El Cambio
Por: Raúl Pérez
Recibido: 28 de Abril de 2009
Psicólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Correo electrónico: raulper20@yahoo.
La vida está marcada por el cambio. Tal como señalaba un sabio filósofo de la antigüedad, el cambio es lo único que permanece constante. A cada segundo somos una persona distinta, o por lo menos, tenemos el potencial para serlo. Físicamente envejecemos a medida que transcurren los segundos y psicológicamente nos encontramos en una permanente evolución, a medida que afrontamos diferentes experiencias y vivencias.
Casi todos los seres humanos, por no decir todos, experimentamos una enorme resistencia al cambio frente a determinadas circunstancias, ya que los temores e incertidumbres frente a un riesgo o desafío por asumir nos impulsan a permanecer en una zona de confort y comodidad.
Al igual que aquel Nómada que hace muchos años decidió asentarse en una zona geográfica específica, en un ser Sedentario que buscaba mayores niveles de seguridad al no arriesgar el pellejo de forma constante frente a escenarios cambiantes y en su mayoría desconocidos, así nos ocurre cuando deseamos permanecer en un trabajo, o en cualquier otra situación de vida, dejando el lado el riesgo de la caza para alimentarnos con el producto de la agricultura y la cría de animales (confort y comodidad). Es cierto que hay personalidades que disfrutan su existencia, asumiendo riesgos de forma constante. Son aquellos seres de espíritu aventurero, que se sienten vivos cuando producen altos niveles de adrenalina y se sienten caminando por el borde del precipicio. Sin embargo, pareciera ser que esta no es la actitud prevaleciente en la raza humana, sobre todo en tiempos de incertidumbre económica como los que nos encontramos atravesando actualmente a nivel mundial. Pareciera ser que a fin de cuentas, la tendencia a asumir riesgos o a permanecer en un ámbito de seguridad, sólo puede ser explicada a partir de un ámbito individual, ya que la elección esta sujeta a la personalidad del individuo como producto de su temperamento genéticamente determinado y de sus circunstancias de vida.
Hoy Vamos a Hablar del… Miedo al Compromiso
Por: Luciana Russo
Recibido: 10 de Abril de 2009
Web: http://www.psicoespacio.com.ar/
No se ofenda el público masculino!!! Pero conmemorando a la mujer, y en base a reiterados pedidos al respecto del público femenino, hoy voy a hablar de los motivos por los cuales los hombres, le huyen al compromiso.
Las cosas han cambiado en estos últimos tiempos, y hasta han aparecido nuevas formas de relacionarse y entablar relaciones. Pareciera que en la cotidianidad el famoso “toco y me voy” está en boga, vivimos en una cultura donde todo es “express” y los sentimientos no son ajenos a este paradigma. ¿Se trata de un mito? ¿Los hombres le temen al compromiso?
La decisión de tener algo estable siempre da miedo a los hombres. Comprometerse significa enfrentar el temor a un cambio en sus vidas. Casarse o vivir juntos es una experiencia que puede despertar un gran temor por el precio que debe pagarse frente a un menor nivel de intimidad, donde casi todo es compartido y las libertades, ya no son las mismas.
Como todo cambio, desconcierta, y quizá ante este desconcierto, no es casual ni extraño que el hombre tome el camino más corto, y siga en el camino del “eterno adolescente”, compartiendo largas noches con amigos, en busca de innumerables conquistas, embriagándose por ahí… Pareciera como si el hombre optara, y hablando de atajos más cortos, quedarse en una posición, paradójicamente, no comprometida ni con ella misma ni con su deseo, donde “mejor me quedo donde estoy”, en vez de ir a la búsqueda de esa mujer ideal.
De todas maneras, su biografía familiar también será determinante a la hora de alcanzar ese compromiso. Hay una mirada masculina - muy prejuiciosa al respecto - que apunta a que la mujer quiere poseer al hombre como su propiedad.
Quizá con esta mirada podamos responder un poco al interrogante que causa miedo al compromiso. Los hombres piensan que a partir de ello no van a tener identidad, ni independencia, como si fuesen a dejar de existir! Y si… somos nosotras las que idealizamos, las que nos peleamos por el ramo y las que corremos muchas veces detrás de un imposible.
A no desesperar muchachas que todo llega, y al hombre el momento de la madurez también le llega, sólo hay que tener la sabiduría de saber apreciar el momento, y en eso, nosotras somos muy intuitivas, somos de armas tomar, y sabemos cómo hacerlo….