REVISTA DE PSICOLOGIA -GEPU-
ISSN 2145-6569
IBSN 2145-6569-0-7

   
 
  Cartas al Editor Vol. 2 No. 2


LA PSICOLOGÍA SOCIAL Y EL PARO NACIONAL ESTUDIANTIL POR LA DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA 

Por: Edgar Barrero Cuellar


 



Recibido:
 05 de Noviembre de 2011 

 

Edgar Barrero Cuellar es Director de la Cátedra Libre Martín-Baró y Consejero por Colombia ante la Unión Latinoamericana de Entidades de Psicología -ULAPSI-.  

Correo electrónico: edgar_barrero@yahoo.es    


 

Hace poco leí un artículo sobre las investigaciones que se vienen haciendo desde la psicología para lograr enganchar a grandes grupos poblacionales a las lógicas del mercado y de la mercantilización de la vida cotidiana en América Latina. El artículo da cuenta de la firma transnacional “Focus”, la cual desarrolla grandes investigaciones para empresas como Microsoft, Hewlet Packard, Nestlé, Coca-Cola, entre otros. El fin en todos los casos es el mismo: aumentar los niveles de consumo y de adicción a la grande gama de productos generados por estas empresas transnacionales. A través de una especie de casco dotado de todo tipo de sensores se busca determinar, predecir y controlar las emociones y cogniciones generadas por una persona sometida a distintos estímulos externos relacionados con productos como Ipad, celulares, comestibles, gaseosas, etc.

 

 

 

Mientras estas investigaciones se desarrollan financiadas por el capital privado para aumentar de forma exorbitante sus ganancias; en países como Colombia se incuba todo un movimiento ultraneoliberal que busca acabar con la educación pública y someterla a las lógicas de la privatización, mercantilización y prostitución exigidas por la banca internacional. En las dos situaciones se encuentra muy comprometida la psicología colocando su saber al servicio de procesos de manipulación y sincronización emocional para lograr adherencias desprovistas de crítica y con altos niveles de sentimentalización de la vida cotidiana.

 

 

 

Valdría la pena pensar en otras formas de pensar, sentir y hacer psicología de cara a la defensa de los intereses de grandes grupos humanos sometidos a intentos de privatización de sus derechos fundamentales como es el caso de la educación, con el proyecto de Ley 30. Por lo menos deberíamos estar pensando en formas de resistencia desde la Psicología frente a las estrategias de guerra psicológica utilizadas para estos casos, tales como:

 


 

1. Estigmatizar las protestas estudiantiles al afirmar que se encuentran infiltradas por elementos terroristas, cuando en realidad la infiltración la hacen agentes del Estado que lanzan petardos para dispersar las marchas, plantones y tomas culturales que se han venido desarrollando.

 


 

2. Desinformar a gran escala con el ánimo de generar confusión y división al interior del movimiento estudiantil. Para ello se utiliza de forma cínica las cadenas radiales y televisivas públicas y privadas que por supuesto resultaran beneficiadas con la privatización de la educación.

 


 

3. Se utiliza la clásica herramienta de guerra psicológica de combinar las formas de lucha en contra de lo que ellos mismos consideran enemigos: primero intentar persuadir por medio de la razón a través de presiones a rectores y directivas de universidades. Segundo, generar estados masivos de chantaje y por último, utilizar la fuerza y la represión para obligar al retorno a lo que ellos mismos denominan como la normalidad académica (entendida como cero protesta y mayor obediencia ciega).

 

 

 

Una Psicología que se diga crítica tendría que romper su mutismo ontológico frente a situaciones como las que estamos analizando. Ya es bien sabida la crisis de calidad por la que atraviesa la formación de psicólogas y psicólogos en Colombia. Situación que sin duda se agravará si se aprueba cualquier iniciativa de privatización de la educación pública. Seguramente pasaríamos de una Psicología tecnológica como la que tenemos a una Psicología totalmente técnica en la que se privilegia la aplicación mecánica de instrumentos a procesos psicosociales sin ningún criterio investigativo, ético, epistemológico y mucho menos metodológico.

