertes aglomeraciones de turistas, especialmente los fines de semana o festivos. De igual forma también atribuyen una mala utilización de la infraestructura, debido a conductas inadecuadas como tala de árboles, fogatas, o la mala utilización de algunas zonas verdes con fines de algunas actividades recreativas no actas para este fin; como caminatas fuera de los senderos, o ciclismo por alguna zonas verdes no debidas para el tránsito de estas; que minimizan la obtención de la calidad de vida y aumentan el deterioro de la fauna y la flora que se encuentra en este lugar. 


Por lo tanto las actitudes ambientales desarrollan una importante función psicológica en la vida del individuo, al ayudarlo a decidir entre una amplia gama de conductas. Las actitudes ambientales permiten al individuo seleccionar su ambiente. El grado de satisfacción que un lugar proporciona a la persona que lo habita; y las preferencias influyen en la decisión de cambiarse a un nuevo ambiente o permanecer en el mismo. (Holahan, 2010, pág.147).


Del mismo modo los recreandos perciben conocer y denotar con fuerte preocupación como aspecto negativo, que la contaminación en general en todo el sector de bajos de Pance, donde se encuentra ubicada esta reserva natural. Ha tenido  una  pérdida sus características  y  calidad  natural  en las  diferentes zonas  en los últimos  diez años, afectando también elementos que se encuentran en esta  reserva natural; no solo marchitándola a la flora en algunos espacios recreacionales. Sino también a la fauna produciéndole enfermedades por la presencia de agentes contaminantes en el lugar. Generándoles la muerte y deteriorando la calidad de vida de algunos los seres vivos que habitan el ecosistema.

Esta situación limita casi siempre un adecuado desarrollo humano en esta zona, en horas de recreo humano satisfactoriamente, por la pobreza en la que ha entrado el humedal; a través del deterioro de sus elementos naturales. Por lo tanto es importante “percibir y evaluar las condiciones ambientales en comparación con su marco ambiental habitual, activa un proceso de adaptación de una nueva situación” (Moser, 1992, pág.15; citado por Zimmermann, 2010).


Por ejemplo los usuarios destacan que perciben conocer que las actividades que más deterioran la calidad ambiental del humedal, es la falta de conciencia de que el lugar es un espacio conservado el cual hay que preservar, y por lo tanto actividades como botar la basura hay que realizarlas en lugares específicos, zonas o puntos de reciclaje señalados para este fin.
 

De igual forma la presencia de ruido que los turistas hacen por los diferentes caminos al conversar, como los equipos electrónicos que utilizan como grabadoras etc., para acompañar sus actividades recreativas, también deterioran la calidad de vida de la fauna. Debido a que hay una fuerte entropía realizada por los turistas diferentes a la de sus habitas naturales. 


Además la utilización de productos químicos como repelentes, o comidas no recicladas después de una tarde de campin, y la elaboración de fogatas fuera del eco-parque o al interior de este. Generan una contaminación atmosférica que deteriora el ecosistema y la calidad ambiental. Y de igual forma limita la obtención de un adecuado bienestar en la calidad de vida de los turistas, en el ejercicio de sus prácticas recreativas. Donde “entorno a ello surge, inicialmente el interrogante de quien debe ser el que pague el costo de esas alteraciones; que pueden ser irreversibles” (Bell, 1973, pág 44; citado por Ittelson, 1978). 

 

Los factores negativos que logran percibir los recreandos en los distintos espacios del humedal, también permiten entender y establecer las lógicas subjetivas en que los recreandos interactúan, tanto con la sociedad como con la naturaleza y las diversas conductas y actitudes que tienen con el paisaje; a través de sus formas de ver, pensar y actuar. Permitirán construir derroteros en pro de la recuperación del medio ambiente deteriorado, que accederán a un mejor desarrollo humano, para poder resolver en el marco de respuestas adaptativas e inadaptativas al ambiente natural y superación de problemáticas ambientales; que viven los sistemas culturales en sociedad contemporáneamente. “Debido a que el ser humano requiere un conjunto de condiciones mínimas necesarias para lograr un desarrollo integral, que contribuirá a generar un ambiente propicio para el mejoramiento de la calidad de vida, de acuerdo a las expectativas de los individuos” (Martha C. Nusbaum, 1998, pág.9).


Aunque pese a los anteriores aspectos negativos descritos, los usuarios perciben valorar y atribuir, que los espacios de algunas zonas recreacionales del eco-parque las Garzas, se encuentran poco conservadas por algunas prácticas recreacionales inadecuadas; pero sin embargo estos señalan que perciben pensar que el humedal sigue siendo un espacio natural donde aún encuentran satisfacción, disfrute, e interacción y contacto con la naturaleza; y la sociedad que lo frecuenta. Permitiéndoles una fuerte satisfacción emocional en el encuentro y utilización de este lugar en su tiempo libre. “Ya que la percepción del ambiente es un concepto vinculado, a la manera en que los individuos o sociedades aprecian el ambiente que los rodea; y como esa experiencia los lleva a tomar decisiones de acción sobre este medio” (Córdova, 2002, pág. 12; citados por Zeballos, 2005).


Además es importante entender las percepciones, valoraciones, afectos, cogniciones y atribuciones; en relación al medio ambiente natural o construido en la que permanentemente están involucrados los recreandos. Debido a que psico-socio-ambientalmente los aspectos de interacción con el humedal, permiten entender los factores que se involucran con los sujetos en tiempos de recreo humano, entre estos el miedo, la ansiedad, el duelo, y demás componentes significativos de la experiencia humana; que tienen un locus en la medida en que estas experiencias intervienen y dan lugar a aspectos positivos o negativos, en el espacio público de recreo en el humedal. “Además la experiencia emocional es un antecedente de la acción de un individuo, que se ve registrada por esa misma realidad, por que el ser humano crea e influye sobre el ambiente, y luego el ambiente, o una parte del mismo, crea o influye sobre la persona” (Corraliza, 1994, pág. 60).


Los usuarios valoran a través de los instrumentos de evaluación que consideran el paisaje con una alta calidad visual y ecológica, con una vegetación y fauna de la región que se conecta con un relieve a abrupto, que permite calificar la calidad ambiental en una forma considerable. Como un paisaje limpio y ordenado, frente a la usencia de elementos artificiales que permiten una observación placentera del ecosistema en general. 


Además perciben pensar que este es un factor esencial para la satisdación y obtención de una la calidad de vida placentera. Ya que la diversa vegetación que se encuentra en el lugar despiertan en el ejercicio de contemplación, estados de imaginación entre sus usuarios de forma agradable. Debido a que “La calidad de vida implica de manera determinante, la idea constancia y estabilidad ambiental que nos rodea” (Zimmermann, 2010, pág. 30).


Las actividades que se plantean en este humedal bajo la percepción positiva  de los usuarios, permite entender psicosocialmente a través del entorno ambiental, la generación de procesos de socialización con los demás; y el disfrute en multitud e individual. 


De igual forma la severidad del tiempo libre que se registra en este espacio social, que resulta de la necesaria inserción de la persona, en un lapso personal producto de la libre expresión de los usuarios en comunidad; donde existen una profunda necesidad entre la calidad de vida. Frente a las necesidades y satisfactores explícitos en el tiempo libre; los cuales permitirán planear y adecuar, o analizar una mejor calidad de esta.


Por ejemplo desde un análisis Psicológico del ambiente en los recreandos, estos están vinculados a procesos psicosociales en relación a las actividades humanas que: 


Ocurren dentro de un ambiente, éste entonces deja de ser un ente pasivo sobre el que recae la acción humana; para adquirir un dinamismo tal que impacta a sus actores a nivel psicológico y social. Ya que el ambiente en tanto tiene propiedades físicas, las cuales son percibidas e interpretadas por las personas en su interacción social; es decir, es algo más que lo meramente objetivo (Wiesenfeld, 1994, pág 3; citado por Mendoza, 2004). 


Las cuales permitirán a través de la percepción de los recreandos, valorar los entornos, rediseñarlos o diseñarlos, estructurarlos y organizarlos; y crear ambientes específicos para programar actividades de ocio y tiempo libre.