 

 

 

De allí la importancia para quienes se están formando como psicólogos y psicólogas de apoyar decididamente el actual PARO NACIONAL ESTUDIANTIL por la defensa de la educación pública en Colombia. Ahora bien, el apoyo no se puede limitar a tímidos palabreos de solidaridad sino que se hace necesario materializar el apoyo en acciones concretas de organización y movilización social en los cuales el saber psicológico podría aportar mucho.

 

 

 

Toda esa carreta que se estudia en las aulas de clase se puede trasladar a las calles, los buses, las paredes y las plazas públicas. Toda la teoría sobre liderazgo, ambientes grupales, participación, actitudes, personalidad, conductas, emociones y cogniciones se puede poner al servicio de los propios compañeros y compañeras estudiantes que han decidido mantenerse en paro nacional.

 

 

 

La Psicología no puede seguir siendo la disciplina de la indiferencia social a la que sólo buscan para ayudar a resolver pacíficamente los conflictos, sirviendo de ésta forma a los intereses de quienes por décadas se han mantenido en el poder y que pagan lo que sea para evitar y ocultar las causas estructurales de los actuales conflictos sociales.

 

 

 

La psicología puede llegar a convertirse en una eficaz herramienta de transformación psicosocial, pues de alguna manera sabe cómo se estructura psico-socio-antropológicamente el hombre y por tanto puede ayudar a orientar los procesos de resistencia en contra de la confusión, la manipulación, el entretenimiento, la distracción, la banalización y la militarización de la vida cotidiana.

 

 

 

Cuando ello se empiece a hacer, realmente estaremos asistiendo a la emergencia de una nueva forma de pensar y hacer psicología desde los horizontes ético-políticos de la descolonización de nuestros pueblos.

 

 

El próximo 10 de noviembre de 2011 saldremos a marchar junto a las y los estudiantes, pues nos negamos a ser lo que hasta ahora hemos sido y nos comprometemos a luchar por la restitución de lo que históricamente nos negaron como ciencia y como disciplina: el mandato del bienestar humano.

 

  

 

LOS MUERTOS NO SE CUENTAN ASÍ: NO TODAS LAS VICTIMAS SON IGUALES PARA LOS MEDIOS (1)

 

Por: Javier Corredor Aristizábal

Recibido: 1 de Diciembre de 2011

 

Javier Corredor Aristizábal es Psicólogo de la Universidad de los Andes y Doctor en Estudios Cognitivos y Educación de la Universidad de Pittsburgh, actualmente es profesor asistente del Departamento de Psicología de la Universidad Nacional.

Correo electrónico: jacorredora@unal.edu.co  

 
 

Hay tres momentos en la insuficiente producción mediática relativa a la memoria histórica en Latinoamérica que siempre me han impresionado. Uno, durante las visitas pedagógicas para la recuperación de la memoria de la masacre de Trujillo, un grupo de estudiantes de Cali viaja a la casa monumento que los habitantes de Trujillo han construido y defendido con las uñas (min 1:30) (2). El viaje inicial destila la frivolidad de la adolescencia. Los muchachos hablan, bromean. Para ellos este es sólo un paseo más. Esto sucede en el bus, en el camino al monumento y en el corredor de la casa. Hasta que una niña entra y en medio de las bromas destinadas a ser olvidadas, mira el muro en donde están las fotos de los muertos, la galería, infinita en el alma de esta nación. Y entonces sólo el silencio.


La cara de esa niña es la metáfora de un país que se despierta, atolondrado, dolido, consciente por primera vez del olvido del que ha sido cómplice desde el comienzo.

 
Los otros dos testimonios son la forma en que durante los periodos iníciales de la democracia, las estudiantes de un colegio de bachillerato chileno discuten cándidamente, casi con aceptación, las atrocidades de la dictadura, en “ La Memoria Obstinada” (3)
de Patricio Guzmán (min 7:54) (4), y la forma en que universitarios argentinos en los primeros años de la democracia justificaban las desapariciones y el robo de niños, sin ningún tipo de pudor, frente Estela Carlotto, una víctima emblemática de esa tragedia (min 4:30) (5)

Lo que más me confronta de estos recuentos es darme cuenta del ambiente posdictactorial, a pesar de que no hubo dictadura, que se vive en Colombia. Un ambiente en el que el sufrimiento de las víctimas, particularmente las más pobres y alejadas del poder, es ignorado, y en muchos casos justificado en el imaginario público.