Como también albergar grupos sociales, individuos o instituciones, sostener preservar o aumentar la calidad ambiental; frente a la interacción de los sujetos que visitan estos espacios. De igual forma poder proveer una calidad de vida adecuada; en todos los entornos del ecosistema. Debido a que actualmente “la evaluación ambiental consiste en la obtención de datos que permitan entender cómo va a funcionar “algo”, usando nuestra comprensión teórica del fenómeno en cuestión; dicha evaluación puede ser post-ocupación y ante construcción” (Pol y Morales, 1996, pág. 4; citado por Casas 2004).


Por ejemplo, Max Neef (1986) propone que son los satisfactores los que definen y demarcan el derrotero de una modalidad dominante, que una cultura o una sociedad imprimen o demarcan en las necesidades; además los satisfactores no son simplemente bienes económicos disponibles. Sino que además se refieren a todo aquello que incorpora y simboliza formas de ser, tener, hacer y estar; o auxilian a la realización de las metas sobre necesidades humanas que contribuyan. Tanto a un mejor desarrollo humano y a una calidad de vida apropiada. Las cuales  en este caso serían las diversas actividades recreativas que se ejecutan y se construyen, en relación a la precepción de los usuarios en el campo de juego y recreo, cómo alternativa a las necesidades de recreación urbanas; que necesitan tanto las personas como los grupos sociales que frecuentan el humedal.


Debido a que entre las actividades  que los usuarios perciben conocer y valorar  como positivas  para su calidad de vida y desarrollo  humano, que ofrece  el eco-parque tanto  en su ambiente  natural como construido, son las actividades de contemplar el paisaje, descansar  y observar la fauna y la flora; como también fuertes actividades proactivas de caminatas o recorridos por los  diversos espacios del humedal. Las cuales permiten un excelente bienestar no solo en el tiempo que visitan el humedal, sino al regreso a sus actividades de su vida cotidiana. 


Ya que como opina Holajan (2002) el ejercicio de la percepción es una actividad característica y cotidiana, de las actividades sociales fundamentales, para enfrentar los asuntos de la vida cotidiana. Debido a que la mayoría de los usuarios son visitantes permanentes del sector y esporádicos que vienen de la zona urbana, los cuales en el ejercicio  aplicativo del instrumento de investigación  a través de la  cartografía social,  suelen  demarcar y  recomendar  espacios  de recreo  como  la isla  de las Garzas, el valle de las Acacias y el jardín de las Mariposas como zonas positivas en su percepción; ya que les aportan beneficios importantes a la calidad de vida de todos los usuarios que la frecuentan. Por lo tanto, Holajan (2002) propone que la percepción del ambiente es un factor o proceso activo y no pasivo, del cual los usuarios pueden evaluar y definirlo  positivamente o negativamente; de acuerdo a sus intereses o necesidades.


Los eco-parques naturales como la  reserva  natural las Garzas, permiten Psico-socialmente  a través de las diversas actividades, poder satisfacer  las varias necesidades humanas que contribuyen a que los  usuarios puedan obtener o buscar una mejor calidad  de vida, en horas  tiempo libre en una forma absolutamente garantizada.


Claro que asumiendo que cada sociedad apadrina diferentes formas satisfacer sus necesidades. El concepto de la recreación se involucra como un derecho que tienen todas las personas para satisfacerse, y donde los elementos Psico-sociales involucrados en las necesidades humanas socialmente, se dirigen  no solo a todos los conjuntos humanos de acuerdo a sus interacciones autónomamente. Sino a través de sus condiciones sociales, mercantiles, políticas y culturales; es decir en palabras de Max-Neef (1986):


Lo que cambia es la elección de cantidad y calidad de los satisfactores, y las posibilidades de tener acceso a los satisfactores requeridos, Lo que está culturalmente determinado no son las necesidades humanas fundamentales, sino los satisfactores de esas necesidades. El cambio cultural es entre otras cosas consecuencia de abandonar satisfactores tradicionales para reemplazarlos por otros nuevos y diferentes. 


Es decir, los satisfactores son percibidos valorados y atribuidos al interior  del humedal, a través del conocimiento de los recreandos mediante el aprovechamiento de los bienes y servicios, de las diferentes practicas  socio-culturales que existen y se practican en comunidad. O las diversas  oportunidades de tiempo libre, y de espacio accesible que tengan las personas en las diversas zonas establecidas para disposición de la recreación; permitirán evaluar los factores determinantes que permiten el desarrollo humano. En relación a una adecuada obtención de una calidad de vida óptima. 


 

Ya que las “capacidades internas combinadas, con adecuadas condiciones externas para el ejercicio de la función” (Nussbaum, 2002, pag.129), permitirán y contribuirán enormemente a que cada persona o grupo social, al interior del humedal en horas de recreo Psico-Socialmente logren reafirmar su personalidad; y el descanso de su organismo tanto físico como mentalmente y desarrolle su creatividad.

La percepción de los recreandos al interior de las diferentes zonas del humedal, permite entender lo importante que es Psico-socialmente para estos tener la posibilidad de un espacio recreativo, que no solo satisface la necesidad de tener un lugar donde poder realizar actividades de esparcimiento. Sino que además también se involucra con las diferencias o gustos que tiene cada individuo o grupo social, frente a las características de las zonas de esparcimiento, de ser únicas e irrepetibles; frente a las actividades de recreo humano que se proponen. Y las numerosas percepciones, semejanzas y afinidades, en la socialización con los demás que hacen participe; no solo a la persona individualmente, sino colectivamente como proceso de convivencia y satisfacción colectiva psicosocial. “Debido a que la percepción ambiental en el análisis de la experiencia  de escenarios  y lugares, así como en el de los procesos y factores que influencian las variadas impresiones; que los observadores se forjan, sobre los ambientes observados” (Craik, 197, pág. 262; citado por Aragonés, 2010).


El ambiente natural como construido, en esta reserva natural hace parte del proceso de construcción de una calidad de vida óptima, bajo el concepto de percepción y cognición social en relación al espacio en donde interactúan los usuarios. Debido a que “los mapas cognoscitivos están influidos por la conducta espacial” (Weitzer, 1980. pág.90, citado por Holajan, 2002). Por lo tanto través de un ejercicio de almacenamiento reconstrucción y organización, o memorización de las variadas imágenes características ambientales captadas que en algunos momentos; permitirán a los recreandos psicosocioambientalmente conocer e interactuar mejor con el paisaje, “ya que la representación mental del medio ambiente, es a la vez una abstracción y una síntesis realizadas; a partir de las experiencias vividas. Las percepciones reiteradas y de los desplazamientos en el medio ambiente” (Leboyer, 1920, pág. 71).


Los usuarios perciben pensar, conocer y señalar, consistentemente que las características del paisaje de calidad visual ecológica del paisaje pre-cordillerano, más allá de ser un atractivo al interior del humedal para el ejercicio de recreo, permite psicosocialmente a los usuarios entender las diversas necesidades de salvaguardar o cuidar el medio ambiente; cuando ejecutan actividades recreativas grupales o individuales. Generándoles una reflexión sobre la necesidad de emprender proyectos de desarrollo humano. Que beneficien las propiedades vegetales del humedal y los aspectos topográficos en su conservación y sostenimiento permanente. 

 

Debido a que “se considera la diversidad ambiental es uno de los factores de la calidad de vida, por lo cual se puede definir en índices de una apreciación de acceso de servicios y variedad” (Zimmermann, 2010, pág. 30). Ya que hacen parte de las características visuales que permiten el ejercicio de la contemplación, como recurso para una obtención de una calidad de vida optima y producción de bienestar en los usuarios; que frecuentan este humedal. “Debido a que calidad ambiental percibida representa una evaluación subjetiva, de la calidad del ambiente efectuada por la gente; e incluye el conjunto de motivaciones y valores. En el cual no solo afecta su conocimiento del medio, sino a su comportamiento dentro de él” (Freeman, 1993, pág. 7, citado por Escobar, 2006).