 

Olvido y Medios


Pensando en esto, me fui y busqué unos datos que había recolectado hace años para una investigación que dejé olvidada por cosas más importantes, creía yo, hasta hoy. En esos datos básicamente le pedía a un grupo de universitarios bogotanos que miraran fotos de víctimas de la violencia colombiana, acribillados por sicarios en el genocidio de los 80s, emboscados en el surgimiento de la nación paramilitar de los 90s, secuestrados en el plan de guerra de la guerrilla con el que comenzó este siglo. Les pedí también que me dijeran si recordaban una cosa - aunque fuera una sola cosa!!!- de cada una de ellas. Después busqué en la base de datos de eltiempo.com cuántas veces cada una de esas víctimas había sido mencionada desde los noventa, y use técnicas estadísticas simples para hacerme una imagen de lo que estaba pasando. Dos cosas fueron claras, las víctimas pertenecientes a la derecha son más visibles en los medios y en la memoria. Dos, la memoria histórica depende de la frecuencia con la que se haga referencia a un evento, en este caso las circunstancias de una víctima, en los medios masivos.


 

En Busca del Tiempo Perdido


Lo que estos dos resultados señalan es la necesidad de una agenda que no sólo reconstruya la verdad, como ya se está haciendo, sino que visibilice en los medios y en los contextos educativos lo que aquí pasó. Esto implica, por un lado, investigación empírica de diversos tipos -desde encuestas hasta análisis narrativos- que permitan evaluar el efecto de los esfuerzos por visibilizar la memoria histórica. Por otro, esta agenda requiere construir una nueva pedagogía, particularmente en Ciencias Sociales, para la recuperación de la memoria.


En la actualidad, existen importantes iniciativas para reconstruir lo que pasó y algunos intentos por visibilizar los resultados de estas investigaciones. Entre esas iniciativas podemos contar con espacios como "Verdad Abierta" (6), y series como "Contravía" (7),  " La Vida en Juego" (8), "La Verdad sea Dicha" producida por el Instituto Popular de Capacitación, y "Nunca Más" (9) impulsada por la CNRR (10).

Estas series, sin embargo, han sido transmitidas en su mayoría por el canal institucional, el canal universitario Zoom, y señal Colombia, y en poco han permeado la televisión comercial en sus horarios prime.


El problema no es de rating: en Argentina, por ejemplo, una serie comercial ganadora del emmy, "Televisión por la Identidad" (11), giraba alrededor de los desaparecidos. El problema es de voluntad política. ¿Si hay espacio para los -en muchos casos sosos- informes del noticiero de la cámara, o las aburridas presentaciones de los partidos políticos en campaña, cómo puede no haber un espacio para documentales que conmueven el alma hasta el tuétano, que mucha gente vería sin problemas, y que de paso nos enseñarían algo sobre el origen de nuestra tragedia?


 

La Ley de Víctimas es Insuficiente También en Materia de Educación


La otra ruta para reconstruir la memoria histórica es el cambio pedagógico. Sin embargo en esta área, el panorama es aún más oscuro, como lo señala Tatiana Acevedo (12) cuando evalúa los recuentos de la violencia reciente en los libros de texto. La mención a las víctimas, particularmente si estas son de izquierda, es marginal e imprecisa. Al respecto, la ley de víctimas (13) establece que el MEN fomentará “programas y proyectos” enfocados en la restitución, el ejercicio de los derechos y el desarrollo de competencias ciudadanas. El proyecto de decreto reglamentario (14), hecho público hace poco, por su parte, se deshace del problema y lo supedita al plan al Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos (PLANEDH) (15). Éste último documento a su vez presenta un panorama amplio de lo que debe ser la educación en derechos humanos, incluyendo, entre otras, componentes como las actitudes y valores, las competencias, el conocimiento de los derechos humanos y el reconocimiento de la historia. El riesgo es que es difícil saber a partir del documento, qué pasará con la educación en lo relativo a la imagen de las víctimas. Esto depende del delicado equilibrio entre los diferentes elementos señalados en el documento. Es posible, por ejemplo, que una educación enfocada mayormente en competencias puede olvidar a las víctimas.