Además los aspectos de orden, colorido, sonido y limpieza; que trasmite el ejercicio de percepción por parte de los recreandos. Permite psicosocialmente entender aspectos cognitivos que permiten forjar entre los usuarios expresiones de desarrollo humano, a través de proyectos que generen no solo la conservación y cuidado, sino que además promuevan la organización de elementos tanto naturales como artificiales. Que se encuentran en las diferentes zonas del humedal, permitiendo así una mejor calidad de vida en tiempos de recreo humano. Ya que  “el ambiente, además de sus dimensiones  ya  mencionadas  física,  biótica  y antrópica; se  considera  un sistema  de contextos circunscritos” (Henry Granada 2002, pág. 63). Donde los enfoques micro- sistémicos por parte de los usuarios residentes, giran en torno a ámbitos físico-sociales contiguos. En los cuales se desenvuelven psicológicamente el individuo, versus el medio ambiente; con elementos meso-sistémicos. Como también surgen interacciones y transacciones de procesos adaptativos, con los cuales enfrentan las exigencias y requerimientos. Frente a sus necesidades y satisfacciones del entorno o medio ambiente en el humedal. 


Debido a que el sujeto social actúa en forma integrada o total en su relación con el medio. En cuanto a individuo o como colectivo, los procesos de tipo perceptual intelectual y emocional se compenetran, no actúan aisladamente. Si bien los contenidos y complejidades, número y calidad de variables implicadas de los procesos de percepción, conocimiento y valoración ambiental. Varían según la unidad de análisis de grupo, organización, comunidad y sistema social (Henry granada, 2002, pág. 64).


Debido a que los  espacios  socio-naturales del eco-parque las Garzas,  vislumbran una participación y visión histórica de la sociedad recreativa en el lugar, frente a los diversos procesos naturales en este; que sostienen  una distribución y progreso  de la sociedad. Con distintas etapas de desarrollo y una concepción objetiva comunitaria; frente a una conciencia psicológica de la vida y la calidad ambiental del lugar y el bienestar que puede aportar. Las cuales permiten desarrollar elementos formativos de la percepción del paisaje diferente; frente a las permanentes trasformaciones y cambios evoluciones o eventos, resultantes de los procesos bióticos o abióticos y antrópicos; en sus dimensiones de sus espacios temporales.

El eco parque es frecuentado permanentemente por colegios tanto de la ciudad como aledaños al humedal, grupos de tercera edad, asociaciones, ONGs, grupos familiares o de amigos, científicos o ambientalistas; enamorados o personas de carácter individual. Los cuales  son atraídos por las diversas  actividades de  recreación que se ejecutan en las zonas, las cuales contribuyen a que las personas a través de diferentes niveles, intensidades,  y formas; puedan  satisfacer  sus diversas  necesidades humanas, y diferentes a las  de  la recreación. Pero que también pueden estar ligadas a ella. 


Las cuales jalonan y generan procesos de empoderamiento y auto-dependencia local, impulsa actividades que forjen de la recreación un satisfactor endógeno, donde la  población posea independencia; y en el que el diseño de programas cimentados en la comunidad tengan una estructuración, que este acorde con los programas y actividades recreativas que mejoren la calidad  de vida de las  personas. 


Por ejemplo, Max Neef (1986) propone que los satisfactores existenciales,  pueden ser atribuidos en condiciones a través de establecimientos como el humedal. Donde se institucionaliza psicosocialmente en horas de recreo las normas de actuar, acciones y actividades; y posibilidades de estar en tiempos y espacios. 


Los cuales son requisitos obligatorios para una adecuada calidad de vida, en donde además también estarán involucrados los satisfactores de aspiración y creación personal, y donde psico-socio-ambientalmente se comprenden las actividades de contemplación y de acción; que proponen trascender la satisfacción particular y espontánea. Para favorecer la satisfacción social y reflexiva mediante la demostración y el compromiso en la trasformación de sí, y de la comunidad en emociones artísticas, sociales, culturales y políticas. 


Es decir, la satisfacción también se enmarca en el bienestar de la calidad  de vida y el desarrollo humano, bajo la percepción, valoración y conocimiento de tener un espacio recreativo, bien dotado con excelentes  oportunidades de acceso, que genere inclusión en la estancia de los sujetos  o de la comunidad en el lugar público; y que además se convierta en un componente estructural en lo urbano con factores de progresión a nivel social y vecinal.


La satisfacción de tener un eco-parque recreacional en un sector comunitario, permite también integral actividades psico-sociales relacionadas con el tiempo libre, en los diversos espacios recreativos como: circular, habitar, recrearse y trabajar. Además son actividades que permiten o tienen el propósito de ser incluyentes, frente a las diferentes formas de habitar lo social y los diversos estilos de vida urbana; que coexisten en las comunidades, “debido a que la concepción teórica del ambiente es algo que va más allá de la conducta de los individuos, y que incluye sistemas funcionales tanto, dentro, como entre entornos; y sistemas que también pueden modificarse y expandirse” (Bronfenbrenner, 1987, pág. 27).


Es decir, el horizonte urbano recreacionalmente se constituye bajo la percepción de los usuarios positivamente o negativamente, en un elemento psico-socio-ambiental de forma vivencial donde los usuarios permanentes o esporádicos del lugar, dan coyuntura a la aglomeración y presencia de los individuos sin excepciones bajo las prácticas sociales; en los diversos y característicos espacios abiertos. Los cuales brindan serenidad, expresión cultural y preservación, bajo la percepción de los recreandos promoviendo factores de desarrollo humano, que permiten a las sucesivas generaciones; aprovechar el sostenimiento de la calidad ambiental como patrimonio heredado por la comunidad a través del tiempo, “debido a que el desarrollo puede concebirse, como un proceso de expansión de las libertades reales de que disfrutan los individuos” (Amartya Sen, 2000, pág. 3).

  

Por lo tanto investigar sobre la percepción, valoración, conocimiento, emoción y atribución, de los recreandos en horas de recreo humano; y cómo influyen estos factores en la calidad ambiental y de vida o el desarrollo humano en el eco-parque las Garzas. También permitió entender porque los espacios físicos en el humedal juegan un papel muy importante psico-socio-ambientalmente; ya que ellos tejen, construyen, y ocupan diversos contextos circunstanciales o condiciones en los transcursos de actividad humana. 


Incluso marcan experiencias tanto sociales como personales, ya que son un factor determinante de la calidad de la experiencia social de las personas, que asisten a estos lugares. Y además lo importante que estos espacios y zonas recreacionales bien diseñadas, estructuradas, organizadas, adecuadas y readecuadas; con actividades recreativas de diversa índole. Que psicosocialmente bajo la percepción de los usuarios, puedan generar necesidades o satisfacciones adecuadamente, a través de la interacción social, “ya que la relación existente entre el ser humano y su ambiente es, en gran parte, el reflejo de las percepciones ambientales en un contexto determinado; dicho de otra forma, responde a cómo cierto entorno social percibe su ambiente. Y va construyendo su espacio” (Lefebvre, 1991, pág. 11; citado por Moreno, 2008).


Además la conducta y la experiencia de las personas están afectadas por heterogéneos aspectos ambientales, en las zonas físicas de recreo que tendrán fuerte influencia en los satisfactores o necesidades, tales como la luz, la temperatura, el sonido, las extensiones territoriales, la privacidad; las cuales tienen fuertes influencias y afectan las actividades cotidianas que se ejecutan en los ambientes diseñados; tanto naturales como construidos. Los cuales repercutirán en el desarrollo humano y la calidad de vida, de quienes frecuentan estos espacios, “debido a que analizar las diferentes percepciones humanas, forma y el espacio; implica un complejo de experiencias vitales desarrolladas a través mismo, de estar en un lugar específico, él y usándolo de determinada manera” (Lynch, 1984).


Es decir, a través de la percepción valoración y conocimiento del ambiente,  se entiende la atribución y disposición, con que evalúan los recreandos la infraestructura física y perímetros del ambiente construido, que negativamente o positivamente perturban o agradan el entorno y la calidad de las funciones particulares y sociales; en las que los individuos y grupos sociales llevan a cabo. E intervienen en la representación de las relaciones humanas en tiempos de recreo humano, que psicosocialmente permitirán identificar los aspectos que limitan o benefician y aportan bienestar a la calidad de vida; de todos los seres vivos que se encuentran en este humedal. 