 
 

Esto quiere decir que uno no puede aprender a ser tolerante en abstracto. La tolerancia en el micro nivel no es suficiente. Muchas de las personas que observaron silenciosamente el holocausto, por ejemplo, eran buenas en el sentido interpersonal, buenos ciudadanos, vecinos respetables. Pero, en ausencia de una comprensión histórica compleja y un entendimiento de los factores que mueven la historia hacia destinos trágicos, muchas de ellas se convirtieron en cómplices de la barbarie. Una educación para la memoria histórica necesita mostrar qué pasó con nombres propios e incluir a todas las víctimas, incluyendo por igual a secuestrados y a víctimas de las masacres de todos los actores del conflicto, en un currículo esencial que todo ciudadano deba saber.La comprensión histórica, como todo el razonamiento (16) humano (17), es de dominio especifico (18)
 
Coda
 
Para iniciar este texto, elegí deliberadamente el título del libro de Mary Daza Orozco (19) sobre la violencia en Urabá hace 20 años, porque creo que éste debería ser parte, entre otros muchos documentos, de un currículo en historia que funcione como una forma de reparación simbólica. Un currículo que nos saque de este ambiente posdictatorial en el que en el imaginario popular, la barbarie contra las víctimas -el sendero de recuerdos insepultos digno de una tragedia griega al que ha tenido que enfrentarse cada una de ellas- nunca sucedió, y en el que si algo pasó, como he oído múltiples veces, “fue porque algo debían”.
 
 
Lo primero que quiero aclarar es que la metodología expuesta para explorar la relación entre memoria y medios es más un punto de partida para un debate amplio que una solución definitiva. Uno podría por ejemplo usar otras medidas: en vez fotos, presentar nombres; en vez de víctimas, preguntar por eventos históricos. Lo segundo es la población: los datos se recolectaron con un grupo de 80 estudiantes bogotanos. Esta es una población más liberal que el promedio, y más activa políticamente. Para llegar a una solución definitiva se requiere utilizar metodología de encuestas y trabajar con poblaciones más amplias. Lo que si se puede señalar es que si estos son los resultados de una población más cercana a la izquierda, es muy probable que los resultados de la población general muestren una tendencia más grande a lo olvido. Lo último es que se eliminaron 3 datos extremos en los análisis pero los tres casos puntuaban muy alto en noticias, y en memoria. Es necesario hacer investigación cualitativa de calidad para explorar las narrativas que tienen los ciudadanos comunes sobre el pasado y la memoria histórica.
 
La clasificación de izquierda-derecha la hice así: periodistas y defensores de derechos humanos no les asigne categoría. Miembros de partidos tradicionales y agentes del estado eran de derecha. Miembros de partidos de izquierda eran de izquierda. No es perfecta, pero es un buen indicador.

NOTAS

1. Publicado inicialmente en La Silla Vacía: http://www.lasillavacia.com/elblogueo/blognotas/29966/los-muertos-no-se-cuentan-asi-no-todas-las-victimas-son-iguales-para-los-m  
 
2. Ver: http://www.youtube.com/watch?v=Pni9zVq_5cE

3. Ver: http://www.youtube.com/watch?v=A0BzuOBkq7A 

4. Ver: http://www.youtube.com/watch?v=5WcXHrAYtyI 

5. Ver: http://www.youtube.com/watch?v=4z8E_-voDeU 

6. Ver: http://www.verdadabierta.com/

7. Ver: http://www.youtube.com/watch?v=Wj4d0r-TkVo

8. Ver: http://www.youtube.com/watch?v=uDi_q_vleEg 

9. Ver: http://www.youtube.com/user/CNRRColombia

10. Ver: http://www.youtube.com/user/CNRRColombia#

11. Ver: http://www.youtube.com/watch?v=3Z6Gf1AQpa8 

12. Ver: http://www.elespectador.com/articulo102688-memoria-pirateada 

13. Ver: http://www.mij.gov.co

14. Ver: http://es.scribd.com/doc/70282141/ 

15. Ver: http://www.mineducacion.gov.co

16. Ver: http://www.psy.fsu.edu/faculty/ericsson/ericsson.exp.perf.html 

17. Ver: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/798/79810104.pdf 

18. Ver: http://www.revistas.unal.edu.co

19. Ver: http://www.periodismosinafan.com

 


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