Debido a que bajo la percepción de los recreandos se logra identificar y evaluar los resultados que produce el ambiente físico en la conducta y experiencia de las personas, en las zonas de recreo las cuales son diversas y significativas, o simbólicas que benefician o permiten emprender acciones sobre el desarrollo humano en pro de una mejor calidad de vida; o promover la responsabilidad social que se debe tener con esta reserva ecológica. 


Debido a que “la preferencia por el paisaje y la calidad visual percibida, constituyen un constructo muy psicológico: implica evaluaciones subjetivas” (Nasar, 1998, pág. 269; citado por Aragonés y María, 2010). Por lo tanto el interés que se tiene por las formas en que los usuarios interactúan y manipulan los sitios en sus relaciones interpersonales, parte de las observaciones y especulaciones innovadoras en las que se traza; y se construye las zonas de recreo para la interacción humana. 


Además se tiene la idea básica que el entorno urbano puede ser parte de la estructura del self, y que en consecuencia, el entorno urbano puede ser visto como algo más que una estructura material o física, en donde se desarrolla la vida de los individuos y grupos; siendo un producto social fruto de la interacción simbólica, que ocurre entre quienes comparten un determinado entorno urbano. Así el concepto de entorno urbano supera la dimensión física, para adoptar otra simbólica y social (Martínez & Granada, 2006, pág. 11).


 

Los lugares  recreacionales como  el eco-parque las Garzas  permiten a los usuarios bajo su percepción psico-socio-ambientalmente, no solo realizar  actividades en general; sino que además los usuarios suelen valorar el ejercicio de la recreación y el deporte por las opiniones de una gran variedad de profesionales de la salud, o de otras profesiones como: Educadores Físicos, Psicólogos, profesionales en Recreación, etc. Debido a que la recreación y el deporte surgen en virtud y una necesidad básica, que  poseen las personas no solo de ocupar su tiempo libre, sino de buscar beneficios en la salud que contribuyan a una mejor calidad de vida. Además las actividades recreativas, deportivas y contemplativas fomentan la creatividad, restituyen el equilibrio emocional, sino también conservar y mejorar la salud de las personas.

En conclusión se puede afirmar que haber investigado sobre aspectos perceptivos, cognitivos, valorativos, afectivos y atributivos; al interior de eco-parque recreacional las Garzas. Permitió establecer y comprender que a través del ejercicio perceptivo de los recreandos psico-socio-ambientalmente, se elaboran un proceso de conocimiento ambiental; donde se logran interactuar con el ambiente a través de mapas metales. Los cuales permiten captar, organizar, almacenar y descodificar; la información en relación a la ubicación geográfica y sus diversas cualidades y atributos del ambiente físico-geográfico.


Esta acción es determinante para la elaboración de programas, y ejecución de actividades en las diversas zonas de este eco-parque de todos los usuarios, que utilizan este humedal. Además también les permite evaluar y valorar la calidad ambiental del lugar, como óptima o deficiente en algunos aspectos en relación a sus expectativas, en torno al desarrollo humano y su calidad de vida. Por ejemplo (Holajan.2002). Opina que la relación existente éntrelos mapas cognoscitivos y la identidad personal, se manifiesta en los individuos especialmente en la naturaleza de las primeras imágenes mentales al interior de un lugar; que reflejan la perspectiva única y personal e idiosincrasia del individuo con respecto al mundo. 


Por lo tanto el conocimiento ambiental permitirá indagar y solucionar problemas con el espacio, para satisfacer necesidades individuales como colectivas al interior de esta reserva natural, y proporcionar las bases mínimas y necesarias para proveer y fortalecer la comunicación social. En relación al ambiente físico tanto natural como construido. En el cual interactúan los recreandos y los grupos sociales que lo frecuentan, “debido a que el conjunto de cogniciones, en sentido amplio, relacionadas con el mundo físico en él que las personas viven. Está formado por tanto por creencias, valores, actitudes y sentimientos en relación con el entorno” (Prohansky, 1983, pág. 2; citado por Corraliza & Antonio, 2009).


Entonces, de igual forma se logra establecer sobre la implicaciones que tienen la emoción con los encuentros, con los factores  bióticos  y abióticos o sus actividades  antrópicas, las cuales  son determinantes en las actitudes y conductas  que los individuos asumen  con  relación  al medio  ambiente; y las repercusiones e implicaciones en su calidad de vida. Ya que “las  actitudes ambientales  son la base para que el individuo decida  donde  quiere vivir, y si está  satisfecho  o no  con el ambiente   donde  habita”  (Holajan, 2002, pág. 113) 


Por lo tanto la relación en el proceso de percepción que obtienen los individuos en tiempos de recreo, son muy dinámicos y complejos en el ambiente concreto. Por ejemplo, Holajan (2002) opina que “la percepción del ambiente es un proceso activo, no pasivo”. Por lo tanto el ejercicio de percepción les permite a los usuarios psico-socio-ambientalmente, al interior de esta reserva natural comprender y atribuir la información básica que les proporciona tanto el ambiente natural como construido, para fortalecer las ideas que se forma del ambiente; las cuales serán determinantes para la interacción de la conducta con el medio ambiente. Ya que la percepción les permite a los recreandos entender el paisaje, a gran escala para poderse desplazar en él.


Indagar en el ejercicio de percepción ambiental  que obtienen los  recreandos, permite comprender la importancia de que los seres humanos conserven el medio ambiente, y sean supremamente cuidadosos en la interacción con el medio ambiente. Por ejemplo Corraliza (2000) opina que tanto ordenar y planificar los recursos naturales, permite un mejor desarrollo de actividades humanas y la circulación o transacción entre estas, que permitirán fortalecer los valores y cualidades naturales que caracterizan y demarcan un determinado espacio. 


Debido a que la perceptibilidad social y sus demás factores como la valoración, cognición, atribución y la emoción; no solo permiten preservar y comprender las diversas dinámicas bióticas a boticas. Si no que además permite formular y definir modelos de progreso antrópicos, que fortalecen la gestión, el desarrollo humano y la calidad de vida; en aspectos sociales naturales y culturales. Ya que “el espacio natural es un espacio de uso público que justifica la protección de los espacios” (García y Valero, 2002, pág. 308; citados por Corraliza, 2002).


Es decir, el paisaje es entendido por los usuarios y percibido como una disposición llena de sentido, con elementos repletos de significado e insustituibles entre los individuos y sus diversas actividades antrópicas, entre los recursos bióticos y abióticos que permiten disfrutar de la expresión y la complejidad ecológica del humedal; con una salubridad del paisaje  en referencia  a la naturaleza  de los individuos  y sus necesidades  reales. Frente a su calidad de vida  y su desarrollo humano como ser único, donde su corporalidad física y la psique son acciones y movimientos inseparables; en relación al espacio eco-sistémico.


A través de la percepción, valoración, cognición, emoción y atribución; de los usuarios se logra entender la dicotomía social que existe entre los recreandos y las diferentes características del paisaje, y las diversas actividades que permiten a estos hallar un equilibrio en su calidad de vida. Frente a las desgastantes actividades de la vida cotidiana, a través de los diversos equipamientos que posee el humedal tanto en el ambiente natural como construido, que contribuye a la reducción de malestares y estrés Psico-físicos.


Ya que el objetivo es lograr ver el paisaje como un recurso que permite una fuente de sustento, para la calidad de vida y el desarrollo humano. Que genere  y permita nuevas  motivaciones y uniones culturales tradicionales,  frente a las prácticas  de recreo humano que psico-socio-ambientalmente  permiten  bienestar  e influencia,  sobre  proyectos  en relación  al desarrollo humano de todos los habitantes que frecuentan esta reserva natural; permitiendo una valorización de la naturaleza. Frente a las relaciones del hombre con el entorno natural fuertemente en todos los aspectos de interacción de los individuos


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